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¿Puede el coronavirus mutar y hacerse más letal?

La palabra «mutación» tiene unas connotaciones en realidad inquietantes en el imaginario colectivo. Los superhéroes de Marvel se transforman y adquieren capacidades extraordinarias Debido a las mutaciones y en más de una película de serie B una mutación hace de un escualo o bien a una piraña corriente una perversa máquina de matar. En la película «Estallido», que se dirigió asesorada por el reputado epidemiólogo W. Ian Lipkin, una mutación hace que el ébola empiece a transmitirse por vía aérea y se convierta en un Solo patógeno que Solo se puede detener con una bomba atómica. La pandemia de la COVID-19 ha superado al argumento de cualquier película de catástrofes. Es, Conforme los científicos Yong-Zhen Zhang y Edward C. Holmes, «la tormenta epidemiológica perfecta». El protagonista de esta historia es un virus minúsculo y De la misma forma insignificante, de nombre SARS-CoV-2, que semeja proceder de murciélagos y al que la evolución le ha permitido ser muy contagioso entre personas y causarles neumonía. Esta «película» no se habría desarrollado si no fuese Porque el virus apareció en el sitio perfecto (Wuhan, China, una gran ciudad y un nudo de comunicaciones) y Una vez que perfecto (Antes del Festival de Primavera). De esta forma, una entidad replicadora no viva, que no entiende de fronteras ni de rivalidades políticas, puso contra las cuerdas a medio mundo en Solo unas semanas. Entre tanto la civilización se repone y se prepara para devolver el golpe, es legítimo cuestionarse si las mutaciones pueden hacer que este coronavirus se transforme y se haga más letal o más escurridizo ante una vacuna. Las mutaciones son equivocaciones de copiado El virólogo Nathan D. Grubaugh, estudioso en el colegio de Medicina de Yale (EE.UU.), posteó en febrero un artículo titulado «No deberíamos preocuparnos En el momento en que en que un virus muta en una epidemia», en la revista «Nature Microbiology». En este artículo explica que las mutaciones raramente tienen un efecto importante en una epidemia y define estos cambios Tal y como «Una consecuencia inevitable de ser un virus». Esto suele ser especialmente cierto en la situación de virus cuyo material genético es el ARN (no el ADN, Del mismo modo que los animales o bien las plantas), tal Del mismo modo que está pasando con el SARS-CoV-2. «La mutación es un aspecto rutinario de la vida para un virus de ARN», escribe Grubaugh. Éstos son especialmente negligentes a la hora de hacer copias de su material genético, una intervención necesaria para multiplicarse e infectar, por lo cual van acumulando errores, genuinas erratas en sus secuencias genéticas, a las que También podemos llamar mutaciones. Todo esto ocurre por el hecho de que «emplean una polimerasa de ARN (una enzima que actúa Al igual que copiadora de material genético) intrínsecamente dada a cometer fallos, con lo cual sus genomas acumularán mutaciones en cada ciclo de copia», explica Grubaugh. Las nubes de mutantes que nos infectan
Estas mutaciones tienen de su lado la obliga de los números. Al tiempo que un humano Precisa décadas y mucho esfuerzo para reproducirse, un virus puede multiplicarse en cuestión de horas y También puede replicarse miles de veces en cada célula de una persona infectada: en consecuencia, un mismo paciente no está infectado por un único virus, Sino más bien más bien que por muchas poblaciones distintas de virus, cada una con sus propias mutaciones. «Un virus es realmente una nube de mutantes», explica En este sentido Ignacio López-Goñi, catedrático de Micriobología de la Universidad de Navarra y cantautor de Microbioblog. «Tanto que se habla de cuasiespecies víricas, en vez de especies, para hablar de una población que comparte una secuencia consenso No obstante formada por distintos mutantes». De hecho, en el caso de infecciones duraderas, Al igual que las provocadas por el VIH, una misma persona puede ser infectada por «oleadas» de virus distintos a medida que evolucionan dentro de su organismo. Los virus no cambian tan rápido
Está claro que los virus tienen una capacidad incomparable de acumular mutaciones, Pero esto no quiere decir que cambien tanto; acostumbran a hacer falta años a fin de que las mutaciones afecten a rasgos importantes de los virus. Los motivos son variados: «La mayoría de las mutaciones tienen un impacto negativo sobre alguna función del virus y acaban eliminadas por la selección natural», escribe Grumbaugh, lo que implica que desaparecen de la población pues adquirirlas es una desventaja. De la misma forma pueden aparecer mutaciones que cambien la virulencia o bien la capacidad de transmisión del virus, Sin embargo Conforme este investigador, «no se extenderán con mucha frecuencia a no ser que sean ventajosas». a su vez, muchos de los rasgos de los virus, Del mismo modo que el modo de transmisión, dependen de Múltiples genes, De esta forma que es más improbable que cambios puntuales tengan un efecto ventajoso. Para que aparezcan ventajas hace falta que acumulen numerosas mutaciones y, De ahí que, «es raro ver virus que han cambiado en tiempos evolutivos cortos Pese a contar altas tasas de mutación», en palabras de Nathan D. Grubaugh. Las mutaciones no acostumbran a incrementar la letalidad
