Hace cerquita de de 42.000 años, una inversión de lo s polos magnéticos de la Tierra causó importantes cambios ambientales, eventos de extinción de especies y alteraciones a largo plazo en el comportamiento humano. Esas son las primordiales conclusiones de un estudio recién publicado en ‘Science’ y llevado a cabo por un club internacional de más de treinta investigadores de instituciones y universidades de tres continentes bajo la dirección de Alan Cooper, del South Australian Museum de Adelaida. El hallazgo se dirigió posible gracias al descubrimiento de un enorme tronco de 60 toneladas de kauri (la mayor especie de árbol que existe en Inédita Zelanda), de 42.000 años de antigüedad y que se ha conservado casi intacto en un pantano. Los anillos del árbol indican que vivió En medio 1.700 años y justo en una temporada en la que el planeta, por lo menos magnéticamente hablando, se ha puesto patas arriba. La datos obtenida Debido a este «testigo de excepción» plantea importantes cuestiones acerca de el impacto que pueden llegar a contar las inversiones de los polos y las «excursiones magnéticas» sobre el clima y las formas de vida que las sufren. «Antes de este trabajo -explica Chris Turney, uno de los autores de la investigación- sabíamos que hace 42.000 años sucedieron muchas cosas en todo el planeta, Sin embargo no sabíamos exactamente por qué. Ahora, Por primera vez hemos podido fechar con precisión lo que Ocurrió En el momento en que los ámbitos magnéticos de la Tierra se invirtieron por última vez». El sitio magnético existe gracias al flujo de hierro fundido en el núcleo externo de la Tierra, que es propenso a cambios caóticos que no Solo debilitan el ámbito, Sino más bien Asimismo hacen que los polos se desvíen y, En ocasiones, se inviertan por completo. Las orientaciones magnéticas de los minerales en las rocas registran reversiones de larga duración, Sin embargo no pueden capturar los detalles de un cambio que duró Sólo unos siglos, Al idéntico que el de hace 42.000 años. En el registro geológico de nuestro mundo existen numerosos casos de inversión magnética, episodios A lo largo de los cuales los polos magnéticos ‘emigran’ de sus posiciones habituales y terminan por intercambiarse. Si es que algo Así sucediera en la actualidad, es muy posible que el acontecimiento causara estragos en las redes de telecomunicaciones y los equipos electrónicos. Sin embargo el impacto ambiental de tales eventos era prácticamente desconocido. La inversión magnética más reciente, famosa Así tal y como «excursión de Laschamps», fue un incidente de duración relativamente breve (menos de mil años en grupo) que Ocurrió hace cerquita de de 41.000 años y que ofrece la mejor ocasión que tenemos para estudiar las consecuencias de un cambio extremo en el ámbito magnético terrestre. Sin embargo, y A pesar de que existen Varios registros paleoambientales que indican que ese evento coincidió en el tiempo con cambios significativos en el clima y la ecología, no había hasta después data suficientes para establecer una relación de causa-efecto entre ambas cosas. En este estudio, Cooper y sus colegas presentan un nuevo registro de radiocarbono atmosférico, Pero Esta vez que información con precisión Debido a los anillos del kauri, milagrosamente conservado En medio milenios en los humedales de Nueva Zelanda. El flamante registro permitió a los estudiosos alinear otros registros globales de radiocarbono, ordenándolos en el tiempo y dándoles, por 1era vez, sentido. En su trabajo, los estudiosos encontraron un incremento significativo del radiocarbono atmosférico justo A lo largo de el período de debilitamiento de la fuerza del campo magnético que precedió a la inversión de polaridad. Y demostraron que esa debilidad tuvo importantes consecuencias. Cooper y sus colegas, en efecto, descubrieron que Durante su fase de menor intensidad, Una vez que el sector magnético terrestre apenas tenía un 6% del valor actual, se generaron sustanciales alteraciones en la concentración y el tránsito del ozono atmosférico, lo que llevó A su vez a los cambios climáticos y ambientales en todo el planeta, incluidos episodios de extinción de especies, que los científicos han observado en los registros climáticos de hace 42.000 años. En otras palabras, el estudio demuestra que las fluctuaciones del sector magnético terrestre pueden afectar tanto a la temperatura Así tal y como a la circulación del aire a escala global, con importantes cambios en el clima y la ecología en todo el mundo.