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La rata topo desnuda «habla» en el dialecto de su colonia

Ciegas, sin pelo y con dos paletas asomándose peligrosamente en su boca, las ratas topo desnudas no son precisamente unas criaturas adorables. Aunque, nadie puede negar que tengan cualidades extraordinarias. Entre sus proezas, su longevidad -llegan a los treinta años, todo un récord para un roedor-, la capacidad para sobrevivir bajo tierra prácticamente sin oxígeno y su envidiable resistencia al cáncer. No obstante estos animales son Aún más asombrosos de lo que creíamos. Científicos alemanes han descubierto que, De exactamente la misma forma que los seres humanos tenemos dialectos o bien acentos regionales, las ratas topo se comunican con chirridos distintivos propios de cada colonia. Los estudiosos Piensan que estos sonidos se transmiten culturalmente A través de generaciones, lo que fomenta la cohesión del grupo en ante de los extraños. Conforme los expertos, un comportamiento que uno nunca esperaría hallar en un Solo roedor. Las ratas topo forman algunos de los Conjuntos más cooperativos y sociales del mundo animal. Viven en armonía en colonias subterráneas parecidas a un laberinto, ordenadas con una estricta división del trabajo, donde cada una sabe cuál es su tarea y dominadas por una matriarca reproductora o bien «reina». Asimismo son muy «xenófobas», y atacan y matan a los integrantes de otros Grupos, quizá por la competencia por los escasos comestibles. Aunque, de qué forma consiguen sostener su compleja organización en la oscuridad es prácticamente un misterio. Las ratas topo desnudas son criaturas muy comunicativas que chirrían, chillan, gorjean o bien aun gruñen – Felix Petermann, MDC
Grabaciones
Estos animales chirrían, chillan, gorjean y Asimismo aun se gruñen unos a otros en sus madrigueras, Así que un Equipo del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular de la Asociación Helmholtz (MDC) en Berlín se planteó averiguar si las vocalizaciones tenían una función social. Aplicaron técnicas de aprendizaje automático para analizar las características acústicas en 36.190 grabaciones de «chirridos suaves», la vocalización más común de las ratas topo, producidos por 166 individuos de siete colonias en laboratorios de Berlín y Pretoria. La inteligencia artificial no Solo identificó a los animales sobre la base de sus voces individuales, También detectó similitudes en los tipos de sonidos que se producen dentro de una sola colonia. En consecuencia, el programa pudo identificar de qué colonia provenía un individuo específico. «Eso significaba que cada colonia probablemente tenía su propio dialecto distinto», afirma Alison Barker, música y escritora primordial del estudio que la gaceta «Science» ha llevado a su portada. No obstante en ese momento, el club de investigación todavía no sabía si los animales lo sabían y podían reconocer su propio dialecto y distinguirlo de los demás. Cada ejemplar tiene su propia voz – Felix Petermann, MDC Para detectar ambas cosas, Barker realizó Varios experimentos. En el primero, colocó repetidamente una rata topo desnuda en dos cámaras, conectadas A través de un tubo. En una cámara se podía oir el chirrido de otra rata topo desnuda, al tiempo que la otra cámara estaba en silencio. Los animales se dirigían de inmediato al habitáculo donde se podían oir los chirridos. Si es que los sonidos los hacía un individuo de la propia colonia del sujeto de prueba, daba una respuesta vocal inmediata, Pero si es que los hacía uno de una colonia extranjera, la rata permanecía en silencio. «Eso nos permitió inferir que pueden reconocer su propio dialecto y responder selectivamente al mismo», dice la investigadora. Para asegurarse de que los sujetos de prueba respondieran al dialecto y no a la voz de un individuo conocido, los investigadores crearon deliberadamente sonidos artificiales con características de cada dialecto. En este caso, las ratas Asimismo respondieron. Y el experimento funcionó incluso En el momento en que se aromatizó la cámara donde se podía escuchar el dialecto familiar y de confianza con el olor de una colonia extranjera. «Eso demostró que las ratas topo desnudas respondían específicamente al dialecto en sector de al olor, y que tienen una reacción positiva al escuchar su propio dialecto», dice Gary Lewin, investigador del estudio. Del mismo modo que la madre adoptiva Estos roedores se alimentan de tubérculos subterráneos – Felix Petermann, MDC En experimentos adicionales, los estudiosos colocaron tres crías de rata topo desnudas huérfanas en colonias extranjeras donde la reina, la única hembra en colonias de ratas topo desnudas que se reproduce, De la misma forma había tenido últimamente una camada. Seis meses después, el programa informático mostraba que las crías adoptadas habían adquirido el dialecto de su nuevo hogar. a su vez, el club reveló que la reina no Solo es responsable de la reproducción en su colonia, Sino más bien más bien que Asimismo juega un papel decisivo en el control y preservación de la integridad del dialecto. «Durante el curso del estudio, una de nuestras colonias perdió a dos reinas en una sucesión relativamente rápida», cuenta Lewin. «En la anarquía que siguió, observamos que las vocalizaciones de las otras ratas en la colonia Comenzaron a variar mucho más de lo típico. La cohesión del dialecto se redujo considerablemente y no regresó hasta unos meses a continuación, con la ascendencia de otra hembra En este sentido como nueva reina». El crecimiento de un dialecto compartido «fortalece la cohesión y el sentido de pertenencia entre las ratas topo desnudas de una colonia específica», concluye Baker. Rochelle Buffenstein, investigadora del envejecimiento en el conjunto Calico, resalta en un artículo relacionado con el estudio en «Science» que «esta es una hazaña asombrosa para un roedor y está en marcado contraste con La mayor parte de las vocalizaciones de los mamíferos, que son innatas, inmutables y genéticamente heredadas». Los autores del trabajo consideran Asimismo que los seres humanos y las ratas topo desnudas tienen mucho más en común de lo cual cualquiera podría haber pensado previamente. Estas criaturas «tienen una cultura lingüística que se desarrolló mucho Antes de que existieran los seres humanos. El próximo paso es localizar qué mecanismos en el cerebro de los animales apoyan esta cultura, pues eso podría darnos una idea esencial de cómo evolucionó la cultura humana», dice Lewin.