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Caso Dyatlov: científicos resuelven el misterio de los nueve excursionistas fallecidos en los Urales hace 60 años

El 27 de enero de 1959, un conjunto de diez excursionistas formado primordialmente por Alumnas del Colegio Politécnico de los Urales, dirigido por Igor Dyatlov, de 23 años, partió en una expedición de 14 días a Gorá Otorten, una montaña en la comunicado norte de la provincia soviética de Sverdlovsk. En esa temporada del año, una ruta de esta clase se consideraba muy arriesgada, con temperaturas de hasta -30 ° C, No obstante todos los integrantes de la expedición eran experimentados esquiadores. Solo uno de ellos, Yuri Yudin, decidió dar marcha atrás dos días a continuación. Jamás volvió a ver a sus compañeros. Una vez que el conjunto no retornó al lugar de partida, el pueblo de Vizhay, en la fecha señalada, un elenco de rescate se dispuso a buscarlos. El 26 de febrero, descubrieron la tienda, muy dañada, en las laderas de Kholat Syakhl, que se traduce De La misma manera que «Montaña de la Muerte», a unos 20 km al sur del destino de la expedición. Las pertenencias de los jóvenes se habían quedado atrás. Más abajo en la montaña, debajo de un viejo cedro siberiano, encontraron dos cuerpos vestidos Solo con calcetines y ropa interior. Más tarde aparecieron otros tres cuerpos, incluido el de Dyatlov, entre el árbol y el sitio donde estaba la tienda. Al parecer, habían fallecido de hipotermia Mientras que intentaban retornar al campamento. Dos meses luego, los cuatro cuerpos que quedaban fueron descubiertos en un Solo barranco debajo de una gruesa capa de nieve. Varios de los muertos tenían heridas graves. Qué avanzó hace 60 años en los Urales es uno de los grandes misterios de la historia de Rusia. Las autoridades soviéticas investigaron el caso No obstante lo cerraron tres meses luego, concluyendo que una «fuerza natural irresistible» había ocasionado la muerte de los excursionistas. En ausencia de supervivientes, la secuencia de acontecimientos de la noche del 1 al 2 de febrero no ha estado clara hasta Hoy y ha dado lugar a incontables teorías más o menos fantasiosas, A partir del Yeti hasta experimentos militares secretos, con la KGB metida de por medio. Ahora, dos expertos en avalanchas han estudiado el misterio y creen haberlo resuelto. Avalancha por sorpresa
Johan Gaume, directivo del Laboratorio de Simulación de Nieve y Avalanchas (SLAB) de el colegio Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, nunca había oído hablar de esta historia hasta la fecha en que un periodista del «New York Times» le llamó para preguntarle una opinión experta. Los archivos acerca de la situación acababan de ser resucitados por la Fiscalía de Rusia. «Comencé a escribir ecuaciones y cifras en mi pizarra, tratando de entender qué podría haber ocurrido en términos puramente mecánicos», recuerda. Lo primero que dedujo viajó que una avalancha tomó al grupo por novedad En tanto dormían en la tienda. Esta teoría, que es la más plausible, Además viajó expuesta por el Ministerio Público ruso ahora de que la investigación se reabriera en 2019 a petición de los familiares de las víctimas. No obstante La falta de pruebas y la existencia de elementos extraños no lograba convencer a una gran parte de la sociedad rusa. Intrigado, Gaume se ha puesto en contacto con el maestro ruso Alexander Puzrin, experto en deslizamientos de tierra. Juntos revisaron los archivos soviéticos abiertos al público, hablaron con otros científicos y expertos en el acontecimiento, y desarrollaron modelos analíticos y numéricos para reconstruir la posible avalancha. Configuración de la carpa del conjunto Dyatlov instalada acerca de una superficie plana a continuación de efectuar un corte en la pendiente debajo de un pequeño arcén – Gaume / Puzrin
Corte en la ladera
Según Gaume y Puzrin, esto es lo cual Sucedió en 1959: los excursionistas habían hecho un corte en la ladera nevada de la montaña para montar su tienda, Sin embargo la avalancha no se desencadenó hasta varias horas posteriormente. «Una de las principales razones por las que la teoría de las avalanchas Todavía no se acepta plenamente es que los funcionarios no han proporcionado una explicación de de qué forma sucedió», dice Gaume. De hecho, existe una serie de puntos que contradicen esa teoría: primero, el elenco de rescate no Encontró ninguna patentiza obvia de una avalancha o bien su deposición. Luego, el ángulo promedio de la pendiente sobre el lugar de la tienda, menos de 30 °, no era lo suficientemente empinado para una avalancha. a su vez, si ocurría una avalancha, se desencadenaba al menos nueve horas ahora de que se realizara el corte en la pendiente. Y Para acabar, las lesiones en el pecho y el cráneo observadas en Algunas damnificados no eran típicas de las víctimas de avalanchas. En su investigación, publicada en la gaceta «Communications Earth & Environment», Gaume y Puzrin intentan abordar estos puntos. «Utilizamos datos acerca de la fricción de la nieve y la topografía local para demostrar que una chiquita avalancha de losas (que se constituyen con frecuencia en la nieve depositada por el viento) podría acontecer en una pendiente suave, dejando pocos ndicios. Con la ayuda de simulaciones por computadora, mostramos que el impacto de una losa de nieve puede provocar lesiones afines a las observadas», explica Gaume. Vientos catabáticos
Uno de los factores más importantes en la tragedia se dirigió la presencia de vientos catabáticos, en otros términos, vientos que llevan aire por una pendiente bajo la obliga de la gravedad. Estos vientos podrían haber transportado la nieve, que más tarde se habría acumulado cuesta arriba Desde la tienda Gracias a una característica específica del terreno que los miembros del club desconocían. «Si no hubieran hecho un corte en la pendiente, no habría pasado nada. Ese viajó el desencadenante inicial, No obstante eso por sí Solo no habría sido suficiente. El viento catabático posiblemente arrastró la nieve y permitió que una carga extra se acumulara lentamente. En cierto punto, se pudo haber formado y propagado una grieta, lo que generó que la placa de nieve se soltara», dice Puzrin. Sin embargo, Ambos científicos son cautelosos con sus hallazgos y permiten en claro que enorme comunicado del incidente sigue siendo un misterio. «La verdad, por supuesto, es que absolutamente nadie sabe en realidad qué Tuvo lugar esa noche. No obstante proporcionamos una ferviente evidencia cuantitativa de que la teoría de la avalancha es plausible», permanece Puzrin. Los dos modelos desarrollados para este estudio, uno analítico para valorar el tiempo requerido para desencadenar una avalancha, y otro numérico para considerar el efecto de las avalanchas en el cuerpo humano, se utilizarán para entender mejor las avalanchas naturales y los riesgos asociados. El trabajo de Gaume y Puzrin es un tributo al Plantel de Dyatlov, que se enfrentó a una «fuerza irresistible» de la naturaleza.