Ir al contenido

Descubren las señales de un paraíso perdido para animales y personas

No muy lejos del cabo de las Agujas, la porción más meridional de África, hay un importante yacimiento arqueológico a apenas 100 mts del mar: la Cueva de Blombos. En esta caverna, explorada A partir de comienzos de los noventa, se han encontrado herramientas de hueso, cuentas y piezas de ocre de hasta 80.000 años de antigüedad que constituyen un interesante testimonio de la edad de piedra. Las evidencias más antiguas tienen hasta 140.000 años y apuntan a la presencia de marisqueo y tal vez pesca. Se cree que a medida que el clima de la Tierra se dirigió cambiando y atravesando periodos glaciales e interglaciales el océano avanzó y retrocedió, Pero que la cueva retornó a ser ocupada una y otra vez. No obstante, ¿realmente estuvo desocupada en algún momento? Un estudio que se ha publicado últimamente en «Quaternary Science Reviews», ha concluido que los aledaños de la Cueva de Blombos, que reciben La denominación de Llanura Paleo-Agujas (PAP, en inglés), en honor al cercano cabo de Agujas, tuvieron unas condiciones tan buenas, que el asentamiento tal vez estuvo ocupado de manera terminante y hasta los animales migratorios se establecieron allí. En otros términos, en la región existió un auténtico paraíso Hoy totalmente perdido. «La Llanura de Paleo-Agujas, En el momento en que estaba expuesta, era un Serengueti del Sur y probablemente una de las costas más ricas del mundo», ha expresado en un Sólo comunicado Curtis Marean, director del estudio e investigador en la Universidad del Estado de Arizona (EE.UU.). «La confluencia única de comida procedente de la tierra y el mar cultivó las complejas culturas reveladas por el registro arqueológico y proporcionó un refugio para los humanos A lo largo de los ciclos glaciales que realizaron emerger la llanura y que convirtieron gran parte del resto del planeta en un lugar poco acogedor para la vida humana». La que Antes se dirigió fértil llanura Hoy está sumergida bajo las frías aguas, ante a la costa de Sudáfrica. Lo cual Hoy son cuevas a unos cuantos metros del mar, en otro tiempo acudieron refugios A partir de los que se dominaban las llanuras recorridas por ríos, lagos y toda clase de animales. «Hubo una gran franja de tierra delante de las cuevas», ha expresado Jamie Hodgkins, 1era cantautora del trabajo e investigadora de la Universidad de Colorado en Denver. «Creemos que es probable que los humanos y los carnívoros cazaran allá a los animales que migraban del este al oeste por la llanura». ¿Migraban los animales?
Con la finalidad de comprobarlo, los investigadores recurrieron a un análisis que permite valorar los patrones de movilidad de los animales en la antigüedad, por su relación con la dieta: estudiaron el contenido en isótopos de carbono y oxígeno en el esmalte de dientes de antílopes y otros herbívoros hallados en la zona, hace unos 150.000 años. En teoría, los isótopos podrían indicar si los animales se movían del este al oeste, y viceversa, con el paso de las estaciones. Ahora de analizar los dientes de 39 individuos, incluyendo alcéfalos, ñúes y gacelas saltarinas, descubrieron que los isótopos no evidenciaban la existencia de movimientos migratorios. Por ello, los estudiosos han propuesto que las condiciones eran tan buenas que aun los animales migratorios se quedaban allí de forma terminante. Un auténtico paraíso
«Sabemos que un fuerte sistema de ríos alimentaba la costa extendida, por lo cual los animales no tenían que migrar», ha expresado Hodgkins. «Era una enorme localización, muy rica en recursos». Si los herbívoros campaban a sus anchas por la Llanura Paleo-Agujas, es de esperar que tanto los carnívoros Al igual que los cazadores humanos También lo hicieran. «Durante los periodos interglaciales, en el instante la costa se acercaba a las cuevas, los humanos tenían marisco y otros recursos marinos», ha comentado Jamie Hodgkins. «Y Cuando la costa se alejaba en periodos glaciales, los cazadores tenían acceso a un medio terrestre muy rico, y no necesitaban ser tan móviles con todos esos herbívoros vagando por la zona». En verdad, previamente se han hallado pruebas de que hubo humanos en la región hace 74.000 años, coincidiendo con la erupción del supervolcán Toba, que creó un «invierno nuclear» que duró seis años. Ahora han podido confirmar que esto fue posible Gracias a los generosos recursos de esta porción de tierra ubicada al borde del mundo.