Reducir el tamaño del Estado: ¿la solución para la solvencia fiscal en Argentina?
En los últimos 20 años, el sector público argentino ha experimentado un crecimiento desmesurado, llevando su representación en el Producto Interno Bruto (PIB) a un alarmante 44% al finalizar el año 2023. Ante esta situación insostenible, el Presidente de la Nación, Javier Milei, ha convocado al “Pacto de Mayo” con el objetivo de reducir de manera continua el tamaño del Estado.
Teniendo en cuenta la estructura tributaria ineficiente y arcaica que ha predominado durante décadas, Argentina se ha visto obligada a recurrir constantemente a la falsificación monetaria para poder financiar un sector público de estas dimensiones. Es evidente que esta situación no puede mantenerse a largo plazo.
El objetivo del Pacto de Mayo es poner fin a esta anomalía fiscal y buscar la solvencia fiscal en el país. Para lograrlo, es necesario reducir el tamaño del Estado, que actualmente promedia el 40% del PIB en el período comprendido entre 2002 y 2021. Si comparamos con el promedio histórico del 25% del PIB entre 1980 y 2021, resulta claro que el Estado argentino ha crecido de manera desmesurada en las últimas décadas.
La recaudación impositiva actual se basa en impuestos distorsivos que afectan negativamente la actividad económica y la creación de empleo. Impuestos como el Impuesto al Cheque, los impuestos al comercio exterior, Ingresos Brutos, el Impuesto a los Bienes Personales y muchos otros generan distorsiones que impactan directamente en la economía del país.
A diferencia de otros países que se basan en impuestos más eficientes, como el IVA y las Ganancias, Argentina se sostiene sobre una estructura impositiva inviable. Esto se debe, en gran medida, al tamaño desproporcionado del Estado y a una falta de eficiencia en el gasto público.
¿Correlación o causalidad en los países ricos con altos niveles de gasto público?
Uno de los argumentos utilizados para oponerse al discurso del Presidente es señalar que muchos países europeos mantienen “Estados de bienestar” con un nivel de gasto que supera el 40% del PIB, similar al de Argentina. Sin embargo, es importante destacar que estos países no se hicieron ricos gracias al crecimiento del Estado, sino que fue la generación de riqueza lo que les permitió financiar dichas estructuras estatales.
Aunque estos países pueden permitirse un Estado de gran tamaño, esto no implica que el modelo no genere costos. Europa se caracteriza por tener la menor tasa de crecimiento económico a nivel mundial, y esto se ha acentuado desde la crisis internacional de 2008. Países como Italia, España y Grecia han tenido dificultades para recuperarse y mantener un crecimiento sostenido.
El alto nivel de impuestos requeridos para mantener el Estado de bienestar penaliza el crecimiento económico. Si Argentina tuviera tasas de crecimiento similares a las europeas, no solo no podría aumentar su nivel de ingreso per cápita (debido al crecimiento más rápido de la población argentina en comparación con Europa), sino que también se mantendría rezagada como un país subdesarrollado.
En conclusión, la propuesta del Presidente Milei de reducir el tamaño del Estado es fundamental para lograr la solvencia fiscal en Argentina. El tamaño desmesurado del sector público, sumado a una estructura tributaria ineficiente, han llevado al país a una situación insostenible. Es necesario buscar un equilibrio en el gasto público y una mayor eficiencia en la recaudación impositiva para promover el crecimiento económico y el bienestar de todos los argentinos.