A lo largo de cientos de miles de años, los primeros humanos del valle del Rift, en África Oriental, no experimentaron grandes cambios en su Ambiente. Los abundantes lagos de agua dulce de la región garantizaban el suministro de agua, y los grandes herbívoros vagaban a sus anchas por los amplios pastizales. Pero hace alrededor de 400.000 años las cosas cambiaron bruscamente. El paisaje, de pronto, se volvió impredecible y los antepasados de los humanos tuvieron que contrariar a situaciones nuevas y complejas, y a una inestabilidad que desafiaba su antigua forma de vida. En seguida, un club interdisciplinar de investigadores liderado por Richard Potts, director del Human Origins Program en el Museo Smithsonian de Historia Natural, en Washington, ha descrito el largo periodo de inestabilidad sufrido en esta comunicado de África, que Ocurrió al mismo tiempo que los humanos de la región experimentaron profundos cambios en sus comportamientos y culturas. El estudio se acaba de publicar en Science Advances. El análisis del 1er núcleo de perforación sedimentario que representa un millón de años completo de historia ambiental en el Valle del Rift muestra, en efecto, que al mismo tiempo que los humanos abandonaban sus antiguas herramientas en favor de tecnologías más complejas y sofisticadas y ampliaban sus redes comerciales, el paisaje que les rodeaba experimentaba frecuentes fluctuaciones en la vegetación y el suministro de agua. En otras palabras, los recursos de estar Siempre y en todo momento y en toda circunstancia y en toda circunstancia disponibles de manera fiable. Y los investigadores Creen que viajó precisamente esa inestabilidad en el clima, la tierra y el ecosistema lo cual ha puesto a demuestra la adaptabilidad de los humanos, impulsando el crecimiento de nuevos comportamientos y tecnologías. Potts y sus colegas ya documentaron en 2018 estos cambios culturales basándose en artefactos recuperados en el yacimiento de Olorgesailie. Décadas de estudio en ese sector arqueológico permitieron a los científicos averiguar que los humanos de la región habían dependido del mismo tipo de herramientas, hachas de mano de piedra, En medio 700.000 años. Un larguísimo periodo A lo largo del que su vida se dirigió notablemente estable, sin grandes cambios de comportamiento o bien estrategias de supervivencia. A continuación, Aunque, hace unos 320.000 años, los pobladores del Valle del Rift ingresaron en la denominada “Edad de Piedra Media”, y Comenzaron a construir armas más pequeñas y sofisticadas, incluso proyectiles. Casi al mismo tiempo, dio arranque el intercambio de recursos con otros Conjuntos distantes y el uso de pigmentos para colorear, lo cual sugiere el surgimiento de una comunicación simbólica. Todos estos cambios, por el hecho de que, supusieron una significativa desviación de su estilo de vida anterior, algo que, Conforme los investigadores, quizá ayudó a los primeros humanos a hacer frente a su nuevo y variable Ambiente. “La historia de la evolución humana -dice Potts- ha sido una historia de creciente adaptabilidad. Venimos de un árbol genealógico que es diverso, Sin embargo todas esas otras formas de ser humano más tarde están extintas. Solo queda una, nosotros, y es posible que seamos la especie más adaptable que haya existido acerca de la faz de la Tierra.” Enormemente adaptables
Si bien algunos científicos ya habían propuesto que las fluctuaciones climáticas podían, por sí solas, haber llevado a los humanos a desarrollar esta notable capacidad de adaptación, el flamante estudio indica que las cosas son, realmente, mucho más complicadas. Sus análisis, en efecto, muestran que la variabilidad climática es Sólo uno de Múltiples factores ambientales entrelazados que, juntos, impulsaron los cambios culturales descritos por Potts en 2018. Ahora, el flamante análisis revela de qué manera un clima cambiante, junto a alteraciones en la vegetación y la fauna, y Asimismo al surgimiento de nuevas fallas Gracias a la actividad tectónica, se unieron para impulsar cambios disruptivos que impulsaron la innovación tecnológica, el comercio y la comunicación simbólica, tres factores clave de la adaptabilidad y que resultaron ser beneficiosos para los humanos de la zona. Una “brecha” de 180.000 años
