Ante la urgencia provocada por la extraordinaria expansión de la Covid-19, equipos de investigación de todo el planeta emplean ratones, monos o hurones para desentrañar el funcionamiento del coronavirus. Sin embargo muchos Conjuntos científicos dedicados al estudio de otras enfermedades se han visto obligados a paralizar sus investigaciones con animales. En EE.UU., esta interrupción y la imposibilidad de cuidados por falta de personal, confinado en sus casas, ha obligado a sacrificar cientos de roedores de laboratorio, Conforme denunciaban hace algunos días el grupo animalista People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) y los trabajadores de ciertos laboratorios, que han tenido que a asfixiar a sus ratones con dióxido de carbono. En España, la ocasión es diferente. Los animalarios siguen abiertos Gracias a que esta actividad, considerada Al semejante que explotación ganadera, ha sido reconocida También que particular en el decreto del Gobierno. Los experimentos con animales ya en marcha continúan. «Estudios de vacunas, de pruebas de seguridad de fármacos, de enfermedades Al idéntico que el cáncer, neurodegenerativas o bien de envejecimiento no pueden finalizar», explica Isabel Blanco, presidenta de la sociedad española para la ciencia del animal de laboratorio (SECAL). No obstante los estudios con animales que estaban a punto de iniciarse han quedado en el limbo, por lo que se ha reducido en un Sólo 25% el número de «cobayas» en estos centros, en su enorme mayoría ratones. Esto quiere decir que, por ejemplo, en los animalarios que trabajan con organismos modificados genéticamente (OMG), se ha parado la cría y se están haciendo menos cruces. «Estas líneas se deben preservar Ya que en un Sólo futuro, ojalá que breve, necesitaremos proseguir investigando para muchas otras enfermedades que no son la Covid-19», afirma Blanco. «También se han parado los envíos semanales de nuevos animales para nuevos procedimientos pues no se pueden llevar a cabo hasta el instante en que pase la situación», incluye. Algunos ejemplares van a tener que ser sacrificados inevitablemente, De exactamente la misma manera que damnificados colaterales del coronavirus. Respiradores para cerdos
Blanco asegura que el resto de los animales, la gran mayoría, son alimentados y reciben atenciones cada jornada. Para ello, los cuidadores, veterinarios, biólogos y técnicos que trabajan en los laboratorios hacen turnos siguiendo unas medidas de protección que Antes eran habituales para ellos: mascarillas, monos impermeables y guantes. Esto es lo que ocurre en los grandes centros que investigan con animales en nuestro país, Del mismo modo que el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), el CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), el CBM (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa), el Parque de Investigación Biomédica de FC Barcelona (PRBB) o el sanatorio Vall d’Hebron, Además en la ciudad condal, el Instituto de Neurociencias de Alicante o bien las distintas facultades de medicina. A mayoría trabaja con ratones y peces. La utilización de criaturas más grandes Al igual que primates (que pueden infectarse por el virus y reciben una atención singular por ello) y cerdos es residual. La presidenta de la SECAL apunta que los animalarios han cedido equipos de protección individual (mascarillas, guantes) a los hospitales y Asimismo respiradores que emplean los cerdos en los laboratorios, los mismos o muy parecidos a los empleados por pacientes humanos. Sin embargo sobre todo, «tenemos una enorme experiencia en conservar nuestros animalarios libres de agentes infecciosos que puedan afectar a los animales. De ahí que, podemos enseñar mucho a centros sanitarios y residencias de ancianos de de qué forma emplear las mascarillas, coordinar las entradas y salidas de personal y de material o bien gestionar los residuos», apunta.