«Háganos un favor, señor presidente. Si quiere algo, empiece a tratar a la ciencia y sus inicios con respeto». En un ácido editorial publicado esta semana en la gaceta «Science», su editor jefe, H. Holden Thorp, ha cargado contra las próximos exigencias de Donald Trump a la industria farmacéutica, a la que solicitó «acelerar» sus trabajos en la busca de una vacuna contra el coronavirus. «Hace tres años, el presidenta (de EE.UU.) declaró su escepticismo acerca de las vacunas y trató de lanzar un conjunto de trabajo antivacunas. Ahora de repente ama las vacunas», ironiza Thorp. El editorial se hace referencia a unas declaraciones públicas de Trump en las que reconocía haber solicitado a los ejecutivos farmacéuticos la aceleración de una vacuna para la Covid-19 con la frase: «Hazme un favor, acelera, acelera». Tal y como explica Thorp, Anthony Fauci, líder del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, ha estado diciendo a Trump «repetidamente» que desarrollar la vacuna llevará al menos un año y medio, exactamente el mismo mensaje transmitido por los farmacéuticos. «Aparentemente, Trump pensó que solamente con repetir su pedido cambiaría el resultado», apunta. El artículo recuerda que China ha recibido críticas por los intentos de silenciar a los científicos que intentaban informar A lo largo del brote. «Ahora, el gobierno de EE.UU. está haciendo cosas similares», acusa. «Informar a Fauci y otros científicos del gobierno de que deben borrar todos y cada uno de los comentarios públicos con el vicepresidente Mike Pence es inadmisible. Esto no es instante para alguna persona que niega la evolución, el recambio climático y los peligros del tabaquismo para dar manera al mensaje público», señala. Según la revista, Entre tanto los científicos intentan compartir datos sobre la epidemia, la gestión bloquea esos acontencimientos o bien los repite con contradicciones. «Las tasas de transmisión y de mortalidad no son mediciones que se pueden cambiar a voluntad», advierte. De igual forma, niega que la propagación del virus esté contenida en EE.UU., Así tal como la administración ha dicho repetidamente, «cuando está claro por la evidencia genómica que la propagación está ocurriendo en el estado de Washington y más allí. Este tipo de distorsión y negación es peligroso y prácticamente seguramente contribuyó a la lenta respuesta del gobierno federal». Y en un Solo caso así, advierte, «las palabras son una cuestión de vida o bien muerte». «No puedes insultar a la ciencia en el momento no te gusta y de repente insistir en algo que la ciencia no puede dar a pedido», concluye el editor, quien recuerda que A lo largo de los últimos cuatro años Trump ha hecho profundos recortes en investigación, lo cual Asimismo ha afectado a los centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Thorp afirma que los científicos están estudiando el coronavirus a una velocidad vertiginosa, Tal y como demuestran los artículos publicados en esa misma revista este mismo mes y los que están por llegar, Sin embargo una vacuna tiene que ser segura y fabricable, y para conseguirla «no se pueden romper las leyes de la naturaleza».