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Guía para desmentir 24 bulos acerca de la vacuna de la COVID-19

Desde El inicio de la pandemia de COVID-19 a finales de 2019 se han contabilizado más de 82 millones de infectados y cerquita de 1,9 millones de muertos. El día de hoy, un año después, estamos en uno de los peores instantes de la pandemia y obtener la inmunidad de grupo de forma natural no es una opción viable visto el intento de Suecia. a su vez, el virus no semeja ser que vaya a desaparecer por sí Solo. Afortunadamente, Por primera vez A partir de el debut de la pandemia y debido al esfuerzo sin precedentes de científicos y laboratorios de todo el planeta, contamos con algo Gracias a lo que se ha conseguido vencer a otras enfermedades infecciosas en el pasado: las vacunas. Hasta el momento, enorme comunicado de la gente esperaba la vacuna ante a la COVID-19 con ganas. Pero, a continuación que hay Varios vacunas aprobadas para su uso y la campaña de vacunación ha comenzado ya en Varios países, hay algunos Conjuntos que ven la vacunación con dudas y desconfianza. Disponer dudas sobre lo que no se conoce es absolutamente normal y es uno de los motores que mueve la ciencia. Si es que bien, estas dudas pueden dar sitio a data falsa y bulos que vuelan De exactamente la misma manera que la pólvora en las redes sociales de manera mejor o bien peor intencionada. Por ello, y pues el mejor antídoto ante la desinformación es la información veraz y contrastada, hemos creado la proxima guía donde damos una explicación a La mayor parte de bulos que hemos encontrado acerca de las vacunas frente la COVID-19. No consuma noticias, entiéndalas. 1. «Las vacunas de ARN mensajero van a modificar nuestro genoma»
Falso. Hasta ahora, y con los conocimientos que tenemos de biología molecular y teléfono, no hay evidencias de que las vacunas de ARN mensajero puedan modificar nuestro genoma y las razones no son pocas, incluyendo que: -El ARN mensajero se degrada muy Fácilmente y no le da tiempo a prácticamente nada. -El ARN mensajero no llega a buscarse con el ADN. -El ARN de las vacunas no se integra en el ADN. -Hasta en seguida no se ha encontrado rastro de ningún coronavirus en nuestro genoma. 2.. «Se han hecho demasiado rápido»
La velocidad a la que se han diseñado, fabricado y administrado las primeras vacunas ha sorprendido tanto que causa escepticismo acerca de si son seguras. La realidad es que se han cumplido todos los protocolos y fases habituales en estos procedimientos. a su vez, todos y cada uno de los resultados de los ensayos clínicos son públicos y se pueden consultar. Las principales razones por las que estas vacunas se han desarrollado más veloz que otras son las siguientes: -Existe una gran cantidad de datos sobre virus afines. Los coronavirus SARS-CoV-1 y MERS-CoV se conocen Desde 2002 y 2012, De este modo Del mismo modo que la estructura genética o el papel de las proteínas comunes de los coronavirus. -Se están usando prototipos de vacunas preexistentes. Por servirnos de un ejemplo, las vacunas de Oxford o bien Johnson & Johnson están basadas en adenovirus que se han usado ya en otras vacunas, por ejemplo en la del virus Ébola. -Hay solapamiento de las fases clínicas. Se han realizado estudios paralelamente de fase 1 y fase 2 para conocer, entre otras cosas, la dosis ideal de la vacuna y el tiempo que dura la memoria inmunitaria en los voluntarios. -Se ha comenzado la fabricación a gran escala de millones de dosis Antes de disponer la aprobación de las agencias reguladoras. -Se ha realizado un inversión económica sin anteriores tanto de instituciones públicas De exactamente la misma forma que privadas. -Ha sido simple conseguir miles de ciudadanos voluntarios. 3. «Las vacunas no son seguras»
