El desafío del déficit cero: ¿es factible?
El Gobierno argentino se ha propuesto la ambiciosa meta de alcanzar el déficit cero para finales de este año. Sin embargo, esto representa un gran desafío, considerando el gran déficit heredado de la administración anterior. A pesar de esto, los últimos informes muestran avances significativos en la reducción del déficit y en el cumplimiento de las metas del Fondo Monetario Internacional.
Según un informe reciente de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), en febrero se registró un superávit primario significativo de 9.000 millones de pesos. Esto representa un aumento del 150% en términos reales en comparación con el mismo mes del año pasado. Sin embargo, al contabilizar la carga por intereses de la deuda, se observó un déficit financiero de 6.000 millones de pesos en el mismo período.
El Gobierno logró reducir los gastos públicos en un 23,8% interanual, mientras que los ingresos tributarios tuvieron un leve aumento del 0,4%. Destaca el incremento en la recaudación por el Impuesto PAIS, los derechos de exportación y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Sin embargo, el Gobierno busca disminuir la dependencia de estos dos primeros tributos debido a las distorsiones que generan en la economía.
El tamaño del Estado también se está ajustando, con una reducción significativa en las erogaciones primarias del Gobierno durante el mes de enero. Al mismo tiempo, la recaudación aumentó considerablemente. El equipo económico liderado por el Ministro Luis Caputo busca lograr el déficit cero en 2024, es decir, alcanzar el equilibrio fiscal luego de pagar los intereses de la deuda.
Aunque la OPC anticipa un posible déficit financiero en febrero, el objetivo del Gobierno es factible y cada vez está más cerca de lograrse. Poco a poco, el déficit acumulado de 12 meses se reduce, acercándose al objetivo de déficit cero. La disciplina fiscal es fundamental para el desarrollo económico del país y para alcanzar la estabilidad financiera.