Astrónomos del Observatorio Solar Nacional (NSO) de EE. UU. terminan de hacer pública la imagen más detallada de una mancha solar hasta el instante. Se trata de una fotografía tomada el pasado 28 de enero por el Telescopio David K. Inouye, el observatorio terrestre solar más grande y avanzado del planeta. En la imagen se pueden ver estructuras magnéticas «tan pequeñas» que apenas tienen 20 kilómetros de diámetro, Según explica Thomas Rimmele, directivo asociado del NSO en un parte. Los primeros resultados acaban de publicarse en la revista «Solar Physics». Sin embargo la imagen de esta mancha refleja Sólo una pequeña porción del Sol de tan Sólo 16.100 kms de ancho (nuestra estrella tiene un radio de 695.993 kms), es lo suficientemente grande Asimismo que a fin de que la Tierra pueda caber De forma fácil en su interior. El centro obscuro, donde se concentran varias sectores magnéticos, realmente es más frío que los puntos más brillantes de fuese. Aún De esta manera, la temperatura de las regiones sombreadas es de más de 7.500 grados Fahrenheit (4.100 grados Celsius), lo cual convierten la región «fría» en un área infernal. «Las rayas que se extienden Desde la zona oscura cara los lugares más luminosos indican parches de gas caliente y frío esculpidos por la convergencia de intensos sectores magnéticos y gases calientes que hierven Desde abajo», Según explica la NSF. La imagen publicada por la NSF donde se aprecia una enorme mancha solar en el centro y otra más pequeña justo debajo – Telescopio solar Inouye
El peligro de las manchas y las tormentas solares
«Las manchas solares son la representación más visible de la actividad solar. Los científicos saben que, cuantas más manchas son visibles en el Sol, más dinámica está nuestra estrella», explican Desde la NSF. El astro del Sistema Solar, que tiene un ciclo de once años, alcanzó un mínimo solar -momento de menor volumen de «parches» solares- en diciembre de 2019, y esta mancha fue una de las primeras manchas del nuevo ciclo, que se pronostica alcance su máximo a a mediados de 2025. Las manchas solares están asociadas a fulguraciones y violentas erupciones de plasma, conocidas De exactamente la misma manera que eyecciones coronales de masa (CME por sus siglas en inglés). Estos «bombazos», que viajan a increíbles velocidades y que pueden provocar las temidas tormentas solares, tienen efectos palpables en el clima espacial y De la misma forma pueden afectar a la Tierra, Si bien nuestro ámbito magnético actúa de efectivo «escudo» en La mayoría de ocasiones. Las auroras boreales son la prueba de los choques de estas partículas «disparadas» por el Sol, deformando nuestras defensas magnéticas. Pero, aún De esta manera, hay veces que su influjo llega a ser notable. Por servirnos de un ejemplo, a comienzos del siglo XX se vieron auroras boreales en latitudes tan raras Al igual que La villa de Madrid; han causado cortes en el telégrafo en Norteamérica y Europa en varias oportunidades; o bien apagaron las luces de Broadway A lo largo de horas. La tormenta solar más potente jamás registrada se conoce Así como el acontecimiento Carrington, descubierto por Richard Carrington en 1859. El ámbito magnético terrestre se deformó por completo, permitiendo la entrada de una llamarada solar que desencadenó inmensas auroras boreales y cortes en la incipiente red de telégrafo transoceánica. «Los sectores magnéticos asociados con las tormentas solares pueden afectar a las redes eléctricas, las comunicaciones, la navegación GPS, los viajes aéreos, los satélites y los astronautas que se encuentran en el espacio», afirman A partir de la NSF. De momento, estas tormentas solares Solo pueden ser anticipadas con unos días de margen, Sin embargo conocer más sobre el funcionamiento del Sol ayudará a la humanidad a poder predecir sus efectos en nuestro planeta de manera más efectiva. Un «aperitivo» de lo cual llegará
A pesar de lo increíble de la imagen, realmente el Telescopio Solar Inouye (que se ubica en isla de Maui, en Hawai) todavía se halla en pruebas. La NSF dice que esta fotografía es Solo un pequeño «aperitivo» de las tomas que nos llegarán en los próximos años (está previsto que Inouye comience a trabajar a pleno ritmo a finales de 2021, Aunque su calendario se ha mostrado retrasado por la pandemia del Covid-19), Debido a la óptica avanzada del telescopio, a su espejo primario de cuatro metros de diámetro y la llegada de un nuevo ciclo solar con un repunte en la actividad. De hecho, no es la primera vez que el telescopio Inouye ofrece espectaculares imágenes de nuestra estrella. A comienzos de año se hacía pública la fotografía de mayor Decisión de la superficie de nuestro astro hasta la fecha, donde se podían ver estructuras similares a células del tamaño de Texas (un 30% más grandes que el tamaño de España) que erupcionaban y se movían por encima de la estrella. En concreto, en el vídeo se podía distinguir el plasma que se elevaba Desde lo más profundo de la estrella hacia fuese, Puesto que los bordes más oscuros entre las «células» indicaban dónde se enfría y se hunde el este material (unas estructuras que Además pueden apreciarse en la nueva imagen). <iframe height=”286″ src=”https://www.youtube.com/embed/bNnxCPMclGo” frameborder=”0″ allowfullscreen style=”width:100%;”></iframe> «Con este ciclo solar recién inaugurado, Asimismo entramos en la era del Telescopio Solar Inouye», dice Matt Mountain, 1er magistrado de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA), la organización que administra NSO y el Telescopio Solar Inouye. «Ahora podemos apuntar al Sol con el telescopio solar más avanzado del mundo para capturar y compartir capturas increíblemente detalladas, sumándolas a nuestros conocimientos científicos sobre la actividad del Sol».