Antes de la actual pandemia, los Betacoronavirus, un grupo de coronavirus que infecta a mamíferos, habían causado dos graves epidemias: la de SARS, en 2003, y la de MERS, en 2012. El reservorio natural de estos virus, o bien sea, el grupo de animales hospedadores donde se replican y evolucionan, son los murciélagos. Sin embargo en Ambos casos, los virus no llegaron hasta humanos hasta Después de infectar a hospedadores intermedios: otros animales, esta vez civetas y dromedarios, que sirvieron Al igual que «puente» hacia las personas. Las evidencias genéticas apuntan a que el SARS-CoV-2 proviene de un virus presente en murciélagos y se sostiene que lo más probable es que infectara a un hospedador intermedio que facilitó su transmisión hasta humanos, provocando la terrible pandemia de la COVID-19. Conocer cómo Ocurrió es clave para controlar la aparición de nuevos virus, No obstante todavía no se ha dado con ese hospedador intermedio. Después, un estudio que se ha publicado en «PLOS Pathogens», y realizado por estudiosos del Colegio de Recursos Biológicos Aplicados de Guangdong, en China, ha concluido que uno de los sospechosos que más veces se ha señalado Del mismo modo que hospedador intermedio, el pangolín malayo, no es la fuente directa de la vigente pandemia. «Nuestro estudio no apoya la idea de que el SARS-CoV-2 evolucionara de manera directa del pangolín», han concluido los autores, encabezados por el investigador Jinping Chen. Pangolines enfermos
Los científicos han llegado a esta conclusión ahora de secuenciar el genoma de un Betacoronavirus que infecta a estos pangolines malayos. Lo pudieron hacer Gracias a que descubrieron el virus en los cuerpos de tres pangolines muertos por una enfermedad respiratoria y que habían sido interceptados en las aduanas de Guangdong en marzo y julio de 2019. Los estudiosos obtuvieron un genoma de nombre «pangolin-CoV-2020», hallado en estos pangolines, que resultó ser muy parecido al genoma de SARS-CoV-2 y del coronavirus de murciélagos que se sitúa Al parecido que origen de la actual pandemia (de nombre «Bat-CoV-RaTG13». Si bien, los estudios en el gen S, del que depende la proteína S o de la espícula, crucial para delimitar si es que el coronavirus puede atacar o no a humanos, les ha llevado a descartar la hipótesis de que el SARS-CoV-2 pudiera emerger directamente del coronavirus de pangolines («pangolin-CoV-2020»). El pangolín, posible reservorio
Sin embargo, los creadores han destacado que sus datos sitúan al pangolín Del mismo modo que posible reservorio natural del coronavirus. Por ello, han sugerido que es posible que haya más coronavirus circulando entre estos animales, por lo cual han subrayado la importancia de proteger a estos animales y restringir el contacto entre éstos y las personas, si se quiere eludir futuros brotes. De la misma forma, han señalado la necesidad hacer un rastreo a enorme escala entre estos animales para poder analizar cómo son los coronavirus que están circulando luego entre los pangolines y eludir inconvenientes más adelante.