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Los pájaros mejoraron su canto gracias al confinamiento humano por el Covid-19

Que el confinamiento por el Covid-19 ha tenido efectos beneficiosos en la naturaleza es un hecho: se ha documentado ampliamente la disminución del dióxido de carbono y dióxido de nitrógeno en el aire, ha mejorado la calidad del agua de las ciudades, la vegetación ha retomado el control en muchos lugares y se han podido ver animales en lugares en los que reinaba el hombre. En seguida un nuevo estudio que termina de ser publicado en «Science» ha encontrado uno más: las aves han mejorado su calidad cantando. Según la investigación, la reducción del explosión provocado por el hombre en el confinamiento por la pandemia mundial ha llevado a que Algunas aves de California retomaran niveles de calidad en su canto que no se observaban A partir de hacía medio siglo. En concreto, el Plantel liderado por Elizabeth Derryberry (Universidad de Tennessee, Knoxville), Jennifer Philips (Universidad Politécnica Estatal de California) y David Luther (Universidad George Mason) se fijó en los gorriones de corona blanca del área de la Bahía de San Francisco. Utilizando registros precedentes y siguientes al cierre en entornos tanto urbanos Al semejante que rurales de la región pudieron constatar que el hombre era causa directa de los cambios regionales en el canto de los pájaros observados con anterioridad. Unos cambios que afectan acerca de todo a la capacidad de los machos para cuidar sus territorios. Esta conclusión se dirigió posible Debido a que el elenco de Derryberry lleva años monitorizando las poblaciones de gorriones en la Bahía de San Francisco. Trabajos anteriores habían demostrado que a medida que los niveles de estruendo urbano aumentaban -principalmente debido al tráfico-, las aves se iban desplazando para cantar canciones con frecuencias mínimas más altas, «lo que aumenta la distancia de comunicación, Sin embargo a costa de una menor interpretación vocal», explican los investigadores. Dicho de otro modo, los pájaros se alejaban y cantaban más alto, Pero con una calidad menor. Por ello, el confinamiento fue una enorme ocasión para poder observar si es que, efectivamente, la acción del hombre había sido la principal causa de este empeoramiento del canto. Y la premisa se cumplió: los niveles Empezaron a mejorar en la primavera de 2020, Después de el confinamiento en la zona. «Los gorriones del ultimo conjunto, expuestos a un estruendo de fondo muy reducido, presentaron caídas en las amplitudes vocales y reducciones en las frecuencias vocales mínimas, lo cual dio opción a incrementos en la interpretación vocal», afirman en el estudio. Estos cambios acudieron mucho más notables para las aves en áreas urbanas, explican los creadores, lo que seguramente les dio a estas aves una capacidad mucho mayor para competir por territorios de reproducción. De la misma forma, los resultados revelan la rapidez con la que las aves pueden adaptarse a los entornos cambiantes y sugieren que colocar solución al ruido antropogénico de manera duradera podría fomentar no solamente la mejora del canto de las aves, Sino más bien la diversidad de otras especies.