A lo largo de las últimas semanas, un repentino oscurecimiento de la supergigante roja Betelgeuse hizo presagiar su estruendo inminente. A 642 años luz de la Tierra y mil veces más masiva que el Sol, la estrella es una de las más brillantes de la constelación de Orión, con lo que su súbita pérdida de brillo preocupó con seriedad a los astrónomos. Hace apenas unos días, No obstante, los científicos encontraron que una masa de polvo y gas expulsada por la propia Betelgeuse podía ser la responsable de su alarmante oscurecimiento. Lo que, por presunto, rebajó el nivel de alarma en torno a su violento definitivo, la fecha catastrófico en que la supergigante se convertirá en supernova. A pesar de ello, y Sin embargo la detonación no se considera inminente, sabemos muy bien que la estrella está viviendo sus últimos días. Y que en la fecha Finalmente explote se convertirá en un espectáculo celeste sin parangón para la Humanidad. Su brillo, en efecto, superará En medio semanas al de la Luna llena y la detonación va a ser perfectamente visible incluso a pleno día. De ahí que, un club de investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara ha efectuado un modelo que muestra de qué manera va a ser la detonación de Betelgeuse, hasta qué punto aumentará su brillo y cómo podremos verla A partir de la Tierra. «Queríamos saber de qué manera se vería una estrella pulsante Cuando de explotar -afirma Jared Goldberg, intérprete y escritor principal de un estudio recién publicado en «The Astrophysical Journal»-. «Los modelos precedentes son más simples, Ya que no incluían los efectos que dependen tel tiempo de las pulsaciones». La supernova que viene
Cuando una estrella muy masiva se queda sin material en el núcleo (el combustible que sostiene encendido su horno de fusión nuclear), colapsa bajo su propia gravedad y se convierte en supernova. Algo que le sucederá a Betelgeuse en algún instante de los recientes 100.000 años, un fácil parpadeo en las escalas de tiempo astronómicas. En el horario suceda, la detonación generará un brillo tal que eclipsará al de toda la galaxia. Pero no todas las supernovas son iguales. En verdad, difieren en función de su masa, su radio y la volumen de energía que generan al explotar. Las estrellas pulsantes, De la misma forma que es la ocación de Betelgeuse, hacen que sea más bastante difícil predecir la manera en que explotarán, pues las diversos capas de la estrella pueden expandirse o contraerse, oponiéndose unas a otras. La luz de las capas que se contraen es más sutil, Mientras que la que emiten las capas en expansión es más brillante. «En distintos instantes de la pulsación -explica Goldberg- parece la supernova de una estrella más grande o de una más pequeña. Es en la fecha empiezas a juzgar las pulsaciones en la fecha las cosas se están haciendo más complicadas, y eso es lo cual hace que nuestro modelo genere diferencias notables». En el caso de Betelgeuse, los estudiosos encontraron que la estrella entera pulsa al unísono, lo que significa que En el momento en que muera, se comportará Del mismo modo que si fuera una estrella estática con un radio dado. Por tanto, los modelos de supernova para estrellas Del mismo modo que Betelgeuse se parecen a los que no tienen en cuenta sus pulsaciones. En todo caso, el espectáculo, que absolutamente nadie lo dude, está más que garantizado.