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El primer virus descubierto en la Historia

En su origen el vocablo virus significaba cualquier sustancia venenosa, dentro de las cuales se incluyeron A lo largo de mucho tiempo, por poner un ejemplo, el veneno de las serpientes. Los virus son «estructuras» biológicas en realidad fascinantes que se encuentran en la frontera de lo inanimado y lo vivo. Sus tamaños son entre 100 y 1.000 veces más pequeños que los de una célula. El virus de la viruela, uno de los patógenos que han causado una mayor letalidad Durante la historia, es uno de los más grandes, con un diámetro de 200 nanómetros. En el polo opuesto está, por ejemplo, los poliovirus -causantes de la poliomielitis- con tan Solo 20 nm de diámetro. Estas dimensiones retrasaron su observación directa. No se dirigió hasta la década de los treinta del siglo pasado, Tras la invención del microscopio electrónico, en el instante pudimos contemplar a los virus por vez 1era, Pese a que intuíamos su existencia A partir de mucho tiempo atrás. Tratamientos frente a gérmenes que no se conocen
En 1796 el médico británico Edward Jenner (1749-1823) desarrolló la 1era vacuna de la Historia, lo hizo ante a la viruela, y en 1885 el científico francés Louis Pasteur (1822-1895) hizo lo propio ante a la rabia. En Los dos casos se trataban de enfermedades virales y Ambos científicos fallecieron sin llegar a identificar al microorganismo contra el cual habían desarrollado un procedimiento efectivo. Charles Chamberland (1851-1908), un colaborador de Pasteur, aportó la pieza clave que terminaría con el descubrimiento de los virus. Desarrolló un filtro, que fue bautizado con su apellido, confeccionado con poros de un tamaño inferior al de las bacterias, de forma que impidiera el paso de las mismas. Con su filtro, fabricado en porcelana, pretendía alcanzar agua libre de bacterias, que pudiera ser utilizada por Pasteur en sus experimentos. En 1892 el microbiólogo y botánico Dmitri Ivanovsky (1864-1920) estudió una enfermedad que afectaba a la planta del tabaco, una infección que se extendía con enorme rapidez y que ocasionaba pérdidas económicas millonarias. La enfermedad había sido identificada hacía algún tiempo en los Países Bajos y se la conocía Al afín que “mosaico del tabaco”, a causa a las manchas peculiaridades que aparecían en sus hojas. Se descubren los primeros virus
Ivanovsky molió las hojas de una planta infectada, avanzó el fluido obtenido por el filtrode Chamberland y ahora ha colocado en contacto el líquido conseguido con otra planta. El científico observó asombrado que la segunda planta adquiría la infección, en otras palabras, el agente infeccioso responsable de la enfermedad del mosaico del tabaco era más pequeño que una bacteria. Seis años acto seguido un microbiólogo holandés, Martinus W Beijererinck (1851-1931), reprodujo en su laboratorio de Delft el experimento de Ivanovsky llegando a exactamente la misma conclusión. Sin embargo el neerlandés probó, a su vez, que la infección podía transferirse a otras plantas, descubriendo, De esta manera, que el patógeno se autoreplicaba. Beijerinck bautizó al «agente filtrable» Al idéntico que «contagium vivum fluidum» (germen viviente soluble), en contraposición a las bacterias, que eran «contagium fixum». En este sentido, se manifestó -de manera experimental- la existencia del 1er virus de la historia, el responsable de la enfermedad del mosaico del tabaco. La carrera de la virología no había hecho solamente que comenzar. En 1898 dos científicos, Friedrich Loeffler y Paul Frosch, demostraron que el agente causante de la fiebre aftosa en el ganado era También un virus y el descubrimiento del 1er virus humano se tardó apenas tres años. En 1901 Walter Reed Encontró el virus de la fiebre amarilla. A pesar de los importantes avances efectuados por Ivanovsky y Bijerinck tiempo después se descartaría la naturaleza líquida de los virus y, lo más esencial, se pondría en entredicho que estuvieran vivos. No obstante, De exactamente la misma manera que diría Rudyard Kipling, eso ya es otra historia. M. Jara Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de Varios libros de divulgación