Falso. Las vacunas aprobadas han pasado todo el proceso normal en el crecimiento de una vacuna, incluyendo una fase experimental preclínica en animales y las distintas fases clínicas I, II, y III. Asimismo, Tras su aprobación entran en fase IV o de farmacovigilancia, en la que se prosigue estudiando su seguridad. Hasta el momento se han vacunado ya millones de personas y no se han detectado efectos adversos de gravedad que pongan en duda su seguridad. 4. «Una enfermera se desmayó justo Tras vacunarse»
En distintas redes sociales se ha hecho viral un vídeo donde una enfermera denominada Tiffany Dover se desmayó A lo largo de una rueda de prensa minutos Después de percibir la vacuna de Pfizer/BioNTech en un Solo hospital de EEUU. Aun hay fuentes que sostienen que la enfermera falleció poco Después de vacunarse.<iframe height=”286″ src=”https://www.youtube.com/embed/tOH7XLHl2mo” frameborder=”0″ allowfullscreen style=”width:100%;”></iframe> Es cierto que la enfermera se desmayó A lo largo de la rueda de prensa. Si bien, la propia enfermera matizó en una entrevista posterior que padece lo cual se conoce Al igual que el síncope vasovagal por el cual puede desmayarse en respuesta a un factor desencadenante De La misma manera que puede ser ver sangre, ciertos de los dolores, ya sea un padrastro, un golpe en el pie, el pinchazo de una vacuna o un elevado estrés emocional. 5. «La vacuna ante la COVID-19 hace que seas positivo por VIH»
Hace un tiempo el gobierno australiano avisó la suspensión del desarrollo de una de sus vacunas por falsos positivos de VIH (el virus que provoca el sida) A lo largo de la fase 1. Aunque, esto no tiene nada que ver con las vacunas aprobadas y tiene una buena explicación: La aparición de falsos positivos de VIH tuvo sitio pues en la vacuna que se estaba desarrollando en Australia utilizaron un pequeño fragmento de una proteína de VIH para dar una mayor estabilidad a la proteína del coronavirus que iba a actuar Del mismo modo que antígeno (la proteína S). El problema es que, en este caso, el sistema inmune de los vacunados, aparte de producir anticuerpos ante la COVID-19, Además desencadena anticuerpos ante al VIH Porque reconoce ese pequeño fragmento estabilizador Al parecido que algo extraño en contra de lo cual hay que luchar. ¿Y producir anticuerpos frente el VIH no sería algo bueno? No en realidad, por el hecho de que se sabe que esa respuesta no sirve para eludir su contagio Pero sí podría interferir en el diagnóstico de HIV dando falsos positivos. Por último, se darían falsos positivos de VIH por el hecho de que en estas pruebas el diagnóstico positivo consiste en identificar la presencia de anticuerpos ante a VIH. 6. «Las vacunas contienen células de fetos abortados»
Falso. Circulan por las redes sociales diferentes vídeos en los que se asegura que se están utilizando células de fetos abortados para examinar vacunas ante a la COVID-19, produciendo una enorme polémica. Aunque, la realidad es que para la generación de medicamentos o vacunas no se usan fetos ni embriones Al idéntico que tal. Lo cual se utiliza en algún momento A lo largo de el desarrollo de Algunas de estas posibles futuras vacunas contra el COVID-19 son líneas celulares derivadas de tejidos humanos muy concretos de hace décadas (Algunas serán derivadas de fetos, otras de diversos cánceres o tumores por ejemplo). Las líneas celulares son células de un único tipo (especialmente células animales) que se han adaptado para crecer continuamente en el laboratorio y que se usan habitualmente en investigación. Esto puede producir confusión, Sin embargo es esencial resaltar que trabajar con una «línea celular» no es lo mismo que trabajar con las células originales. a su vez, estas líneas celulares se utilizan eminentemente en la fase preclínica de la vacuna para hacer Ciertas comprobaciones en laboratorio. En consecuencia, ninguna de las vacunas en desarrollo contiene células de fetos abortados. 7. «La variación de UK ha aparecido por el hecho de que han sido los primeros en vacunarse»