Para nuestra tranquilidad, difícilmente estos cambios harán a los virus más letales, En tanto que «La alta virulencia puede reducir la transmisibilidad del virus si es que el hospedador está demasiado enfermo», Conforme este estudioso. En otros términos, si es que un virus deja a una persona moribunda o de manera directa fallecida, es muy probable que el patógeno abandone menos descendientes capaces de proseguir infectando. Por eso, «Se suele ver todo lo contrario», afirma José Antonio López Guerrero, virólogo y profesor de la Universidad Autónoma de La capital española. «Con el tiempo, los virus tienden adaptarse al hospedador y van perdiendo virulencia, por el hecho de que no les interesa destruir a su hospedador. De esta forma avanzó con el virus de la gripe española o con la gripe de 2009». Un estudio subido recientemente al servidor «medRxiv» concluía que lo más probable es que el virus pierda severidad y se convierta en un Sólo patógeno estacional, recurrente cada invierno. Por tanto, las diferentes tasas de letalidad que se están registrando en cada país «probablemente no están causadas por la existencia de cepas más o bien menos virulentas», Según López Guerrero. «Este baile de cifras es artificial: depende de la profundidad de las pruebas de PCR y de diagnóstico (si es que no se conoce La mayor una parte de los casos, Solo se cuentan los casos más graves, De este modo que la letalidad semeja más alta) y de factores sociales y sanitarios en cada país», prosigue. ¿Pueden las mutaciones afectar a una vacuna?
Dejando al margen la letalidad, a medida que el coronavirus se extiende, continua evolucionando en cada célula, en cada persona y en cada país y va acumulando nuevas mutaciones. De ahí que podría llegar un punto en que las vacunas dejasen de ser útiles para nuevas variantes del SARS-CoV-2. «Indudablemente un virus que muta mucho podría dar problemas», indica José Antonio López. «Pero éste no parece ser la situación del SARS-CoV-2, pues es bastante estable». También, tal De exactamente la misma forma que explica, no Sólo hay decenas de candidatos a vacunas (se está trabajando en 41 de ellas), Sino más bien que Asimismo se búsqueda diseñarlas para reconocer Múltiples «dianas» de los virus y para generar una respuesta inmunitaria prolongada. Ignacio López-Goñi incide en que este coronavirus es menos variable que el virus de la gripe, «un campeón de la variabilidad» para el que se desarrollan nuevas vacunas cada temporada. Holmes y Zhang recuerdan que este virus cuenta con una enzima con capacidad de corregir equivocaciones, compensando En este sentido su tendencia natural a copiar negligentemente el material genético. Por consiguiente, no hay pruebas de que el virus pueda sufrir «cambios radicales, Del mismo modo que su transmisibilidad o virulencia, Puesto que esos raramente cambian en la escala de una sola epidemia», escriben en un artículo publicado en «Cell». En este sentido coincide Trevor Bredford, epidemiólogo en el Centro de Investigación Fred Hutchinson y profesor en la Universidad de Washington (EE.UU.). «Mi predicción es que deberíamos ver mutaciones eventuales en la proteína S del SARS-CoV-2 (crucial para su capacidad de infectar) que le permitan escapar parcialmente de las vacunas o de la inmunidad de conjunto, Sin embargo éste es un proceso que probablemente llevará años y no meses», tal De exactamente la misma manera que escribió en Twitter.<blockquote class=”twitter-tweet”><p lang=”en” dir=”ltr”>So, my prediction is that we should see occasional mutations to the spike protein of <a href=”https://twitter.com/hashtag/SARSCoV2?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw”>#SARSCoV2</a> that allow the virus to partially escape from vaccines or existing &quot;herd&quot; immunity, but that this process will most likely take years rather than months. 12/12</p>&mdash; Trevor Bedford (@trvrb) <a href=”https://twitter.com/trvrb/status/1242628564324761606?ref_src=twsrc%5Etfw”>March 25, 2020</a></blockquote> <script async src=”https://platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script> El «árbol genealógico del virus»
