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La Nebulosa del Anillo Azul: resuelto un misterio cósmico A partir de hace más de una década

La misión Galex de la NASA, que A lo largo de diez años se dedicó a la observación de las galaxias A partir de el espacio, detectó en 2004 un objeto diferente a cualquier otro que se hubiese visto Ya antes en la Vía Láctea: una gota grande y débil de gas con una estrella en su centro. En las imágenes del telescopio, la mancha parecía azul, Si bien realmente no emite luz visible para el ojo humano, y observaciones siguientes revelaron una estructura de anillo grueso dentro de ella. Así que el elenco la apodó la Nebulosa del Anillo Azul. A lo largo de los posteriores 16 años, la estudiaron con varias telescopios terrestres y espaciales, Sin embargo cuanto más aprendían, más misteriosa parecía. Después, un nuevo estudio publicado en la gaceta «Nature» puede haber resuelto la ocasión. Al aplicar modelos teóricos de vanguardia a la enorme cantidad de información que se han recopilado acerca de este objeto, los creadores sugieren que la nebulosa, una nube de gas en el espacio, tal vez esté compuesta por restos de dos estrellas que colisionaron y se fusionaron en una sola. Si es que bien se piensa que los sistemas estelares fusionados son bastante comunes, es prácticamente imposible estudiarlos de inmediato Entonces de su formación por el hecho de que están oscurecidos por los restos que genera la colisión. En el momento en que los escombros se han despejado, al menos cientos y cientos de miles de años entonces, son difíciles de identificar pues se asemejan a estrellas no fusionadas. La Nebulosa del Anillo Azul parece ser una suerte de «eslabón perdido», Según explican los autores del estudio. Los astrónomos están viendo el sistema estelar Sólo unos pocos miles de años Después de la fusión, En el momento en que la evidencia de la unión Aún es abundante. Parece ser el primer ejemplo conocido de un sistema estelar fusionado en esta etapa. Operado entre 2003 y 2013 y administrado por el Laboratorio de Propulsión a Reaccion (JPL) de la NASA en el sur de California, Galex fue diseñado para censar las poblaciones de estrellas jóvenes en otras galaxias. Para hacer esto, la misión observaba tanto la luz ultravioleta cercana (longitudes de onda tenuemente más cortas que la luz visible) Al semejante que la luz ultravioleta lejana. La mayor una parte de los objetos vistos por Galex irradiaban tanto UV próximo (representado en amarillo en sus imágenes) Al idéntico que UV lejano (representado en azul), Pero la Nebulosa del Anillo Azul enfatizó pues Sólo emitía luz ultravioleta lejana. El tamaño del objeto era parecido al de un remanente de supernova, que se manera Una vez que una estrella masiva se queda sin combustible y explota, o bien una nebulosa planetaria, los restos hinchados de una estrella del tamaño de nuestro Sol. No obstante la Nebulosa del Anillo Azul debía una estrella viviente en su centro. Mundo fantasma
En 2006, el elenco observó la nebulosa con el telescopio Hale de 5,1 mts en el Observatorio Palomar en el condado de San Diego, California, Y luego con los telescopios aún más potentes de 10 metros en el Observatorio WM Keck en Hawái. Hallaron evidencias de una onda de choque en la nebulosa, lo que sugiere que el gas que la compone había sido efectivamente expulsado por algún tipo de incidente violento alrededor de la estrella central. Los datos de Keck Asimismo indicaron que la estrella estaba tirando una enorme volumen de material hacia su superficie. Esto hizo que el elenco pensara En medio bastante tiempo que probablemente había un planeta de varias veces la masa de Júpiter siendo desgarrado por la estrella. En 2012, utilizando el primer estudio de cielo completo del telescopio espacial WISE de la NASA, que estudia el cielo en luz infrarroja, los astrónomos identificaron un disco de polvo que orbita alrededor la estrella. Los información de archivo de otros tres observatorios infrarrojos, incluido el espacial Spitzer de la NASA, También detectaron el disco. El hallazgo no descartó la posibilidad de que un mundo Asimismo estuviese orbitando la estrella, Sin embargo el Plantel demostraría que el disco y el material expulsado al espacio provenían de algo más grande que incluso un planeta gigante. Entonces, en 2017, el Buscador de Planetas de Región Habitable en el Telescopio Hobby-Eberly en Texas afirmó que no había ningún objeto compacto orbitando la estrella. Se la tragó por completo
