Las primordiales agencias espaciales del planeta lo tienen claro: en el horario el hombre vuelva a la Luna, lo hará para quedarse. Establecer bases sobre parte superficial de nuestro satélite Además que puesto de investigación y De exactamente la misma manera que puente hacia otros lugares (Marte es el que suena con más obliga) es uno de los objetivos a medio plazo en la inédita carrera espacial. Sin embargo el problema es que no estan sencilla fabricar estas infraestructuras; y Sin embargo existen proyectos que estudian llevar impresoras 3D que puedan diseñar los habitáculos, ¿con qué materiales se alimentarán estas máquinas? Luego un nuevo estudio con participación española indica al orín de los astronautas De esta manera tal como una suerte de cemento lunar. Si bien pueda sonar intratable, el realidad la orina es un recurso perfecto: gratis, prácticamente ilimitado, no Necesita transporte, Porque se «fabricaría» por la parte de los astronautas de manera autónoma en exactamente la misma Luna. El problema es de qué forma mezclar este elemento con otros materiales que estén en el satélite formando un polímero que resista a las duras condiciones lunares: Desde fluctuaciones extremas de temperatura hasta la intensa radiación y el impacto eventual de meteoritos. En este nuevo estudio, investigadores de Noruega, España, los Países Bajos y Asimismo Italia, en cooperación con la Agencia Espacial Europea (ESA), hicieron una serie de experimentos para experimentar el manipulación de la urea, un componente muy utilizado y que se puede hallar en la orina humana, Asimismo que plastificante, una sustancia que se puede agregar a materiales Tal como el concreto para hacerlo más flexible Ya antes de que se endurezca. Los resultados se publican en la revista «Journal of Cleaner Production». «Para hacer el hormigón geopolímero que se utilizará en la Luna, la idea es emplear lo que está allí: regolito (el material suelto de parte superficial) y el agua del hielo presente en Algunas áreas», explica a SINC uno de los creadores, Ramón Pamies, profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena (Murcia), donde se han efectuado diferentes análisis de las muestras por medio de difracción de rayos X. «Pero a su vez, con este estudio hemos visto que También podría usarse un producto de desecho, De este modo como la orina del personal de la base, por el hecho de que Ambos componentes primordiales de este fluido corporal son el agua y la urea, una molécula que deja que se rompan los enlaces de hidrógeno y, por consiguiente, reduce las viscosidades de muchas mezclas acuosas». Utilizando un material desarrollado por la ESA, que es idéntico al regolito lunar, junto con urea y Varios plastificantes, los estudiosos, utilizando una impresora 3D, han fabricado Múltiples cilindros de una especie de «barro». Al compararlos, revelaron que las muestras que portaban urea soportaban grandes pesos y sostenían una forma casi estable. Cuando se calentó a 80 °C, su resistencia De la misma forma aguantó, e incluso aumentó acto seguido de ocho ciclos de congelación-descongelación Al igual que los cuales se producen en la Luna. «Todavía no hemos investigado de qué forma se extraería la urea de la orina, Ya que estamos evaluando si es que esto verdaderamente sería preciso, pues quizá sus otros componentes Además podrían usarse para formar el hormigón geopolímero», explica Anna-Lena Kjøniksen, una de las autoras. También agrega: «El agua real en la orina podría usarse para la mezcla, junto con la que se puede obtener en la Luna, o una combinación de ambas». Los científicos subrayan el requerimiento de ejecutar más pruebas para descubrir el mejor material de construcción para las bases de la luna, donde se puede generar en masa utilizando impresoras 3D.