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El ‘Nobel de las Matemáticas’ recae en dos científicos que encontraron límites a la capacidad de los ordenadores

Considerado De exactamente la misma manera que el ‘Premio Nobel de las Matemáticas’, el Premio Abel 2021 ha recaído acerca de los investigadores László Lovász (73), de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest; y Avi Wigderson (64), del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, Inédita Jersey por sus progresos en la comprensión de los fundamentos de lo cual se puede y no se puede solucionar con ordenadores. El miércoles, la Academia Noruega de Ciencias y Letras que concede el premio, reconoció el trabajo de Lovász y Wigderson «por sus contribuciones fundamentales a la informática teórica y las matemáticas discretas, y su papel principal en darles forma en los campos centrales de las matemáticas modernas». Los dos dividirán el premio de 7,5 millones de coronas noruegas (unos 740.000 euros) que implica el galardón. Los dos matemáticos «abrieron el panorama y mostraron las fructíferas interacciones entre la informática y las matemáticas», dijo Durante su comparecencia Hans Z. Munthe-Kaas, matemático de la Universidad de Bergen en Noruega y 1er magistrado del comité del Premio Abel. «Estos conocimientos se aplican en el lado de la informática, Sin embargo realmente son matemáticas profundas». Dentro de su trabajo, uno de los hallazgos más influyentes es lo que se conoce Al parecido que el algoritmo LLL (las tres L que representan los apellidos de los tres matemáticos que lo crearon: Lovász y dos hermanos: Arjen y Hendrik Lenstra). El algoritmo involucra un objeto geométrico básico: una celosía. Un ejemplo de una celosía simple en dos dimensiones son los cuadrados de una hoja de papel cuadriculado. Ese patrón se puede producir A través de dos segmentos de línea: una línea vertical corta, el lado de uno de los cuadrados y una línea horizontal de exactamente la misma longitud. A través de combinaciones de estos dos segmentos de línea, se puede llegar a cualquier punto de la celosía. Con celosías más complicadas descubrir los generadores que son equivalentes a Ambos segmentos de línea para una celosía cuadrada bidimensional es un problema muy bastante difícil de resolver. No obstante, con el algoritmo LLL se puede descubrir una aproximación sencilla, Si bien muy buena del problema. De este modo es Del mismo modo que Lovász y sus colegas pudieron exponer las debilidades de ciertos sistemas criptográficos, mostrando de qué manera podrían simplificarse y acto seguido descifrarse Fácilmente. El algoritmo De la misma forma puede señalar el sendero cara nuevas técnicas de cifrado que serán necesarias si, Del mismo modo que se espera, la tecnología entra en la era de la computación cuántica. El cifrado vigente se basa en los productos de grandes números primos. Los ordenadores que se utilizan ahora no pueden factorizar números grandes de forma rápida, lo cual garantiza que el cifrado sea seguro. Si bien, los ordenadores cuánticos podrían hacerlo. Y eso requeriría un recambio total de los sistemas de cifrado basados en números primos. La única alternativa libre son los esquemas basados en celosías apoyados en el algoritmo LLL, una encriptación que ni utilizando computadoras cuánticas podría descifrarse. Por su comunicado, entre los avances clave de Wigderson está lo cual se conoce Del mismo modo que pruebas de conocimiento cero, que establece un tratamiento a fin de que una de las partes demuestre a otra que una declaración (Por lo general matemática) es cierta, sin revelar nada más que la veracidad de la declaración. Por servirnos de un ejemplo, es un método muy utilizado para las criptomonedas, en las que la seguridad y la no identificación están aseguradas. Los Premios Abel, que llevan El nombre de Niels Henrik Abel, un matemático noruego, se otorga Desde 2003. Entre los galardonados precedentes incluyen a Andrew J. Wiles, quien demostró el ultimo teorema de Fermat y en seguida está en la Universidad de Oxford; John F. Nash Jr., cuya vida se dirigió retratada en la película ‘Una mente maravillosa’; y Karen Uhlenbeck, profesora emérita de la Universidad de Texas en Austin, quien fue la primera mujer en recibir un Abel.