Falso. Reino Unido inició la campaña de vacunación el 8 de diciembre, convirtiéndose en en el 1er país occidental en distribuir una vacuna ante a la COVID-19 (la vacuna de Pfizer/BioNTech). Pero, la variación identificada en Reino Unido estaba circulando al menos Desde septiembre. Mucho Antes de empezar a vacunar. 8. «Si nos han puesto la vacuna ya podemos ir sin mascarilla y hacer vida normal»
No. Lo primero es que la inmunización se da en dos etapas (dos dosis) y es preciso llenar ambas para disponer una inmunización más completa. Lo 2do es que la producción de anticuerpos y respuesta teléfono tarda un tiempo en darse. También, este tiempo de latencia varía entre poblaciones e inclusive de forma individual. Por ello, no tenemos que considerarnos inmunes frente al virus Antes de tiempo y exponer a otras personas al virus. Por otro lado, Hasta la fecha, lo cual se ha descrito es que las vacunas pueden prevenir los síntomas de la COVID-19, especialmente los más graves, No obstante no se ha mirado en profundidad si es que la vacunación puede prevenir la infección. Por consiguiente, lo que sabemos hasta en seguida es que al vacunarnos estamos protegidos de la enfermedad No obstante podemos infectarnos e infectar a otros. De ahí que es especial proseguir con las medidas de protección: mascarilla, lavado de manos, distancia de seguridad y buena ventilación, acerca de todo este 1er año de vacunación. 9. «¿Para qué vamos a vacunarnos si no resguarda de la infección y podemos continuar contagiando?»
Hasta la fecha no se sabe si es que resguarda de la infección Pero sí se sabe que evita las maneras más graves de COVID-19. Para muchos esto puede parecer poco No obstante es un paso muy esencial. Prevenir los síntomas más graves de la enfermedad puede prevenir que el sistema sanitario se colapse y De esta forma evitar muchas muertes. De la misma forma, el hecho de que no se haya estudiado Todavía si es que la vacunación resguarda de la infección no significa que no lo haga. Se ha visto en distintos modelos animales que algunos de los candidatos a vacuna pueden defender de la infección. 10. «Las farmacéuticas llevan los procesos en secreto y no publican los datos»
Falso. El crecimiento de las distintas vacunas aprobadas Hasta el instante ha pasado un proceso riguroso donde se han publicado absolutamente todos y cada uno de los data de cada una de las etapas que se han llevado a cabo. Hemos tenido de todo, incluyendo notas de prensa, informes detallados y artículos publicados en revistas de prestigio. Acá podemos consultar los información de las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y Oxford/Astrazeneca. 11. «Vacunarnos puede provocarnos COVID-19»
Falso. Los efectos adversos de la vacunación son los habituales en estos tratamientos: fiebre, dolor articular o fatiga. Son Además algunos de los signos y síntomas inespecíficos de la COVID-19, evidentemente en mucho menor grado. a su vez, las vacunas aprobadas Sólo emplean ciertos genes o bien proteínas del virus para producir una contestación inmunitaria. En consecuencia, no existe la posibilidad de que podamos infectarnos simplemente con la vacuna. 12. «Las vacunas no sirven Ya que hay gente que se vacuna y aun De este modo se infecta»
