Trump se despide con una promesa: «Volveremos, de un modo u otro»

A las 08.18 de este miércoles 20 de enero, Donald Trump se ha marchado de manera definitiva de la Casa Blanca, negándose a percibir a su sucesor, Pero dejándole una carta en el escritorio del Despacho Oval. Acaba En este sentido la era Trump, los que tal vez sean los cuatro años más atribulados de la presidencia moderna. Trump, amonestado dos veces en el proceso del «impeachment» y rotas las relaciones con los dirigentes demócratas y republicanos por el saqueo del Capitolio, ha abandonado Washington advirtiendo de que tiene intención de «volver, de alguna forma». Abordo del helicóptero Marine One, Trump y la 1era dama han sobrevolado la capital en círculos a modo de despedida y a continuación se han desplazado a la base aérea de Andrews, donde les esperaba el aeroplano Air Force One para llevarles a su inédita vida en Florida. Acababa de amanecer, y en la base aérea esperaban a su padre todos y cada uno de los hijos del primer magistrado y sus parejas, todos ellos parte de su presidencia y sus campañas electorales, de un modo un otro. Entre el público había unos 300 invitados, en su mayor parte empleados del presidente estos pasados cuatro años. «¡Ha sido un honor!»
Nada más salir de la Casa Blanca, con su sempiterna corbata roja, marca de la casa, con la primera dama de la mano, Trump hizo lo cual Siempre y en todo momento y en toda circunstancia ha hecho Cuando anterior a subirse al helicóptero, prácticamente un instinto: acercarse a la prensa. La imagen de Trump, gritando para hacerse entender entre el explosión del motor y las hélices, es un clásico de su ya acabada presidencia. No ha tomado preguntas, Sin embargo sí ha gritado: «¡Ha sido un honor! ¡Sólo quiero decir adiós! Y espero que no sea un adiós muy largo». El primer magistrado lleva semanas jugando con la idea de presentarse de nuevo a unas elecciones, algo que ha combinado con sus denuncias de fraude electoral. Diez minutos le ha tomado a Trump llegar en helicóptero hasta la base de Andrews. Al llegar le esperaban enfervorecidos sus partidarios, y sonaba la canción «Gloria», de Laura Branigan, que sonó ya en el mitin que dio animando a sus partidarios a marchar al Capitolio el 6 de enero. Después de que se apeara del helicóptero, a Trump lo han recibido 21 salvas de artillería, señal de tributo en grandes acontecimientos, Entre tanto la banda militar tocaba «Hail to the chief», la marcha de honores del primer magistrado de EE.UU. Sin leer su discurso, improvisando una última vez, Como le agrada hacer, el primer magistrado Trump, flanqueado por su esposa y 17 banderas americanas, ha glosado los logros de lo cual él mismo ha definido Al semejante que «una Gestión inusual»: bajadas de impuestos, la vacuna en contra de el «virus chino», creación de empleo, nombramiento de jueces conservadores, mejoras en las fuerzas armadas. Sumó que le deseaba lo mejor al nuevo Gobierno, Sin embargo sí sugirió que cualquiera de sus logros económicos habrá iniciado con sus reformas. «Gracias, Trump», gritaba la muchedumbre, cortándole. «Verán ustedes que suceden cosas increíbles», avisó Trump en su discurso. «Y acuérdese de nosotros en el momento vean que suceden esas cosas», pidió. Acto seguido de advertir de que volverá «de un modo u otro», Trump terminó con estas palabras: «Que tengan una buena vida. Nos Veremos pronto». Así, cogió de nuevo a la primera dama de la mano, besó a sus familiares, se despidió por última vez de su jefe de gabinete Mark Meadows, se subió al aeroplano y despegó Según sonaban en los altavoces en la base de Andrews los últimos versos de la canción «My way» («A mi manera»), de Frank Sinatra, medida coreografía del definitivo de una presidencia. De la televisión a la Casa Blanca
Trump es un 1er magistrado que llegó a la Casa Blanca A continuación de años de experiencia produciendo y presentando un programa de televisión. Él ha marcado los tiempos de todas y cada una y cada una de las televisiones Desde el momento en que anunció su campaña a la presidencia. Su elenco lo ha preparado todo a fin de que su marcha recibiera toda la atención posible, No obstante Una vez que su aeroplano ha alzado el vuelo, eligiendo esmeradamente el momento, Joe Biden ha salido de Casa Blair, la Residencia donde ha pasado la noche enfrente de la Casa Blanca, y se ha ido a misa. El jornada, De esta forma tal y como la presidencia, ya es suya. Los Trump se han ido con lo puesto, unos asistentes apenas han cargado en el helicóptero unas cajas de cartón con documentos. Los camiones ya se han estado llevando cajas En medio días, y las han enviado a la mansión de Palm Beach donde van a vivir A partir de después. Trump permite de ser primer magistrado a mediodía, las 18.00 en la España peninsular. En ese instante, el avión con el que ha viajado permite de ser Air Force One (hay una pequeña flota de ellos, de diverso tamaño), y el maletín con el botón nuclear deja se estar activo y se pone a predisposición de Biden uno idéntico. Trump aterriza en Palm Beach aun Del mismo modo que presidente, Sin embargo por unos pocos minutos. Pero esta marcha no quiere decir que Trump haya caído en el olvido inmediato en la capital. Queda su juicio funcionario en el Senado, el final del proceso de «impeachment» Acto seguido de la recusación del Senado. Ahora su propio encuentro debe decidir si es que le considera culpable de incitar a la insurrección el 6 de enero y le inhabilita a futuro. Aun con él fuese de Washington, el presidenta número 45 permanece siendo el centro de atención.