Ni Coudet pudo ampliar su racha de victorias ni el Getafe volver a ganar en casa. No perder es buen consuelo para los dos y el empate el resultado más justo de un encuentro que comenzó precioso y se apagó muy prontito. Un cuarto de hora de pasión y otros tres de parálisis ofensiva por anulación del contrincante. Los locales expusieron algo más, los visitantes saborearon mejor el punto. Mucha intensidad y muchísima igualdad.
No fue un encuentro muy brillante, No obstante sí bien jugado. Una partida de entrenadores sabios que no salieron del todo satisfechos, Sino más bien más bien orgullosos de ver plasmado su trabajo. De salida, el Getafe tapó realmente bien la salida de Pelota del Celta con un cambio de sistema que dejó a Ünal muy solo en punta y a Maksimovic lanzando sus garras a una presión alta bastante efectiva. Los gallegos, más incómodos con el Pelota, sí fueron efectivos en la presión Después de pérdida y tampoco permitieron que los locales estuviesen cómodos.
el comienzo fue lo único eléctrico y Asimismo hizo pensar que se disfrutaría mucho más. Damián marcó un enorme gol en la 1era acción de peligro. Una jugada típica del uruguayo que de vez en en el instante deja una obra de arte en forma de gol. Regate sencillo en carrera y Pelota a la escuadra. Marca de la casa. Su gran alegría se vio reducida pronto. Diez minutos acto seguido cometió penalti en una enorme integración de Olaza al ataque que exageró en la caída, pues el contacto había sido muy liviano. No falló Iago Aspas. Rubén Yáñez le adivinó la pretensión y llegó a tocar el Pelota, No obstante iba demasiado duro para sus manos.
Desde entonces todo fueron movimientos tácticos y fútbol de entrenador. Los dos porteros no llegaron a hacer una parada en todo el encuentro. Cucurella pasó a la izquierda para liberar a Cucho de la persecución a Olaza y realizó tres cambios ofensivos rápido en busca de una sorpresa que no consiguió. Coudet fue más conservador o bien le gustaba más lo que veía. Buscó movilidad con Emre Mor y dejó sentirse cómodos a los suyos por detrás del Pelota. Poca cosa para el espectador.
Fuente: periódico As