Al tratar de entender la particular transición evolutiva descubierta en Olorgesailie, Potts y su Equipo se toparon, Si bien, con una gran brecha en la historia ambiental de la región. La erosión allí, un área montañosa llena de afloramientos sedimentarios había eliminado, en efecto, las capas geológicas correspondientes a unos 180.000 años. Y lo había hecho exactamente en el periodo en que se produjo esa transición evolutiva en nuestros antepasados. Por consiguiente, para acceder a ese fuerte periodo “perdido”, los científicos tuvieron que buscar en otra comunicado. Lejos de desanimarse, Potts y su club se las arreglaron a fin de que una empresa de Nairobi perforara la cercana cuenca de Koora, extrayendo sedimentos de tierra a la mayor profundidad posible. A Solo 15 km de los lugares de excavación, Koora es una vasta llanura cubierta de hierba, y los estudiosos no tenían una idea clara de lo cual podía haber debajo. Gracias a la colaboración de los Museos Nacionales de Kenia y la comunidad local de Oldonyo Nyokie, se recibió quitar un núcleo de 139 metros. Y ese cilindro de tierra, de apenas cuatro cm de diámetro, resultó representar un millón entero de años de la historia ambiental de la región. Una actividad frenética
A partir de ahí la actividad científica se retornó frenética. Y junto al elenco de Potts, decenas de investigadores de instituciones de todo el mundo Empezaron a trabajar para investigar el registro ambiental que con tanto esfuerzo se había conseguido, y que ahora se ha convertido en el registro ambiental africano más exacto del ultimo millón de años. Al trazar las edades de los radioisótopos y los cambios en la composición química y los depósitos dejados por las plantas y los organismos microscópicos en las diversos capas del núcleo, el elenco consiguió reconstruir las primordiales características del clima y el paisaje a través del tiempo. Y hallaron que Después de un largo periodo de estabilidad, el medio Ambiente de esta comunicado de África se volvió mucho más variable hace unos 400.000 años, justo Cuando la actividad tectónica fragmentó el paisaje. Entonces, al integrar la data obtenida del núcleo de perforación con lo aprendido en los fósiles y artefactos arqueológicos, los estudiosos descubrieron que todo el ecosistema evolucionó al unísono en contestación a esos cambios. Los análisis sugieren que a medida que partes de las llanuras cubiertas de hierba se acudieron fragmentando A través de las nuevas fallas, se formaron pequeñas cuencas. Cuencas que eran más sensibles a los cambios en las precipitaciones que las cuencas lacustres, mucho mayores, que había Antes. El terreno elevado Además dejó que la escorrentía de agua que viene de lugares más altos contribuyera a la formación y secado de los lagos. Todos esos cambios ocurrieron A lo largo de un periodo en el que las precipitaciones se habían vuelto más variables, algo que generó dramáticas fluctuaciones en el suministro de agua. Al lado de los “cortes de agua”, Además se desencadenó un grupo más amplio de cambios ecológicos. Los estudiosos, en efecto, encontraron que la vegetación de la zona También cambiaba repetidamente, alternando entre llanuras cubiertas de hierba y áreas boscosas. Mientras que tanto, los grandes herbívoros ya no encontraban grandes extensiones de pasto para alimentarse, y Comenzaron a extinguirse, siendo reemplazados por mamíferos más pequeños y con dietas más diversas. “Se provocó un recambio masivo en la fauna animal precisamente A lo largo del periodo de tiempo en que vemos cambios en el comportamiento humano temprano. Los animales Asimismo influyeron en el paisaje A lo largo del tipo de plantas que comían. Y los propios humanos, con sus innovaciones Tal como armas de proyectiles, Asimismo afectaron a la fauna. Es todo un ecosistema en pleno repuesto, con los humanos Del mismo modo que comunicado de él.” Por ultimo, Potts indica que Aunque la adaptabilidad es un sello emblema de la evolución humana, eso no significa que la especie esté necesariamente equipada para soportar el brusco cambio que la Tierra experimente en el presente a causa al recambio climático provocado por el hombre. “Tenemos una capacidad asombrosa para adaptarnos -explica el científico- tanto biológicamente, en nuestros genes, De la misma forma que cultural y socialmente. El interrogante, Aunque, es: ¿Estamos creando ahora por medio de nuestras propias actividades nuevas fuentes de variante ambiental que seguirán poniendo a demuestra la adaptabilidad humana?”