Ir al contenido

36 km por segundo. Esa es la máxima velocidad posible del sonido

Solemos decir que la velocidad del sonido es de algo más de 340 metros por segundo, y que la de la luz, mucho más rápida, alcanza casi los 300.000 kilómetro por 2do. Pero, tanto en un caso Al parecido que en otro, eso no Siempre y en toda circunstancia es De este modo. Tanto la luz En este sentido como el sonido se componen de ondas, y la velocidad a la que se transmiten esas ondas cambia Según el medio en el que se propaguen. En el vacío, por poner un ejemplo, la luz efectivamente viajará a 300.000 kilómetro por segundo, No obstante en el agua será más lenta. Y lo mismo sucede con las ondas sonoras. A continuación, un elenco de estudiosos de las universidades Queen Mary en Londres y Cambridge, junto a científicos del Colegio de Física de Altas Presiones en Troitsk, acaba de ubicar cuál es la máxima velocidad posible para el sonido. Y resulta que es decenas de veces superior a los ya famosos 340 mts por 2do. En verdad, una onda sonora puede llegar a desplazarse muchísimo más veloz, hasta los 36 kilómetro por segundo, Siempre y en toda circunstancia y Cuando las condiciones sean las adecuadas. El resultado multiplica por dos el anterior «récord» de velocidad del sonido en el diamante, el material más duro conocido en nuestro mundo. El trabajo concluye de publicarse en Science Advances Pero puede consultarse acá. Más veloz en los sólidos
Las ondas, Asimismo que las del sonido o la luz, son perturbaciones que mueven energía de un sector a otro. Y pueden viajar A lo largo de distintos medios, Del mismo modo que el aire o el agua, moviéndose a distintos velocidades Según lo que atraviesen. Además, las ondas se mueven mucho más veloz Una vez que viajan por medio de cuerpos sólidos de lo que lo harían por medio de líquidos o bien gases. Esa es la razón, por poner un ejemplo, de que podamos oir mucho Ya antes un tren que se acerca si es que pegamos el oído a las vías que si es que Esperamos a que su sonido nos llegue por el aire. La teoría de la relatividad esencial de Einstein establece el límite de velocidad absoluta a la que puede viajar una onda, que es la velocidad de la luz, a casi 300.000 km por 2do. Si bien, hasta más tarde no se sabía si es que las ondas sonoras Asimismo tienen un límite superior de velocidad. Los estudiosos, en su estudio, muestran que la máxima velocidad posible del sonido depende de dos constantes fundamentales: la de estructura fina y la relación de masa entre el protón y el electrón. Ambas magnitudes juegan un particular papel en la comprensión de nuestro Universo. Sus valores, en efecto, gobiernan reacciones nucleares Del mismo modo que la desintegración de los protones o bien la síntesis nuclear en las estrellas. Y el equilibrio entre Los dos números proporciona una estrecha «zona habitable» donde los planetas y las estrellas consiguen formarse y pueden emerger estructuras moleculares que sostengan la vida. Si es que bien, los nuevos hallazgos sugieren que estas dos constantes fundamentales Asimismo pueden influir en otros campos científicos, Del mismo modo que la ciencia de los materiales o bien la física de la materia condensada, al establecer límites a propiedades específicas de los materiales, Como es el caso de la velocidad del sonido. Comprobando una idea
Los estudiosos obtuvieron primero una predicción teórica, y la pusieron más tarde a demuestra en una extensa gama de materiales para comprobar si era cierta su idea de que la velocidad del sonido debería disminuir a medida que disminuye la masa de los átomos. La predicción implica que el sonido alcanza su límite de velocidad Una vez que atraviesa hidrógeno atómico sólido. Lo que es un problema, Ya que el hidrógeno Sólo se solidifica a enormes presiones (por arriba de un millón de atmósferas), una presión comparable a la que existe en los núcleos de gigantes gaseosos En este sentido tal y como Júpiter. A esas presiones, en efecto, el hidrógeno se convierte en un fascinante sólido metálico que conduce la electricidad Como el cobre y que, a temperatura Ambiente, podría convertirse en un superconductor. Por tanto, los estudiosos tuvieron que ejecutar complejos cálculos de mecánica cuántica de última generación para probar su predicción. Y descubrieron que, efectivamente, la velocidad del sonido en el hidrógeno atómico sólido está muy cerquita del límite fundamental teórico. Según Chris Pickard, maestro de Ciencia de los Materiales en la Universidad de Cambridge y uno de los autores del estudio, “las ondas sonoras en los sólidos ya son muy importantes en muchos campos científicos. Por servirnos de un ejemplo, los sismólogos utilizan ondas sonoras iniciadas por terremotos en las profundidades de la Tierra para comprender la naturaleza de los acontecimientos sísmicos y las propiedades de la composición del mundo. Además pertenecen interés para los científicos de materiales, Ya que las ondas sonoras están relacionadas con importantes propiedades elásticas, incluida la capacidad de resistir al «estrés». Kostya Trachenko, A su vez, primer firmante del trabajo, asegura que «creemos que los hallazgos de este estudio podrán contar más aplicaciones científicas al ayudarnos a descubrir y comprender los límites de diferentes propiedades Como la viscosidad o bien la conductividad térmica, relevantes para la superconductividad de elevadas temperaturas, el plasma que quark-gluones y Asimismo aun la física de los agujeros negros».