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El Sol De La misma manera que nunca se había visto: las capturas más cercanas nunca capturadas

En 1610 Galileo Galilei publicaba su famosa álbum «Sidereus Nuncius», un pequeño diario de las primeras observaciones del espacio por medio de un telescopio de catorce aumentos. Entre las notas, el padre de la astronomía moderna recogía que el Sol debía «unas manchas negras» acerca de su superficie, y que el astro rey lanzaba una especie de «llamaradas» inexplicables. En un Solo instante en que la Tierra se creía el centro del Universo, ciertos investigadores de la temporada calificaron estos fenómenos De La misma manera que «impurezas» o bien incluso «ilusiones ópticas». «Sobre la esencia, el sector y el movimiento de dichas manchas, frente todo no cabe duda que son cosas reales», escribía Galileo respondiendo a aquellas disparatadas teorías. Hoy, cuatro siglos a continuación, la humanidad sabe que Galileo tenía razón; Aunque Todavía permanece sin poseer claro qué son exactamente aquellas manchas y cómo funciona realmente nuestra estrella. No obstante está en sendero de averiguarlo. Concretamente a 77 millones de kilómetros del Sol, donde se encuentra actualmente la nave europea Solar Orbiter, la misión más ambiciosa capitaneada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la NASA. La sonda, lanzada Desde Cabo Cañaveral el pasado 10 de febrero, acaba de terminar la fase de puesta a punto de sus instrumentos, un total de diez -dos con sello español-. Y Solo con «encender el botón» para comprobar que todo funciona correctamente, la misión ya ha obtenido sorprendentes resultados: aparte de ser las instantáneas más cercanas del Sol nunca tomadas por el hombre -ha habido otras sondas que se han acercado más, Pero ninguna con cámaras-
, se han revelado micro llamaradas por toda la superficie solar, algo Así Del mismo modo que pequeñas «hogueras»; a su vez, se ha comprobado que la nave es capaz de procesar «in situ» capturas más del doble de rápido que en la Tierra Debido a un chip de fabricación española; y las pruebas preliminares apuntan a que Solar Orbiter está lista y preparada, llamada a hacer historia en la física solar moderna. Imágenes capturadas por Los instrumentos EUI y PHI del Sol a 77 millones de kilómetros de la estrella en diversos longitudes de onda – Solar Orbiter (ESA & NASA)
Mini fulguraciones por todo el Sol
«Estas son Solo las primeras capturas y ya podemos ver fenómenos nuevos muy interesantes», explica en rueda de prensa online Daniel Müller, científico del Proyecto Solar Orbiter de la ESA. Lo más llamativo, Sin duda, son esas «minifulguraciones» captadas debido al instrumento Extreme Ultraviolet Imager (EUI) A lo largo de su órbita elíptica más siguiente al Sol. «Las micro llamaradas son familiares de las erupciones solares que podemos observar A partir de la Tierra, No obstante millones o bien mil millones de veces más pequeñas», asevera David Berghmans, del Real Observatorio de Bélgica (ROB), investigador principal del instrumento EUI, que toma capturas de alta Resolución de las capas inferiores de la atmosfera de nuestra estrella. «El Sol puede parecer tranquilo a primera vista, No obstante en el instante miramos en dato, podemos ver esas ‘bengalas’ en miniatura por todos lados». Solar Orbiter/EUI Team (ESA & NASA); CSL, IAS, MPS, PMOD/WRC, ROB, UCL/MSSL
Los científicos todavía no saben si esas micro llamaradas son Sólo pequeñas versiones de grandes erupciones o responden a otro tipo de mecanismo. Aún De este modo, ya existen teorías que apuntan a que podrían estar contribuyendo a uno de los fenómenos más misteriosos del Sol, el calentamiento coronal: de momento se ignora por qué la corona solar, la capa más externa de la atmósfera de nuestra estrella, está a una temperatura de más de un millón de grados centígrados, Mientras que parte superficial de la estrella registra «solo» unos 5.500 grados centígrados. Conocer la explicación detrás de esta «anomalía» es el «Santo grial» de la física solar. «Obviamente es demasiado pronto para saberlo, No obstante Esperamos que al conectar estas observaciones con mediciones de otros instrumentos, que son capaces de ‘sentir’ el viento solar, podamos contestar a ciertos de estos misterios», apostilla Yannis Zouganelis, científico