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SpaceX, a punto de lanzar a EE.UU. a una inédita carrera espacial

El 16 de enero de 2003 un pedazo de espuma truncó el sueño americano de dominar el espacio con una flota de transbordadores espaciales. En pleno despegue un fragmento de aislante golpeó el ala del transbordador «Columbia», creando un considerable agujero que causó la destrucción de la nave y la muerte de sus siete tripulantes en el horario volvía a la Tierra, el 23 de febrero. Esta tragedia y los elevados precios de las misiones llevaron a que la NASA pusiera objetivo al programa de transbordadores el 21 de julio de 2011, con el último vuelo del «Atlantis». Desde entonces, la todopoderosa agencia espacial ha estado en dependencia de las naves rusas «Soyuz» para colocar en órbita a sus astronautas. No obstante Despues de años de esfuerzo, y de Múltiples retrasos causados por la pandemia de COVID-19, este miércoles la NASA tiene previsto lanzar el 1er vuelo espacial tripulado con destino a la Estación Espacial Internacional en prácticamente una década. Los astronautas Robert Behnken (49) y Douglas Hurley (53), tripulante del último vuelo del «Atlantis», despegarán a las 16.32 hora local (22.32 hora peninsular) de mañana, en un cohete reutilizable «Falcon 9», de la compañía SpaceX, y a bordo de la cápsula «Crew Dragon». Por vez primera A partir de 2011, astronautas americanos despegarán A partir de suelo americano y no A partir del cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, para realizar un vuelo orbital. Bajo la mirada de Trump La misión, que ha recibido El nombre de «Demo-2», despegará Desde la histórica plataforma de lanzamiento 39A, en el Centro Espacial Kennedy, Florida, que vio despegar las misiones del programa Apolo y de los extintos transbordadores. El lanzamiento ha sido intensamente promocionado por la maquinaria de comunicación de la NASA y va a ser presenciado por el presidente de EEUU, Donald Trump. Si la meteorología lo permite, y el vuelo no se retrasa hasta el cercano 30 de mayo, Behnken y Hurley atracarán en la estación espacial 19 horas a continuación del lanzamiento. Su cohete aterrizará automáticamente en una plataforma robótica ubicada en el Atlántico, libre para regresar a ser usado. El lanzamiento va a ser esencial por dos motivos. En 1er lugar por el hecho de que USA busca terminar con su dependencia de las naves Soyuz y competir con Rusia y China. En parte por ello Trump ha creado una inédita rama de las fuerzas armadas, la «Space Force», para operar en la órbita, y ha anunciado El propósito de expedir dos astronautas a la Luna en 2024. En segundo lugar, el vuelo de mañana es un esencial hito en El objetivo estratégico de potenciar el turismo y la explotación económica de la órbita baja de la Tierra: toda una inédita carrera espacial en la que las empresas de alta tecnología y los nuevos cohetes de bajo costo de compañías privadas se disputarán el espacio, tanto en la Tierra Al idéntico que más allá. «Aspiramos a un futuro en el que tengamos una docena de estaciones espaciales en la órbita baja de la Tierra», ha dicho para AFP Jim Bridestine, jefe de la NASA. «Todas ellas operadas por la industria privada», ha añadido. De instante, el despegue supondrá el bautismo de la cápsula tripulable «Crew Dragon», de SpaceX, compañía que hasta en seguida se había limitado a mandar suministros a la estación espacial a bordo de una cápsula no tripulable. Asimismo consolidará al cohete reutilizable Falcon 9, usado ya de forma rutinaria. Si es que todo va bien, SpaceX tiene previsto enviar un turista a circunnavegar la Luna en 2023.