El gobierno de Argentina cierra la agencia de noticias estatal Télam, mientras los periodistas denuncian un “ataque a la democracia”
En una medida sorprendente, el gobierno de Argentina ha cerrado la agencia de noticias pública Télam, que ha estado operando desde 1945 y es la segunda agencia de noticias en español más grande del mundo después de la EFE de España. Esta decisión ha provocado una gran controversia, ya que algunos periodistas afirman que se trata de un “ataque a la democracia y a la libertad de expresión”.
El presidente Javier Milei había calificado previamente a Télam como una “agencia de propaganda kirchnerista”, en referencia a los gobiernos anteriores de este partido político. Sin embargo, los periodistas que trabajan en la agencia argumentan que esta medida es un ataque a la democracia y a la libertad de expresión.
El cierre de Télam forma parte de las reformas económicas radicales de Milei, quien se autodenomina anarco capitalista. Numerosos organismos gubernamentales han sido eliminados en el marco de estas reformas. Los periodistas se encontraron con que la entrada al edificio de la agencia en Buenos Aires estaba cercada por la policía, y recibieron un correo electrónico anunciando una suspensión de siete días con sueldo para los 760 periodistas y trabajadores de la agencia.
Ante esta situación, los periodistas de Télam decidieron acampar frente a la cerca para vigilar cualquier intento de los funcionarios gubernamentales de ingresar a la sala de redacción. El representante del sindicato de Télam, Tomás Eliaschev, declaró: “Los archivos de aquí pertenecen a todos los argentinos. Debemos defenderlos”. Eliaschev también señaló que no se han abierto canales de negociación entre los trabajadores y el gobierno.
Este cierre ha desatado una reacción inmediata por parte de periodistas y académicos en las redes sociales. Candela Ini, periodista política de La Nación, escribió: “Télam sí tiene razón de existir. Su cierre, sin un debate serio y responsable sobre cómo debería funcionar, es un ataque a la libertad de expresión”. Martín Becerra, académico y profesor de la Universidad de Buenos Aires, argumentó que sin Télam, la producción de noticias en partes remotas de Argentina sería casi inexistente.
La Federación Argentina de Trabajadores de la Prensa (FATPREN) ha expresado su apoyo a los periodistas de Télam. Su secretaria general, Carla Gaudensi, afirmó: “Vamos a defender a Télam porque no se trata solo de nuestros trabajos. La democracia está garantizada en Télam”. El Foro de Periodismo de Argentina (FOPEA) también emitió un comunicado en el que afirmaba que en un contexto de desinformación creciente, los medios públicos pueden y deben desempeñar un papel decisivo en la formación de audiencias más críticas y mejor educadas, con inclusión y equilibrio de voces.
El futuro de Télam como empresa estatal es incierto. Después de asumir el cargo, el presidente Milei anunció un decreto de reforma económica que incluía drásticos recortes en casi todos los organismos gubernamentales. Muchas empresas estatales deben cerrarse o venderse al sector privado. Un portavoz de la oficina del presidente señaló que hay un plan de reorganización en desarrollo para la agencia y que se espera que se presente en los próximos días.
Si bien los costos pueden ser altos, el trabajo y el archivo de Télam son vitales para el ecosistema de la prensa en Argentina. La agencia cuenta con cientos de periodistas en todo el país, y clientes de grandes medios de comunicación como Clarín, La Nación e Infobae, hasta pequeñas estaciones de radio locales, todos utilizan fotos y noticias de la agencia a un costo muy bajo.
En resumen, el cierre de Télam ha generado una fuerte controversia y ha sido denunciado como un ataque a la democracia y a la libertad de expresión por parte de los periodistas. El futuro de la agencia como empresa estatal es incierto, y queda por verse cómo se desarrollarán los acontecimientos y si habrá una resolución satisfactoria para ambas partes.