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El enorme impacto que obtuvo «tumbar» a Urano

Todos y cada uno de los planetas del Sistema Solar giran cerquita de del Sol en exactamente la misma dirección y en el mismo plano, lo que se considera Al semejante que un vestigio de la manera en que nació nuestro sistema planetario, Desde un disco giratorio de gas y polvo. La mayor una parte de los planetas, a su vez, También rotan sobre su eje en idéntica dirección, con sus polos orientados perpendicularmente al plano de rotación. Urano, Sin embargo, escapa a esta regla, y muestra una inclinación única de 98 grados. ¿Cómo es posible tanta diferencia? Tratemos en seguida de visualizar la esfera celeste. Para hacerlo, basta con alzar la vista al cielo nocturno y También imaginar que todas y cada una y cada una de las estrellas que podemos ver están “pintadas” en el interior de una enorme esfera que abarca todo el Sistema Solar. A medida que la Tierra se mueve dentro de la esfera, las estrellas De la misma forma parecerán moverse y subir. Durante su órbita cerca de del Sol, Urano sostiene sus polos apuntando a puntos fijos con relación a esa esfera, por lo cual, A partir de la Tierra, semeja estar girando y tambaleándose. Urano Además tiene un sistema de anillos, De esta manera tal como los de Saturno, y la empresa de 27 lunas que orbitan el planeta alrededor de su ecuador, lunas que Asimismo figuran “volcadas”. Un choque entre planetas
Ahora, un Equipo de investigadores dirigido por Shigeru Ida, del Instituto de Tecnología de Tokyo, concluye de explicar de qué manera surgió el inusual conjunto de propiedades de Urano. El estudio, recién publicado en Nature Astronomy, sugiere que al principio de la historia del Sistema Solar, Urano recibió el impacto de un “pequeño” planeta helado. Su masa era de entre una y tres veces la de la Tierra y la colisión “tumbó” al planeta gigante, dejando sus lunas y anillos También que pruebas de la colisión. Los estudiosos llegaron a esta conclusión En tanto trabajaban en una simulación informática de la formación de lunas cerquita de de planetas helados. La mayor parte de los mundos del Sistema Solar poseen lunas, que exhiben toda una colección de distintos tamaños, órbitas, composiciones y otras propiedades que ayudan a los científicos a entender cómo se formaron. Por ejemplo, existen fuertes evidencias de que la única luna de la Tierra se formó en el horario un cuerpo rocoso del tamaño de Marte colisionó en contra de ella hace casi 4.500 millones de años. La idea ha servido para aclarar muchos aspectos de la luna, su composición y la manera en que orbita nuestro planeta. La era de los impactos
Este tipo de enormes impactos eran más comunes en el horario el Sistema Soalar era jovencita, y costituyen un capítulo fuerte acerca de el modo en que se formaron los planetas. Pero, y Debido a su lejanía del Sol, Urano debió de sentir colisiones muy distintas de las que tuvo que padecer la Tierra. Dado que nuestro planeta se formó mucho más cerquita que el Sol, donde el Ambiente era más cálido, está formado eminentemente por lo que los científicos llaman elementos “no volátiles”, lo que significa que es sólido y rocoso. Al contrario, los planetas externos acostumbran a estar compuestos, en enorme medida, por “elementos volátiles”, Del mismo modo que el agua o bien el amoniaco, que en la Tierra serían líquidos Pero que con las temperaturas y presiones de un mundo gigante y muy alejado del Sol están congelados en forma de hielo. Según Ida y sus colegas, los impactos gigantes en mundos helados distantes serían totalmente distintos de los cuales se producen en planetas rocosos. A causa a que la temperatura a la que se manera el hielo de agua es baja, tanto los restos de impacto de Urano Así como los de su impactador de hielo se habrían evaporado A lo largo de la colisión. Tumbado y con lunas
Por eso, un cuerpo muy grande y masivo se dirigió capaz de inclinar el planeta gigante, estrecharle un veloz periodo de rotación (la jornada de Urano dura 17 horas) y el material sobrante de la colisión permaneció en estado gaseoso. A continuación, Urano “recolectó” La mayor parte de las sobras, con las que formó sus pequeñas lunas actuales. El modelo de Ida reproduce a la perfección la configuración vigente de los satélites del mundo gigante. En palabras del propio Ida, “este modelo es el primero en explicar la configuración del sistema lunar de Urano, y puede ayudar a explicar las configuraciones de otros planetas helados de nuestro Sistema Solar, Al idéntico que Neptuno. Más allí de esto, los astrónomos han descubierto ya miles de planetas alrededor de otras estrellas, los llamados exoplanetas, y las observaciones sugieren que muchos de ellos, los conocidos Al idéntico que ‘supertierras’, pueden estar formados en enorme parte de hielo de agua, con lo que el modelo Además puede aplicarse en ellos”.