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El Universo podría estar plagado de «nubes» de pequeños agujeros negros indetectables

Entre las varias clases de agujeros negros (supermasivos, estelares, de masa intermedia…) existe una que preocupa especialmente a los científicos. Versa de los “agujeros negros primordiales”, de tamaño mucho menor (A partir de microscópicos a apenas unos pocos km) Sin embargo con masas que pueden llegar a ser equivalentes a la de una estrella. Nunca nadie ha visto uno, Sin embargo la teoría afirma que tales agujeros negros deberían haberse formado en enormes cantidades A lo largo de los primeros segundos Despues de el Big Bang. Y posteriormente dos estudiosos españoles, Juan García Bellido y Manuel Trashorras, junto a Savvas Nesseris, todos ellos de la Universidad Autónoma de La villa de Madrid, han descubierto que esos diminutos y oscuros objetos podrían permanecer existiendo en el Universo vigente, viajando por el Universo en enormes Grupos que resultan casi invisibles. Su trabajo concluye de aparecer en el servidor de prepublicaciones ArXiv. En el Universo primitivo, justo posteriormente del Big Bang, toda la materia que existe estaba comprimida en una ardiente “sopa de partículas” tan densa que podría haber colapsado en numerosos puntos y dar De este modo origen a los agujeros negros primordiales. Si esa multitud de millones y millones de pequeños agujeros negros consiguieron sobrevivir hasta la actualidad, podrían haberse vuelto Aún mucho más pequeños de lo que eran en origen, de modo que serían mucho más difíciles de advertir que los agujeros negros “normales”, los que se constituyen Al idéntico que consecuencia del colapso gravitatorio de estrellas muy grandes, y por supuesto de los supermasivos, que ocupan vastas zonas en los centros de muchas galaxias. 5.000 simulaciones
García-Bellido y sus colegas realizaron más de 5.000 simulaciones informáticas para tratar de averiguar de qué manera podrían haber evolucionado esos supuestos Grupos de agujeros negros principales. De este modo, localizaron que en la actualidad podría haber genuinas “nubes” de ellos, cada uno con una masa igual a la del Sol y apenas unos kilómetro de diámetro, extendiéndose En medio miles de años luz. Los eferctos gravitatorios del interiro de la nube, También, podrían hacer que algunos de ellos resultaran “expulsados” del conjunto y lanzados al espacio vacío a cerquita de 1.000 km por segundo. Pese a ello, García-Bellido cree que no existe motivo para preocuparnos: “Las posibilidades de que uno de estos agujeros negros expulsado de algún conjunto pueda golpear el Sistema Solar a corto plazo son propiedad de una entre miles de millones de billones”. Los científicos localizaron Además que tanto las agrupaciones de agujeros negros Del mismo modo que los cuales, A continuación de ser expulsados, viajan libres por el Universo deberían comportarse de forma muy parecida a De exactamente la misma forma que Lo hace la materia oscura, esa misteriosa forma de materia que no podemos descubrir de forma directa (En tanto que no emite radiación alguna) y cuya presencia Sólo podemos inferir observando los efectos gravitacionales que genera en los objetos que tiene cerquita. Para García-Bellido, si los agujeros negros primordiles están en realidad “ahí fuera”, podrían ser la solución al enigma de la materia oscura, una de las mayores cuestiones abierta de la ciencia Durante las últimas décadas.