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La radiación en la Luna, diez veces más alta que en un vuelo intercontinental

Múltiples naciones quieren llegar a la Luna en los próximos años, En esa oportunidad para quedarse, explotar sus recursos y Asimismo comenzar una inédita etapa de la exploración espacial que nos llevé Aún más lejos, seguramente a Marte. Pero nuestro satélite es inhóspito y está repleto de riesgos. Uno de ellos es la radiación espacial, que podría poseer graves consecuencias en la salud de los astronautas. Las misiones Apolo llevaron consigo unos instrumentos denominados dosímetros, que hicieron mediciones rudimentarias de la exposición total a la radiación En medio las expediciones lunares. Ahora, científicos chinos y alemanes consiguieron las primeras mediciones con Resolución temporal Debido a un instrumento a bordo del módulo de aterrizaje lunar chino Chang’e-4, que aterrizó en el lado opuesto de la Luna el 3 de enero de 2019. Los investigadores utilizaron un instrumento llamado «Lunar Lander Neutron and Dosimetry» (LND), desarrollado en la Universidad de Kiel. Las medidas tomadas por el LND dejan el cálculo de la denominada dosis equivalente. Esto es importante para considerar los efectos biológicos de la radiación espacial en los humanos. «La exposición a la radiación que hemos medido es un buen punto de referencia para la radiación dentro de un traje de astronauta», afirma Thomas Berger, del Centro Aeroespacial Alemán en Colonia, coautor de la texto. Las mediciones exhiben una tasa de dosis equivalente de aproximadamente 60 microsieverts por hora. En comparación, en un vuelo de larga distancia de Frankfurt a Inédita York, es de 5 a 10 veces más bajo, y en tierra más de 200 veces más bajo. Dado que los astronautas estarían en la Luna mucho más tiempo que los pasajeros de un vuelto transatlántico, esto representa una exposición considerable para los humanos, señala Robert Wimmer-Schweingruber, de la Universidad de Kiel. «Los humanos no estamos hechos para resistir la radiación espacial. Si bien, los astronautas pueden y deben protegerse lo más posible A lo largo de estancias más largas en la Luna, por poner un ejemplo, cubriendo su hábitat con una gruesa capa de suelo lunar», explica Wimmer-Schweingruber. De esta manera, «el riesgo de los astronautas de contraer cáncer y otras enfermedades podría reducirse», añade la coautora Christine Hellweg, del Centro Aeroespacial Alemán. La «luz del día»
El dispositivo de Kiel toma mediciones En medio la «luz del día» lunar y, Del mismo modo que todos y cada uno de los demás equipos científicos, se apaga Durante la noche lunar muy fría y de prácticamente dos semanas de duración, para ahorrar energía de la batería. El dispositivo y el módulo de aterrizaje estaban programados para tomar medidas En medio al menos un año, y ya han superado este fin. Los data del dispositivo y el módulo de aterrizaje se transmiten a la Tierra a través del satélite de retransmisión Queqiao, que se encuentra detrás de la Luna. Los data logrados También tienen cierta relevancia con respecto a próximas misiones interplanetarias. Dado que la Luna no tiene ni un campo magnético protector ni una atmosfera, el campo de radiación en su superficie es idéntico al del espacio interplanetario, aparte del blindaje de la Luna misma. Los estudiosos Creen que estas mediciones De la misma forma se pueden utilizar para revisar y desarrollar más modelos que puedan usarse para misiones futuras. Por ejemplo, en una misión tripulada a Marte.