Para contar una mayor protección con las vacunas aprobadas es necesaria la aplicación de dos dosis con un intervalo de tiempo. Por servirnos de un ejemplo, la primera dosis de la vacuna de Pfizer confiere protección ante a una COVID-19 severa del 52,4%, y aumenta hasta el 95% en seguida de la segunda dosis. También, el organismo Necesita Siempre y en toda circunstancia y en toda circunstancia y en toda circunstancia unos días A partir de la vacunación hasta el instante en que se desencadena la contestación inmunitaria. Por ende, las personas pueden infectarse en esa ventana temporal entre las diversos dosis y También Siempre y en todo momento y en toda circunstancia y en todo momento existirá ese 5% en el que la vacuna no es efectiva. Un número muy bajo en comparación con el 95% de las personas que se encontrarán protegidas. 13. «Si nos vacunamos podemos quedarnos estériles»
Falso. Hasta el momento no hay evidencias científicas de que ni el virus ni la vacuna interfieran con el metabolismo hormonal a niveles peligrosos ni el desarrollo de tejidos precisos para la reproducción. 14. «Los científicos usan mucho la oración “no hay evidencias” Ya que no tienen ni idea»
Falso. En ciencia se utiliza la oración «no hay evidencias», «los resultados sugieren», «es posible que», «parece ser que» por el hecho de que los científicos charlan acerca de lo que se conoce y no se basan en opiniones o bien creencias. Por colocar un ejemplo: «¿Es posible que mañana el sol estalle en mil pedazos y destruya toda la vida famosa? Por el hecho de que Hasta ahora no hay evidencias científicas de que eso vaya a pasar». 15. «Nos desean usar Tal y como cobayas»
Falso. Las vacunas han pasado todas y cada una y cada una de las fases necesarias para la evaluación de su seguridad de manera satisfactoria. a su vez ya se ha vacunado a millones de personas y no se han encontrado efectos adversos que hagan dudar de su seguridad. 16. «Con la vacuna te implantan un chip»
Falso. En Algunas redes se comenta que Bill Gates va colocar un chip en la vacuna que permitirá el rastreo de personas. Este bulo tiene su origen en un vídeo en el que Bill Gates habla de la posibilidad en el futuro de usar certificados digitales con Algunas vacunas usando micropartículas, algo que no tiene nada que ver con ningún microchip. a su vez, en la actualidad no es posible la implantación de ningún chip con la vacuna. Aparte del componente principal (ARN mensajero), la vacuna consta de sales, lípidos y azúcares. 17. «No tengo que vacunarme pues ya he pasado la enfermedad»
Falso. Los diferentes Grupos de investigación Todavía no tienen datos suficientes para contestar cuánto tiempo dura la protección de quienes desarrollaron anticuerpos Más tarde de pasar la enfermedad. 18. «La vacuna tiene luciferasa»
Falso. Las luciferasas son proteínas muy usadas en los laboratorios Puesto que son inocuas y tienen la capacidad de brillar bajo Algunas condiciones. Por lo general, sirven para visualizar mejor las reacciones en el instante se realizan experimentos en el laboratorio por el hecho de que son muy fáciles de localizar. Aunque, ninguna de las vacunas aprobadas contiene luciferasas. 19. «Es mejor esperar a ver qué pasa»
Falso. El beneficio de la vacuna supera con creces el riesgo de poseer algún efecto adverso. La probabilidad de que nos infectemos con el virus contagiando a otros, enfermemos y desarrollemos síntomas graves de la COVID-19, llegando aun a fallecer, es mayor que los posibles efectos secundarios que pueda poseer la vacuna. En un Sólo caso así no se cumple que «el remedio vaya a ser peor que la enfermedad», Por eso sea tan importante que nos vacunemos, para protegernos nosotros y a nuestros seres queridos. 20. «El 5G es el autor del coronavirus y se va a agravar con la vacuna»
Falso. A lo largo de la pandemia se compartió que los países con mayor número de antenas 5G era donde más incidencia había de COVID-19. Esto se desmintió poco después pues no se vio esa misma correlación en países asiáticos ni africanos. En verdad, el 5G resulta un progreso muy esencial en la práctica médica en vez de un inconveniente para nuestra salud. 21. «¿Para qué vacunarnos de un virus que “solo” mata al 1% de los infectados?»
