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De qué forma la «Gran Muerte» estuvo a punto de aniquilar toda la vida en la Tierra

Para el ser humano es inimaginable, No obstante la Tierra ha pasado por catástrofes globales que han puesto en jaque exactamente la misma vida en el mundo. Una de las más conocidas es la que Tuvo lugar hace 66 millones de años, En el momento en que el impacto de un asteroide en lo que Hoy es la península del Yucatán, en México, ha colocado objetivo a la era de los dinosaurios. Pero mucho Antes, hace 252 millones de años, en el límite entre las épocas del Pérmico y Triásico, Ocurrió una extinción masiva mucho más extrema, conocida De exactamente la misma manera que la «Gran Mortandad». Las tres cuartas partes de todas y cada una de las especies terrestres y cerquita de del 95% de todas las del océano desaparecieron. Incluso las plantas y los insectos Normalmente resistentes sufrieron una aniquilación. El mundo estuvo cerquita de convertirse en una roca desolada y yerma. Si bien las causas de esta extinción masiva todavía generan disputa, los científicos coinciden en señalar a unas gigantescas erupciones volcánicas ocurridas en una enorme región luego activa llamada trampas o escaleras siberianas, que liberaron en la atmosfera miles de millones de toneladas de cenizas y carbono, alterando drásticamente el clima en todo el planeta. En seguida, un club internacional ha reconstruido la secuencia de los hechos que llevaron a un insoportable efecto invernadero. Su estudio, advierten en la gaceta «Nature Geoscience», extrae lecciones sombrías para el futuro si no cuidamos el medio Entorno. Fósiles de almejas
Los investigadores, dirigidos por Hana Jurikova, del centro Alemán de Investigación de Geociencias – Centro Helmholtz Potsdam, estudiaron los isótopos del elemento boro en las conchas calcáreas de fósiles de braquiópodos -unos organismos similares a las almejas que existieron en la Tierra A lo largo de 500 millones de años- encontrados bien conservados en los Alpes del Sur. Estas conchas se depositaron en el fondo del océano Tetis hace 252 millones de años. Resulta que dependiendo del grado de acidificación de los mares, los caparazones de los organismos que viven en ellos difieren sutilmente en su composición química. Así, los estudiosos pudieron determinar la tasa de acidificación de los océanos en el límite Pérmico-Triásico. Gracias a que el pH del océano y el dióxido de carbono atmosférico (CO 2) están estrechamente relacionados, el Equipo pudo reconstruir los cambios en el CO 2 atmosférico al debut de la extinción de los isótopos de boro y carbono. A continuación utilizaron un modelo geoquímico innovador para estudiar el impacto de la inyección de CO 2 en el medio Entorno. Efecto invernadero
Sus hallazgos mostraron que las erupciones volcánicas en los traps, liberaron inmensas cantidades de CO 2 a la atmosfera. La liberación de este gran CO 2 duró Múltiples milenios y provocó un duro efecto invernadero en el mundo del Pérmico tardío, provocando un calentamiento y una acidificación extremos del océano. Asimismo trajo consecuencias adicionales: con el crecimiento de las temperaturas globales ocasionado por el efecto invernadero, De la misma forma aumentó la meteorización química en la tierra. A lo largo de miles de años, cantidades crecientes de nutrientes llegaron a los océanos Mediante ríos y costas, que entonces se fertilizaron en exceso. El resultado fue un agotamiento de oxígeno a gran escala y la variación de ciclos elementales completos. Los varias factores estresantes ambientales resultantes se combinaron para eliminar una extensa pluralidad de Conjuntos de animales y plantas. «Estamos ante una catástrofe en cascada en la que el aumento de CO 2 en la atmósfera desencadenó una cadena de acontecimientos que extinguieron sucesivamente prácticamente toda la vida en los mares», asegura Jurikova. Acciones humanas
«Las viejas erupciones volcánicas de esta clase no pertenecen forma directa comparables a las emisiones de carbono antropogénicas (hechas por el hombre) y, En verdad, todas y cada una las reservas modernas de combustibles fósiles son demasiado insuficientes para liberar tanto CO 2 A lo largo de cientos de años, y mucho menos miles de años Al semejante que lo cual se dirigió lanzado hace 252 millones de años», explica. «Pero es asombroso -continúa- que la tasa de emisión de CO 2 de la humanidad sea actualmente catorce veces mayor que la tasa de emisión anual En el momento en que que marcó la mayor catástrofe biológica en la historia de la Tierra “.