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Los monos escuchan a escondidas y entienden las «conversaciones»

Lo hacemos todos. En el trabajo, con nuestros amigos… Los seres humanos observamos con disimulo las interactúes entre terceros para decidir con quién podremos colaborar en un futuro o de quién nos conviene mantenernos alejados. No somos los únicos. Simios menos avanzados actúan de una forma similar. Antropólogos de la Universidad de Zúrich han llegado a la conclusión de que los titíes de Brasil escuchan a escondidas las «conversaciones» de sus congéneres e las entienden. Los investigadores utilizaron imágenes térmicas para medir de manera no invasiva los cambios de temperatura en las caras de los monos. Su fin era cuantificar las respuestas emocionales sutiles. «Pudimos usar esta técnica para demostrar que los titíes no percibían las interacciones vocales entre congéneres De La misma manera que la mera suma de los elementos de una sola denominada, Sino más bien que los percibían de forma integral, Del mismo modo que una conversación», asegura Rahel Brügger, primer intérprete y escritor del estudio. Un animal que experimente un desenvolvimiento en la excitación emocional mostrará una caída en la temperatura de parte superficial facial, especialmente en las regiones más expuestas, De La misma manera que la nariz. La medición de la radiación infrarroja emitida Mediante termografía deja registrar estos cambios. Para su estudio, los investigadores utilizaron reproducciones de intercambios vocales entre titíes, De esta manera De La misma manera que llamadas de animales individuales que no participaron en una interacción. Emitieron las reproducciones Desde un altavoz oculto y midieron con termografía las reacciones de los monos a las diversas simulaciones. «Esto mostró que la respuesta a las interacciones de llamadas viajó significativamente diferente a la respuesta a las llamadas individuales», afirma Brügger. «Los monos titíes pueden De este modo distinguir un charla entre congéneres de un monólogo puro». Preferencia por los amables
En las simulaciones, los investigadores Además distinguieron entre interactúes cooperativas y competitivas. Una vez que los monos habían escuchado las diversos interacciones, se les dio la situación de acercarse a las fuentes de los sonidos. Los investigadores observaron que los titíes preferían acercarse a los ejemplares simulados que habían estado involucrados en una interacción cooperativa con un tercero. Esta preferencia se ajusta al sistema social y al comportamiento natural de estos pequeños monos del nuevo mundo que dependen de la cooperación de los integrantes de su conjunto. «Este estudio se suma a la creciente evidencia de que muchos animales no Sólo son observadores pasivos de interacciones con terceros, Sino más bien También las interpretan», concluye la profesora de antropología Judith Burkart, coautora del estudio.