Ir al contenido

De esta manera eran las jirafas que caminaban por Teruel hace 4 millones de años

Hace cuatro millones de años, En medio una edad conocida Del mismo modo que el Plioceno inferior, Teruel era una región más parecida a la sabana africana que al paisaje que Hoy podemos ver con nuestros ojos. Por allí, mucho Antes de que los humanos hicieran su aparición, campaban libres los ‘tatarabuelos’ de los caballos, los antílopes o bien las jirafas modernas. Su historia quedó enterrada y, en seguida, un conjunto de investigadores de la Fundación Grupo Paleontológico de Teruel-Dinópolis y del Museo Nacional de Ciencias Naturales
-CSIC se afanan por quitar a la luz aquella vida prehistórica Desde uno de los yacimientos más ricos del país. Y, tan Solo una semana A continuación de iniciar los trabajos de esta campaña, ya han revelado Algunas interesantes sorpresas. El Equipo se centra en un yacimiento de mamíferos prehistóricos conocido Así tal como La Gloria 4 (uno de los más importantes de la Fosa neógena de Alfambra-Teruel), a tiro de piedra del famoso parque cultural y científico Dinópolis, un vergel de fósiles de dinosaurios. No obstante, al margen de los miles de huesos de aquellos gigantes, los paleontólogos han encontrado decenas de restos de mamíferos (Del mismo modo que antílopes, gacelas, hienas, ratones o murciélagos), invertebrados del pasado (Al igual que amonites), polen o sustrato que puede aportar grandes pistas sobre de qué manera era el mundo hace cuatro millones de años. Y, por aquel luego, Teruel era una cuenca sedimentaria que reunía las condiciones idóneas para mantener las huellas de toda aquella vida. «Es una feliz casualidad que En medio millones de años esta zona fuera un Entorno propicio a fin de que se fosilizasen todos aquellos restos que El día de hoy constituyen un grandísimo registro», explica a ABC Eduardo Espílez, paleontólogo de la Fundación Dinópolis y codirector de la excavación y quien lleva más de dos décadas trabajando en la zona, cuyo potencial paleontológico se descubrió en 1978 y viajó excavado en los ochenta, Si bien El día de hoy ya cuenta con 60 yacimientos descubiertos Solo de mamíferos. «Todo lo cual hemos descubierto en los últimos años ha tenido un incremento exponencial». Una jirafa parecida a sus ‘primos’ actuales
Tan Sólo en la actual campaña 2021 se han hallado importantes escombros, De La misma manera que Varios dientes de Hipparion (un caballo primitivo que cuenta con tres dedos, en vez de uno de sus cuñados más modernos), un cráneo de un antílope de talla mediana, y un maxilar de una hiena niña del género Plioviverrops
. Pero, lo cual más ha llamado la atención de los paleontólogos ha sido un astrágalo y una tibia de una jirafa primitiva que, Después de su análisis, promete ofrecer muchas de las claves de la vida de los grandes mamíferos en la zona hace cuatro millones de años. «Es inevitable pensar en animales de cuello inmenso y alargado, Pero este espécimen era más similar a los okapi, los ‘primos’ actuales de las jirafas, con una garganta algo más corta. Aún De esta manera, los análisis preliminares de los restos encontrados apuntan a que este animal medía cuatro mts hasta el cuerno, y unos dos y medio hasta la cruz», dice Espílez. Hervíboros por doquier
La mayoría de los fósiles encontrados en La Gloria 4 provienen hervíboros, lo que apuntala más la teoría de que probablemente la zona tenía luego lagos estacionales en los que estos animales fueron a beber y se vieron sorprendidos por algún depredador. «Pero Además pudo ser una riada provocada por una gran tormenta, Porque toda la acumulación de escombros viajó instantánea, de La misma época», explica el paleontólogo, quien se muestra cauto hasta el instante en que análisis siguientes revelen la verdadera historia de aquella fauna, de la que se han encontrado hasta 41 especies hasta la fecha. En cuanto al ‘rey’ de aquella cadena trófica, el depredador más temible del Teruel de hace 4 millones de años, aún no se tiene constancia fósil. «En aquella temporada dominaban los grandes felinos, Del mismo modo que los dientes de sable; y deberían existir restos, No obstante, por desgracia, Hasta ahora no hemos encontrado ningún hueso», afirma Espílez, que recalca la juventud de las excavaciones -el Equipo llegó por 1era vez a La Gloria 4 en la campaña de 2016-. «El trabajo que queda es abismal. Continuamente encontramos indicios de nuevos yacimientos. Del mismo modo que Siempre y en toda circunstancia y en todo momento digo, en estos parajes queda trabajo para Varios generaciones de paleontólogos».