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Dos rayos pulverizan todos los récords conocidos: uno duró más de 16 segundos, y el otro se extendió por medio de 709 kilómetro

Un comité de expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) termina de certificar dos descargas extremas de rayos que han pulverizado los récords anteriores de duración y distancia de estos fenómenos eléctricos. El primero, anunciado en pasado 25 de junio, viajó un rayo que iluminó el cielo de Argentina el 4 de marzo de 2019 y que duró exactamente 16,73 segundos, más del doble que el récord previa. El segundo, del 31 de octubre de 2018, se extendió en horizontal ni más ni menos que A lo largo de 709 kilómetro, A partir de el Océano Atlántico, Durante parte de Brasil y cara Argentina. Versa prácticamente de La misma distancia que existe entre La capital de España y Ceuta. Los dos récords precedentes de duración y extensión habían sido medidos por redes terrestres de antenas y receptores GPS. Se trataba de un rayo que viajó observado en 2007 en Oklahoma y que se extendía más de 321 kilómetro en horizontal; y de un fogonazo de 2012 en Francia que duró casi ocho segundos. Los nuevos “mega rayos”, por el contrario, se verificaron utilizando imágenes de satélite, Al igual que las de las misiones GOES-16 y GOES-17. El uso de estos información dejan advertir rayos extremos que Antes estaban fuera de los límites de los detectores terrestres. Los nuevos récords serán registrados oficialmente en los archivos climáticos de la OMM y se publicarán en un cercano número de Geophysical Research Letters. “Se trata de registros extraordinarios para acontecimientos de relámpagos individuales – explica Randall Cerveby, relator líder de Tiempo y Clima Extremo de la OMM-. Los extremos ambientales son testimonios en vivo de lo cual la Naturaleza es capaz de hacer, Tal y como del progreso científico que permite hacer esas detecciones”. Casos Todavía mayores
Según la OMM, es posible que existan casos extremos Aún mayores, y que seamos capaces de observarlos a medida que la tecnología de medición de rayos siga mejorando. “Eso nos proporcionará -prosigue Cerveby- valiosa información para establecer límites a la escala de los rayos, incluidos los mega rayos, por cuestiones no Sólo científicas, Sino más bien De la misma forma de ingeniería y seguridad”. Por lo general, en efecto, resulta muy sencillo calcular a qué distancia ha caído un rayo. Del mismo modo que el sonido viaja a una velocidad famosa (340 mts por segundo) bastará con poseer los segundos que transcurren entre el destello (que suele durar un instante) y el trueno y multiplicarlos después por 340 para conocer lo lejos que estamos del peligro. Por ejemplo, si contamos 10 segundos entonces del “flash”, sabremos que el rayo ha caído a 3.400 metros de distancia. ¿Pero qué ocurre si es que el rayo mismo dura, De exactamente la misma manera que en este caso, más de 16 segundos? ¿O si su longitud es de más de 700 km? Son casos extremos, de pacto, No obstante más nos vale tener en cuenta que estas cosas pueden acontecer para que, en caso de estar en medio de una tormenta eléctrica, podamos extremar las precauciones.