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Las enanas rojas sí podrían poseer planetas con vida

Las enanas rojas son las estrellas más comunes de nuestra galaxia. Más pequeñas y frías que el Sol, su elevado número hace que muchos de los planetas afines a la Tierra encontrados Hasta ahora por los científicos estén en órbita de una de ellas. El problema es que, para mantener temperaturas que permitan la existencia de agua líquida, condición indispensable para la vida, esos planetas tienen que orbitar muy cerquita de sus estrellas, mucho más, De hecho, de lo cual la Tierra Lo hace del Sol. Lo malo es que las enanas rojas son capaces de producir intensas llamaradas, mucho más violentas y energéticas de las que lanza nuestro relativamente pacífico Sol, y eso ha hecho que los científicos duden de su capacidad para acoger planetas capaces de apoyar la vida. No es ningún secreto que, en gran medida, la vida en la Tierra depende de la energía de su estrella para poder existir. Lo cual no quita que A veces, Así tal y como están haciendo todas y cada una y cada una de las estrellas, el Sol saque su genio y nos envíe fuertes llamaradas que tienen el potencial de inutilizar nuestras centrales eléctricas y redes de telecomunicaciones. Pese a ello, el Sol es parcialmente débil si se le compara con otras estrellas. Y entre las más violentas están, precisamente, las enanas rojas. ¿Cómo afectan las llamaradas?
Ahora, un elenco de estudiosos ha estudiado de qué manera la actividad de esas llamaradas puede afectar a las atmósferas y a la capacidad de amparar vida de planetas similares al nuestro que orbitan cerca de de estrellas de baja masa. El trabajo se concluye de publicar en Nature Astronomy. En palabras de Allison Youngblood, astrónoma de la Universidad de Colorado en Boulder y coautora del estudio, “nuestro Sol es un gigante tranquilo. Es más antiguo y no tan activo Tal como las estrellas más pequeñas y jóvenes. a su vez, la Tierra dispone de un potente escudo magnético que desvía La mayoría de los dañinos vientos del Sol”. El resultado es un planeta, el nuestro, rebosante de vida. Sin embargo para los planetas que orbitan alrededor de enanas rojas la situación es muy distinta. En verdad, sabemos que las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal asociadas que emiten estas estrellas pueden ser muy perjudiciales para las perspectivas de vida en esos mundos, muchos de los que, De la misma forma, no disponen de escudos magnéticos. Conforme los autores, en efecto, esos acontecimientos tienen una profunda repercusión en la habitabilidad de los planetas. Llamaradas ocasionales y salpicadas A lo largo del tiempo (De esta manera como sucede con las del Sol) no suponen un problema. No obstante en muchas enanas rojas esa actividad es prácticamente prosigue, con llamaradas frecuentes y prolongadas. En el estudio, dice Howard Chen, de la Northwestern University y 1er firmante del artículo, “comparamos la química atmosférica de los planetas que experimentan llamaradas frecuentes con los planetas que no experimentan llamaradas. La química atmosférica a largo plazo es muy diferente. Las llamaradas continuas, en efecto impulsan a la composición atmosférica de un planeta a un nuevo equilibrio químico”. Una esperanza para la vida
La capa de ozono de la atmosfera, que protege a un mundo de la dañina radiación ultravioleta, puede quedar destruida por una intensa actividad de llamaradas. Si es que bien, Durante su estudio los estudiosos se llevaron una sorpresa: en algunos casos, en efecto, el ozono persistió A pesar de las llamaradas. En palabras de Daniel Horton, cantautor principal de la investigación, “hemos descubierto que las erupciones estelares podrían no excluir la existencia de vida. En algunos casos, la quema no erosiona todo el ozono atmosférico. La vida en parte superficial aún podría poseer posibilidades de luchar “. Otro lado positivo del estudio es el descubrimiento de que el análisis de las llamaradas solares puede ayudar en la busca de vida. En verdad, las llamaradas pueden facilitar la detección de ciertos gases que son biomarcadores. Los estudiosos encontraron, por ejemplo, que una llamarada estelar puede resaltar la presencia de gases Del mismo modo que el ácido nítrico, el dióxido nitroso y el óxido nitroso, que pueden ser generados por procesos biológicos y También indicar, por tanto, la presencia de vida. “Los fenómenos de meteorología espacial -dice Chen- acostumbran a verse De este modo tal como un inconveniente para la habitabilidad. No obstante nuestro estudio mostró cuantitativamente que esos fenómenos pueden ayudarnos a encontrar firmas de gases importantes que podrían significar procesos biológicos”.