Visto De esta forma, un 1% puede no parecer mucho Sin embargo es un número gran Cuando estamos hablando de vidas y de millones y millones de personas infectadas. ¿Nos meteríamos en una habitación con otras 99 personas sabiendo que una va a fallecer al momento? Hablar acerca de números es fácil en el horario no nos afecta de manera directa. 22. «Nadie cuenta la “receta” de las vacunas»
Falso. Gracias a la reciente y comprensible preocupación de la población acerca de la seguridad de la vacuna, las compañías y la FDA han hecho públicos todos y cada uno de los componentes de la vacuna Como si es que de una lista de ingredientes se tratara para que todo el mundo pueda consultarla. Aquí podemos ubicar un resumen de los ingredientes de las primordiales vacunas o aquí los ingredientes de la vacuna de Pfizer. En resumen, aparte del componente principal (ARN mensajero por servirnos de un ejemplo), la vacuna consta de sales, lípidos y azúcares. 23. «Las vacunas no sirven Ya que el virus está mutando»
Falso. Es cierto que los virus mutan por el hecho de que es la manera que tienen de evolucionar. Sin embargo, los coronavirus pertenecen los virus de ARN que menos mutan por el hecho de que tienen actividad correctora de errores que los va corrigiendo En el momento en que el virus se multiplica. Aun En este sentido, las mutaciones y variantes son muy habituales y van a seguir apareciendo variantes nuevas. Las vacunas que están disponibles Hasta ahora se basan en la proteína S («Spike») completa del SARS-CoV-2. Dentro de esta proteína hay Varios sitios que provocan la respuesta inmunogénica. Una variación con un repuesto puntual, puede que cambie uno de estos sitios, Sin embargo no todos. La vacuna cubre más regiones y proseguirá siendo efectiva dentro de los rangos requeridos. a su vez, no Siempre y en toda circunstancia y en todo momento las mutaciones dan sitio a la aparición de variantes serotípicas. Es decir, que Pero tengan una secuencia distinto, esos cambios no son lo suficientemente grandes o importantes De este modo tal y como a fin de que nuestro sistema inmunológico lo reconozca En este sentido como algo distinto, Tal como un serotipo nuevo. Hasta la fecha no se han identificado serotipos distinos del virus de la COVID-19, Sin embargo hay que estar atentos por si es que en algún momento ocurriera. De ser De esta manera, solamente habría que actualizar las vacunas. 24. «Si las mascarillas y el distanciamiento social son eficaces ¿para qué vacunarnos?»
Las medidas de protección son indispensables para disminuir la probabilidad de contagio No obstante no son suficientes para eludir que el virus siga infectando. El propósito de las vacunas es producir una inmunidad de grupo que nos permita regresar a la normalidad, algo que no se consigue A lo largo de las medidas sanitarias.<img src=”https://counter.theconversation.com/content/152603/count.gif?distributor=republish-lightbox-advanced” alt=”The Conversation” width=”1″ height=”1″ style=”border: none !important; box-shadow: none !important; margin: 0 !important; max-height: 1px !important; max-width: 1px !important; min-height: 1px !important; min-width: 1px !important; opacity: 0 !important; outline: none !important; padding: 0 !important; text-shadow: none !important” /> Jose M Jimenez Guardeño es investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas, King’s College London. Alejandro Pascual Iglesias trabaja en el colegio de Investigación Sanitaria del Sanatorio Universitario La Paz (IdiPAZ). Ana María Ortega-Prieto es Postdoctoral research associate, King’s College London. Francisco Javier Gutiérrez Álvarez es postdoctoral research fellow, Centro Nacional de Biotecnología (CNB/CSIC). Javier Cantón es profesor de Biotecnología de Coronavirus, Campus Internacional para la Seguridad y Defensa (CISDE). José Angel Regla Nava es Scientific Research. Emerging viruses, La Jolla Institute for Immunology. Jose Manuel Honrubia Belenguer es estudioso, Centro Nacional de Biotecnología (CNB – CSIC). Este artículo viajó publicado originalmente en «The Conversation».