La mascarilla es un arma fundamental en la lucha contra el covid-19. De esta forma lo cree un grupo de investigadores comandado por Renyi Zhang, de la Universidad de Texas A&M, quienes advierten en la gaceta PNAS de que el virus se transmite eminentemente por el aire, propagándose tan De manera fácil que la distancia social no es suficiente para protegernos. Por eso, el club señala la importancia de emplear protección facial y acusa a los diversos gobiernos y responsables sanitarios mundiales de no haber enfatizado adecuadamente su uso A lo largo de la pandemia. Zhang, un distinguido maestro de ciencias atmosféricas, y sus colegas, entre ellos un premio Nobel de Química, el mexicano Mario Molina, explican que las partículas diminutas, rápidas y De la misma forma invisibles portadoras del virus que se escapan al hablar, respirar, toser o estornudar pueden ser inhaladas De forma fácil por otra persona, aun minutos u horas Más tarde de su liberación por un infectado y Pese a las medidas de alejamiento social. Zhang cree que la orientación dirigida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control de Enfermedades no ha sido lo suficientemente estricta Además que para detenerse la propagación de la enfermedad. «El alejamiento social y el lavado de manos deben proseguir, Sin embargo eso no es suficiente protección», asegura. «El sencilla esfuerzo de usar una máscara reducirá las posibilidades de que pequeñas partículas infectadas en el aire que no se puedan ver se adhieran al tracto respiratorio». Aun a dos metros
Los investigadores proporcionan un ejemplo: un hombre que no sabe que está infectado y que no EEUU una máscara facial está en una tienda de comestibles. Otro cliente, Además sin protección acerca de su nariz y boca, está en la tienda a 2 mts de distancia y nunca habla con el hombre. Aún De esta forma, De forma fácil podría inhalar sin saberlo las partículas infectadas, que se unen velozmente A lo largo del tracto respiratorio. «La complicación de los portadores silenciosos que se mueven En medio los espacios públicos, combinada con la actual falta de comprensión total de la transmisión del virus, dificulta el desarrollo de políticas de mitigación efectivas que podrían defender al público», sostienen los investigadores en un parte. La Organización Mundial de la Salud sugirió erróneamente hasta mediados de marzo que el virus no podía transferirse por el aire. Una vez que se probó que eso no era cierto, el 3 de abril inició a recomendarse el manipulación de mascarillas de tela no quirúrgicas En el momento en que se está públicamente. Rescatar vidas
El Equipo comparó las tendencias de la tasa de infección de covid-19 en Italia y Nueva York Ya antes y ahora de que las mascarillas fueran obligatorias. En Los dos lugares, las curvas que mostraban las tasas de infección se aplanaron Solo ahora de que la medida fuese adoptada. A su juicio, el uso de estos elementos previno más de 78.000 infecciones en Italia entre el 6 de abril y el 9 de mayo, y más de 66.000 infecciones en la ciudad de Nueva York entre el 17 de abril y el 9 de mayo. Para Zhang y Molina, expertos en contaminación atmosférica mundial, el hecho de que una máscara ayude a la eliminación del virus y limite la exposición a la infección no es sorprendente, Porque han estudiado A lo largo de mucho tiempo cómo las partículas infinitesimales que viajan por el aire pueden ser De manera fácil absorbidas por los pulmones. Molina, muy conocido por formar parte del descubrimiento de la formación del agujero de ozono antártico, advierte a los gobiernos y a los encargados de la toma de resoluciones de que «es inmediata de que se den cuenta de que ponerse una máscara y cubrir nuestras caras, algo tan simple, puede rescatar vidas»