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Hay demasiado oro en el Universo, y nadie sabe por qué

En sus Múltiples observaciones, los astrónomos llevan mucho tiempo detectando la inconfundible firma del oro en el Universo. Pero su cantidad es muy superior a la que debería existir Conforme las teorías actuales. Algo, en consecuencia, está fabricando grandes cantidades de oro “ahí arriba”, Si es que bien absolutamente nadie sabe todavía qué. El problema es el siguiente: el oro es un elemento, lo que significa que no es posible fabricarlo A partir de reacciones químicas ordinarias, Si bien los alquimistas lo estuvieron intentando A lo largo de siglos. Para conseguir el preciado metal, en efecto, es necesario formar núcleos atómicos sucesos de 79 protones y 118 neutrones cada uno, lo que es una reacción de fusión nuclear que supera con creces nuestras posibilidades. En la naturaleza, Si bien, existen acontecimientos, Por lo general de extrema violencia, capaces de construir oro y otros metales pesados, Si bien esos acontecimientos no se producen con la frecuencia necesaria para explicar la gran cantidad de oro que existe tanto en la Tierra Al igual que en otros lugares del Sistema Solar. Y acto seguido, para colmo, un nuevo estudio recién aparecido en The Astrophysical Journal acaba de demostrar que el principal pretendiente a productor de oro, las colisiones entre estrellas de neutrones, tampoco basta para explicar la abundancia observada. ¿De dónde viene luego el oro? Algunos expertos apuntan a otras posibilidades, Al afín que las violentas explosiones de supernovas, Sin embargo incluso De este modo la volumen total de oro tendría que ser muy inferior a la que es. Estrellas de neutrones y supernovas
Las estrellas de neutrones son núcleos extraordinariamente densos de estrellas que explotaron De exactamente la misma manera que supernovas o bien se deshicieron violentamente de sus capas externas Acto seguido de un colapso gravitatorio. En el horario dos de esos remanentes estelares chocan, fabrican oro En medio un breve tiempo a base de comprimir protones y neutrones dentro de los núcleos atómicos que después lanzan al espacio. Pero las supernovas, Por lo general, tampoco son suficientes para explicar todo el oro del Universo. La razón, Conforme Chiaki Kobayashi, astrofísica de la Universidad de Hertfordshire en el UK y música y escritora primordial del estudio, es sencilla: las estrellas lo suficientemente masivas Del mismo modo que para fusionar oro inmediatamente antes de morir (al estallar Del mismo modo que supernovas) son muy raras e, en el horario explotan, esas estrellas se convierten en agujeros negros, que absorben La mayoría del oro que podrían haber fusionado. Auténticos «chorros» de oro
Es cierto que De la misma forma existen otros tipos más exóticos de supernovas, De exactamente la misma forma que aquellas en que la estrella moribunda gira acerca de sí misma tan rápido y es sacudida por campos magnéticos tan fuertes que, al explotar, se vuelve literalmente del revés, emitiendo al espacio auténticos “chorros” de oro. Sin embargo si las supernovas de estrellas masivas capaces de fabricar oro son, Al igual que se ha expresado, extrañas, esta clase concreto de supernovas rotatorias magnéticas lo es todavía más. Conforme Kobayashi y sus colegas, ni siquiera sumando estas extrañas supernovas con las colisiones de estrellas de neutrones se conseguiría explicar la cantidad de oro que hay en la Tierra y sus aledaños. Para la investigadora, la cuestión se divide en dos fases: “primero, las fusiones de estrellas de neutrones no son suficientes. Y segundo, incluso añadiendo otra fuente, las supernovas, seguimos sin poder explicar la cantidad de oro observada”. Kobayashi piensa que estudios precedentes acertaron al decir que las colisiones de estrellas de neutrones liberan una auténtica “lluvia de oro”. Sin embargo esos estudios no tuvieron en cuenta lo poco frecuentes que son ese tipo de colisiones. En verdad, Hasta ahora los científicos Solo han visto algo De este modo en una única situación. Una montaña de datos
En su estudio, extremadamente minucioso, los estudiosos analizaron una auténtica montaña de data, y los conectaron a los mejores modelos que describen de qué forma surgen los distintos elementos químicos. El artículo, En verdad, contiene referencias a otras 341 publicaciones, tres veces más de lo habitual. Debido a su enfoque, Kobayashi y sus colegas han logrado explicar la formación y abundancia de átomos tan ligeros Del mismo modo que el carbono 12 (seis protones y seis neutrones) y tan pesados Del mismo modo que el uranio 238 (92 protones y 146 neutrones). Y sus modelos De la misma forma acertaron a la hora de predecir la volumen de estroncio producida por la colisión de dos estrellas de neutrones, que coincide con lo observado directamente por los astrónomos. Pero el oro sigue siendo un enigma. Para Kobayashi, la única conclusión posible es que “algo que todavía desconocemos tiene que estar fabricando oro. O BIEN puede que las colisiones de estrellas de neutrones produzcan mucho más oro de lo cual sugieren los modelos actuales. En cualquier caso, los astrofísicos tienen Aún mucho trabajo por delante Antes de que consigan explicar de dónde vino todo ese lujo”.