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El espectacular sistema de neblina en capas del misterioso hexágono de Saturno

En 1980, las naves Voyager 1 y Voyager 2 hicieron un increíble descubrimiento Cuando sobrevolaban Saturno: en la región polar norte del gigante anillado encontraron un hexágono perfecto. Análisis siguientes mostraron que se trataba de una estructura ondulante que no cambiaba a pesar del intenso y largo ciclo de estaciones del planeta. En su interior, fluye una estrecha y rápida corriente en chorro en donde los vientos alcanzan velo­cida­des máximas de unos 400 km/hora. Aunque, la onda en sí misma per­manece casi estática: apenas se desplaza con respecto a la rotación de Saturno. Todas y cada una estas propiedades hacen que esta región sea de enorme interés para los astrónomos.  Luego de las Voyager, la sonda Cassini les tomó el relevo entre 2004 y 2017. Pertrechada con cámaras de alta definición, tomó muchas instantáneas del mundo y de aquella estructura. En 2015, su cámara principal obtuvo imágenes del limbo del mundo a muy alta Decisión, capaces de resolver detalles de 1-2 km, que capturaban las nieblas situadas sobre las nubes que trazan la onda hexagonal. Además, utilizó muchos filtros de color, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo cercano, permitiendo De este modo estudiar la composición de estas nieblas. Estas imágenes son la base de un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad del País Vasco (UPV) y que ha sido publicado en «Nature Communications». «Las imágenes de Cassini nos han permitido detectar que, Del mismo modo que si formaran un “sand­wich”, el hexágono tiene un sistema multicapa de, al menos, siete neblinas que se extienden Desde la cima de sus nubes hasta más de 300 kilómetro de altura sobre ellas», explica Agustín Sánchez Lavega, quien lidera el estudio. «Otros mundos fríos Al afín que el satélite Titán de Saturno o el planeta enano Plutón tienen Asimismo capas de nieblas, Sin embargo no en tal número, ni tan regularmente espaciadas».    Cada capa de niebla tiene entre 7 y 18 kms de espesor en vertical y, de pacto con el análisis espectral, contienen partículas muy pequeñas con radios del mandato de 0,1 a 1 micra. Su composición química es exótica para nuestros estándares terrestres, Puesto que, Gracias a las bajas temperaturas en la atmósfera del gigante anillado -entre 120°C y 180°C bajo cero-, podrían estar compuestas por pequeños cristales de hielo de hidrocarburos como el acetileno, propino, propano, diacetileno, o aun butano en el caso de las nieblas más altas.  Otro de los aspectos que el elenco ha estudiado es la regularidad en la distribución vertical de las nieblas. La hipótesis que proponen es que las nieblas están organizadas por la propagación vertical de ondas de gravedad que generan oscilaciones en la densidad y temperatura de la atmósfera, fenómeno bien conocido en la Tierra y otros planetas. Los investigadores plantean que es la propia activa del hexágono y su intensa corriente en chorro la que puede estar detrás de la formación de estas ondas de gravedad. En la Tierra también se han observado este tipo de ondas generadas por la corriente en chorro ondulante que con velocidades de 100 km/h se dirige de oeste a este en las latitudes medias. El fenómeno pudiera ser parecido en Ambos planetas, Si bien las peculiaridades de Saturno hacen que este sea un caso único en el sistema solar. Este es un aspecto que queda pendiente para próximas investigaciones.