Desde que dejó la prisión de Ezeiza, el ex- vicepresidente de la Nación Amado Boudou reanudó de forma rápida la actividad política. Entusiasta componente, va a todos y cada uno de los actos y mitines a los que su tobillera electrónica -que lo limita para moverse en un radio de cien quilómetros- le deja ir.
La semana pasada, Boudou estuvo en un local de La Cámpora en Caballo y bajo la consigna “Ahora y Siempre y en todo momento”, inauguró al lado de Lali Minicelli, la esposa del ex- ministro de Planificación Federal Julio De Vido, un mural de De Vido y de Milagro Sala “en homenaje a todos y cada uno de los presos políticos del régimen macrista”.

Pero eso no fue todo. Asimismo participó de una asamblea peronista en bar de San Telmo, donde asistieron cronistas similares al kirchnerismo. Allá, el ex- vicepresidente descartó una coalición electoral de forma individual y afirmó que trabaja en su situación judicial.
Dicen los que asistieron que se lo ve animado, pensando en la coyuntura económica del próximo gobierno: “Se alcanza un acuerdo o bien se marcha a la entrega total” al Fondo Monetario Internacional, afirmó, y añadió: “El futuro ha de ser apuntando a China”.