Más de una década Posteriormente de encontrar la Nebulosa del Anillo Azul, el elenco había recopilado una ingente volumen de data acerca de el sistema, No obstante aún se les escapaba una explicación de lo cual había creado la nebulosa. La solución alcanzó de la mano de Brian Metzger, astrofísico teórico de la Universidad de Columbia que hace modelos matemáticos y computacionales de fenómenos cósmicos. Con su ayuda, el club concluyó que la nebulosa era el producto de una fusión estelar relativamente reciente que seguramente Ocurrió entre una estrella idéntico a nuestro Sol y otra estrella de Solo una décima una parte de ese tamaño (o bien más o menos 100 veces la masa de Júpiter). Prácticamente al definitivo de su vida, la estrella parecido al Sol inició a hincharse, acercándose más a su compañera. Para terminar, la estrella más niña cayó en una espiral descendente cara la más grande. En el sendero, la más grande rompió a la más chiquita, envolviéndose en un anillo de restos Antes de tragársela por completo. Este se dirigió el evento violento que llevó a la formación de la Nebulosa del Anillo Azul. La fusión lanzó una nube de restos calientes al espacio que se dirigió cortada en dos por el disco de gas. Esto creó dos nubes de escombros en manera de cono. Sus bases se alejan de la estrella en direcciones opuestas y se ensanchan a medida que viajan cara afuera. La base de un cono viene prácticamente de manera directa cara la Tierra y la otra va en la dirección opuesta. Son demasiado débiles para ser vistos, Sin embargo el área donde los conos se superponen (Del mismo modo que se ve A partir de la Tierra) forma el anillo azul central observado por Galex. Milenios a continuación, la nube de restos en expansión se enfrió y formó moléculas y polvo, incluidas moléculas de hidrógeno que colisionaron con el medio interestelar, la escasa compilación de átomos y partículas energéticas que llenan el espacio entre las estrellas. Las colisiones excitaron las moléculas de hidrógeno, lo cual hizo que se irradiaran en una longitud de onda específica de luz ultravioleta lejana. Con el tiempo, el resplandor se volvió lo suficientemente brillante a fin de que Galex lo viera. Cosas nunca imaginadas
Las fusiones estelares pueden acontecer hasta una vez cada 10 años en nuestra galaxia, la Vía Láctea, lo que significa que es posible que una población considerable de las estrellas que vemos en el cielo hayan sido en realidad dos. «Vemos muchos sistemas de dos estrellas que podrían fusionarse algún día, y creemos que hemos identificado estrellas que se fusionaron hace probablemente millones de años. Sin embargo prácticamente no tenemos datos acerca de lo que sucede en el medio», dice Metzger. «Creemos que seguramente hay muchos restos jóvenes de fusiones estelares en nuestra galaxia, y la Nebulosa del Anillo Azul podría mostrarnos de qué manera se ven a fin de que podamos identificar más». No obstante esta es seguramente la conclusión de un misterio de hace 16 años, También puede ser el arranque de un nuevo capítulo en el estudio de las fusiones estelares. «Es sorprendente que Galex haya podido ubicar este objeto en realidad débil que no estábamos buscando, Pero que resulta ser algo verdaderamente interesante para los astrónomos», admite Mark Seibert, astrofísico de la Institución Carnegie para la Ciencia y miembro del elenco Galex. «Simplemente reitera que en la fecha miras el universo en una inédita longitud de onda o en una inédita manera, encuentras cosas que nunca imaginaste que encontraras».