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Un «polvo negro», rocas y gas: esto es lo que se ha conseguido recuperar del lejano asteroide Ryugu

«Un hito científico muy importante». De este modo han calificado los responsables de la agencia espacial japonesa (JAXA) la misión Hayabusa 2, destinada a recoger muestras del asteroide Ryugu, un objeto a 244 millones de kilómetros de la Tierra y que puede contener las claves que expliquen los orígenes del Sistema Solar. Al abrir la cápsula donde se recopilaron los escombros de la superficie del asteroide, la novedad ha sido mayúscula: se ha encontrado más material del esperado y, más allí del «polvo negro» y el gas que JAXA esperaba detectar, Además hay fragmentos más grandes que ayudarán a comprender de qué esta formada esta «cápsula del tiempo» espacial. La compañía era ambiciosa y no ha estado exenta de contratiempos: A continuación de cuatro años de viaje, en febrero de 2019, Hayabusa 2 se quedó con aterrizar Por primera vez en Ryugu, disparando proyectiles de tantalio acerca de el terreno con La meta de crear un cráter artificial y sacar materiales de parte superficial, encerrándolos en la cápsula que se acaba de recuperar. A lo largo de las operaciones, los investigadores encontraron que el terreno era más duro y rocoso de lo esperado, lo que ha complicado la misión. En el mes de abril de 2019, la nave volvió a lanzar una bomba de cobre para crear otro agujero de donde quitar muestras, Esta vez del subsuelo. No obstante los científicos acabaron descartando esta primera ubicación, y tuvieron que buscar otra más propicia, a unos 30 metros del lugar, donde a principios de noviembre del año pasado la nave terminó Por ultimo posándose y arrojando un nuevo proyectil metálico que arrancase trozos de debajo de parte superficial para poder lograr material que haya estado a salvo de la radiación espacial y las inclemencias del clima espacial. Luego, aspiró los restos de la pequeña detonación en otro compartimento de la cápsula y, el pasado 6 de diciembre, los traía de vuelta a la Tierra, lanzando el contenedor sobre el desierto australiano. Si bien, hasta el momento en que el recipiente no fuese abierto, no se podía cantar triunfo. Instante de la recogida de la cápsula con muestras de Ryugu lanzado por la sonda Hayabusa 2 – JAXA
Muestras de otro mundo
«Hemos confirmado una buena cantidad de arena junto con gases que han sido recolectados del asteroide Ryugu», explicaba En medio una conferencia en vídeo Yuichi Tsuda, gerente de la misión. «Las muestras de fuera de nuestro mundo, con las que Siempre y en todo momento y en toda circunstancia y en toda circunstancia soñamos, están más tarde en nuestras manos». El elenco pudo comprobar inicialmente que había algunos escombros de partículas negras adheridas a la comunicado exterior del contenedor, lo que Sin duda era una buena señal de lo que había en su interior. Este martes, la agencia espacial japonesa confirmaba que, en efecto, dentro del receptáculo había polvo e incluso algunos fragmentos de más grandes de roca, De esta manera Asimismo que muestras de gas que Hayabusa recolectó A lo largo de sus dos aterrizajes el año pasado. Estas muestras De la misma forma serán analizadas para poder observar si es el propio Ryugu quien emite estos gases. Restos de polvo adheridos al exterior de la cápsula de recogida de muestras, sobre todo en la comunicado derecha del recipiente – JAXA Hirotaka Sawada, científico de JAXA, fue el primero en mirar dentro del primero de los receptáculos abiertos de la cápsula, con forma de bandeja circular de 40 centímetros de diámetro. Sawada afirmaba que se quedó «casi sin palabras» Una vez que descubrió que las muestras incluían Algunas del tamaño de guijarros. Los científicos de JAXA están en especial interesados en los materiales orgánicos de las muestras para saber de qué forma se distribuyeron en el Sistema Solar y si es que están relacionados con la vida en la Tierra. Sei-ichiro Watanabe, científico medioambiental de la Universidad de Nagoya que trabaja con JAXA, asevera que disponer más material del esperado es «sin duda, una enorme noticia», Porque «ampliará el alcance de los estudios». La cercana semana se abrirá el 2do compartimento, que guarda el material recolectado A lo largo del ultimo de los aterrizajes y que puede dar más claves sobre la composición de Ryugu. Mientras que, la nave Hayabusa 2 ha emprendido una nueva misión: una expedición de once años que le llevará a sobrevolar 2001 CC 21, un tipo de asteroide poco común muy pequeño y de rotación muy rápida. Y, a continuación, se acercará a otro objeto llamado 1998 KY 26. Si es que todo va Conforme lo previsto, la nave llegará a su 1er destino en 2026 y al segundo en 2031.