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Completar el cielo de satélites dificultará descubrir asteroides peligrosos para la Tierra

Un informe publicado esta semana por el grupo de trabajo de Constelaciones de Satélites (SATCON1) ha alertado del enorme riesgo que suponen las megaconstelaciones de satélites para la continuación de las observaciones astronómicas A partir de la Tierra. Una de las consecuencias es que los programas de búsqueda de asteroides y cometas peligrosos van a tener muchas más dificultades a causa del brillo de los estos aparatos. En concreto, el grupo de trabajo ha concluido que la megaconstelación Starlink, de SpaceX, que tiene Del mismo modo que finalidad proporcionar un mejor acceso a internet en todo el planeta, puede llegar a suponer un riesgo extremo, Según ha informado «Space.com». Decenas de miles de nuevos satélites
Starlink ya tiene en órbita un total de 600 satélites, cada uno de ellos de unos 220 kilogramos, Sin embargo SpaceX ya tiene permiso para lanzar un total de 12.000 y planea llegar hasta los 30.000. Además, recientemente la empresa Amazon adquirió permiso para lanzar una constelación, de nombre Proyecto Kuiper, con 3.200 satélites. Por otra parte, OneWeb debía previsto lanzar un total de 650 nuevos aparatos, No obstante está por ver si lo hará Porque recientemente fue adquirida por un consorcio. Imagen tomada Desde Namibia del cometa SWAN – Derald Rhemann
Para poner en contexto estas cifras, se calcula que A partir de 1957 la Humanidad ha lanzado 10.000 satélites al espacio y que a continuación mismo cuenta con alrededor de 2.500 aparatos operativos en la órbita baja de la Tierra (LEO), En general comprendida entre los 200 y los 2.000 kms. Guía para eludir el impacto Por todo esto, SATCON1 ha escrito un informe en el que ha hecho una serie de recomendaciones para minimizar los impactos y permitir la continuidad de las observaciones astronómicas. Conforme han detallado, el impacto real dependerá de la naturaleza de las observaciones y de la capacidad de El instrumental para eliminar los rastros de los satélites. Al mismo tiempo, el número, brillo y altitud de estos aparatos será crucial. Así, han concluido que los satélites afectarán más a los telescopios que investigan el cielo en el rango visible y de infrarrojos. También, han considerado que se verán especialmente perjudicados los programas de busca de asteroides y cometas peligrosos, cuyas observaciones se están haciendo Durante el crepúsculo. Según SATCON1 estas redes de satélites en la órbita baja suponen un problema A partir de cierta altitud. Por poner un ejemplo, han concluido que una constelación grande, de 74 aparatos, a unos 1.200 kms, «sería visible toda la noche, A lo largo del verano, y fracciones significativas de las noches de invierno, otoño y primavera, lo que deberá un impacto negativo en casi todos y cada uno de los programas obsevacionales». Limitar las megaconstelaciones
Por otro lado, el informe Destaca que a menores altitudes, de unos 600 kms, las constelaciones tienen menos impacto. Este es la situación de Starlink, cuya órbita está a los 550 kilómetros de altura (no muy lejos de la Estación Espacial Internacional, que ronda los 400). Asimismo han propuesto controlar la orientación de los satélites y oscurecer sus superficies para reducir el brillo reflejado por estos aparatos. Para facilitar el trabajo de los observadores, han propuesto desarrollar programas de procesamiento para minimizar los rastros luminosos, a la vez que se hace pública la datos sobre las órbitas de los satélites, a fin de que los astrónomos puedan evitarlos. Finalmente, han recomendado no lanzar o bien al menos disminuir el lanzamiento de megaconstelaciones en la órbita baja de la tierra, por el hecho de que «es la única opción identificada de conseguir un impacto cero».