Aunque las mutaciones del SARS-CoV-2 no vayan a cambiar la letalidad o a trastocar la eficacia de las vacunas, en el corto plazo, hay muchos científicos colaborando y aprovechándose de las mutaciones para estudiar su evolución. Ya se ha registrado la existencia de «clústers» o bien Conjuntos de virus en los países con distintas secuencias y se han secuenciado cientos y cientos de genomas. La última actualización de la web Nexstrain, promovida entre otros por Trevor Bredford, muestra el conocimiento recabado acerca de la filogenia del coronavirus Desde su salida de China: algo De esta forma De La misma manera que un árbol genealógico donde se puede observar la historia de los contagios. Ya se han secuenciado 1.495 genomas provenientes de 48 países en seis continentes. Los últimos datos muestran que el virus se ha estado diseminando y mezclando por Europa en las últimas tres a cinco semanas. Todo este trabajo deja estudiar, a nivel molecular, toda la historia del SARS-CoV-2: qué virus es, si es que es nuevo, de qué forma se transmite, cuál es su reservorio, qué factores provocaron su aparición, de qué forma evoluciona y de qué manera se adapta. Las técnicas de secuenciación de última generación, la publicación rápida de artículos y la colaboración internacional de científicos, compartiendo información, dejan avanzar muy de manera rápida en el conocimiento sobre el enemigo. Eso sí, para ser plenamente eficaces, estas técnicas tienen que combinarse con estudios epidemiológicos (que miden acerca de el terreno de qué forma progresa la epidemia) y con análisis serológicos, masivos sondeos que rastrean la presencia de anticuerpos frente el virus para saber cuál es verdaderamente la dispersión del virus. ¿Cómo son los mutantes del SARS-CoV-2?
En esta pandemia de récord la contestación científica tambien ha sido de récord. Tan Sólo unos días Despues de que se detectase la epidemia, los científicos lograron una de las cosas más importantes en la respuesta frente estas situaciones: hacer el «retrato robot» del enemigo. El 5 de enero, Debido a las más avanzadas técnicas de secuenciación, científicos chinos obtuvieron el genoma completo del virus. Esto dejó averiguar quién era y de dónde venía, lo que es clave para entender de qué forma se transmite o bien de qué manera infecta y para diseñar nuevos tratamientos y vacunas. En verdad, Solo dos meses Después de conseguir su secuencia ya se están probando candidatos a vacunas, Tal como el de la compañía Moderna, en pacientes voluntarios. Gracias a esta secuencia, El jornada de hoy se sabe que el SARS-CoV-2 es un coronavirus muy parecido al que provocó la epidemia de 2003 (acto seguido llamado SARS-CoV-1) y que pertenece al género de los Betacoronavirus. Aunque, se ha averiguado que, Gracias a una larga historia de mutaciones y de evolución este virus tiene modificada una proteína de su envuelta, la S, que le deja unirse a las células a las que va a atacar, y que la secuencia genética de ésta es un 28% diferente a la del 1er coronavirus. Además se ha descubierto una modificación en la secuencia de la proteína S que le permite unirse a la furina, una enzima de animales. Estos cambios, aparte de otros, han convertido al SARS-CoV-2 en un Solo virus altamente peligroso, por su capacidad de transmitirse entre personas. El misterioso origen del coronavirus Los análisis De la misma forma han permitido mostrar que el SARS-CoV-2 es parecido a coronavirus que infectan a murciélagos y pangolines, lo cual lleva a sospechar que proceda de los primeros y que los segundos sean hospedadores intermedios. La acumulación de mutaciones detectada, implica, Conforme escriben Edward C. Holmes y Yong-Zhen Zhang en su artículo de «Cell», «más de 20 años de evolución de secuencias». Dicho de otro modo, el virus no mutó repentinamente, Sino que la actual pandemia se gestó A lo largo de décadas en Varios animales sin que lo detectáramos. Otra opción que no se puede descartar es que el virus evolucionase hasta su versión actual transmitiéndose Durante años entre personas, sin que lo detectáramos hasta diciembre de 2019, Según están discutiendo Holmes y Zhang. También, el genoma del SARS-CoV-2 y su historial de mutaciones están lejos de indicar que proceda de un laboratorio, De exactamente la misma forma que ha sostenido alguna teoría. Su secuencia se publicó de manera rápida y ha sido investigada por científicos de todo el planeta que, De la misma forma, han ido obteniendo nuevas secuencias a medida que la epidemia se extendía. Un artículo publicado la semana pasada en «Nature Medicine» repasaba las pruebas de que el mutante SARS-CoV-2 no ha sido fabricado por el humano: esencialmente los cambios que presenta no tienen nada que ver con lo predicho por los modelos y no se usan los sistemas enzimáticos que se conocen. «Los información genéticos revelan irrefutablemente que SARS-CoV-2 no proviene de ningún “chasis” de virus usado previamente», escriben los autores de ese estudio.