adjunto del Proyecto Solar Orbiter en la ESA. Acá precisamente entrará en juego uno de El instrumental españoles, el Energetic Particle Detector (EPD), que continuamente A lo largo del viaje recabará datos de las partículas energéticas que pasen a su cerca de. En sus primeras mediciones, los sensores de EPD De la misma forma han dado gratas sorpresas. «Hay una actividad constante de partículas supratérmicas -que tienen una energía más potente de las partículas que emanan del viento solar- que sospechamos que pueden estar relacionadas con las propiedades del sitio magnético interplanetario que envuelve todo el Sistema Solar, Sin embargo Aún es pronto para sacar conclusiones», explica para ABC Javier Rodríguez-Pacheco, catedrático de Astronomía y Astrofísica de la UAH e estudioso primordial de EPD. El lado «oculto» del Sol
Pero las partículas que más preocupan a los expertos del clima espacial son las que emanan de las potentes erupciones solares, en las que se libera la energía equivalente a millones de bombas atómicas. Estas aceleran y cargan el viento solar hasta cotas que pueden ser peligrosas para la vida en la Tierra, Porque son capaces de dañar Desde los satélites que orbitan alrededor de nuestro mundo a, en casos extremos, las redes eléctricas del suelo terrestre -como demostró el evento Carrington-. Y, aparte de estudiarlas sobre el terreno con instrumentos De exactamente la misma manera que el EPD, Solar Orbiter monitorizará otros fenómenos que están estrechamente relacionados con estas tormentas solares, Del mismo modo que, en efecto, las manchas de las que se dirigió testigo Galileo. Hasta el momento se sabe que estas manchas solares, A pesar de registrar temperaturas más bajas que el resto de la superficie, cuentan con una intensa actividad magnética. Estas regiones más oscuras figuran, crecen, cambian de dimensiones y de aspecto para entonces desaparecer al cabo de semanas o aun meses. El problema es que, Hasta ahora, Solo podíamos verlas Desde la perspectiva de la Tierra. «Pero con Solar Orbiter podremos proseguir su trayectoria y verlas evolucionar Desde puntos que hasta en seguida estaban ocultos», explica a ABC Jose Carlos del Toro Iniesta, investigador del IAA-CSIC y que colidera junto a Alemania el instrumento SO/PHI, encargado de mapear la actividad magnética del Sol. «En este instante, estamos en la parte del ciclo solar de 11 años Una vez que el Sol está muy tranquilo», explica Sami Solanki, directivo del Colegio Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Gotinga (Alemania), e Estudioso Principal de PHI junto a Del Toro. «Pero a causa a que Solar Orbiter está en un Solo ángulo diferente que la Tierra, podremos ver una zona activa que no era observable A partir de nuestro punto de vista». Es decir, tener un «espía» detrás del Sol En tanto Desde los observatorios terrestres Además se hacen mediciones. De este modo, en las primeras pruebas, el instrumento ha demostrado su capacidad para captar cómo varía la intensidad del campo magnético solar tanto a nivel global Tal y como enfocado en regiones concretas más pequeñas, proporcionando increíbles imágenes de las que Algunas han sido procesadas en la propia nave por un chip creado en la escuela de Astrofísica de Andalucía (IAA) que es capaz de elaborar la labor en 20 minutos, al tiempo que en la Tierra costaría medio centenar ordenadores y una hora. «Jamás se había desarrollado esta clase de dispositivo ni siquiera para observaciones A partir de tierra y entonces hemos visto que funciona estupendamente», confirma Del Toro. Imagen del Sol con el telescopio de disco entero de SO/PHI (izquierda). Mapa del sector magnético solar obtenido con el mismo telescopio (centro). Ámbito magnético solar con el telescopio de alta Resolución (derecha). Los colores verdes y marrones representan las dos polaridades (Norte y Sur) del sitio magnético. – SOLAR ORBITER/ PHI/ ESA/ NASA
«Todos estamos muy entusiasmados con estas primeras capturas, No obstante esto es Sólo el principio», finaliza Müller. Desde aquí a Solar Orbiter le quedan dos años para acercarse a unos 48 millones de kms del Sol, elevarse en el plano y enseñarnos, entre otras muchas cosas, los polos de nuestra estrella, algo Ya antes jamás visto por el hombre. Para todo hay una 1era vez, diría Galileo.