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Crean el quinto estado de la materia en el espacio

La Estación Espacial Internacional (ISS), el sofisticado laboratorio que orbita a 400 km de altitud sobre la Tierra, alberga Desde hace dos años un experimento del tamaño de un congelador llamado Cold Atom Lab (CAL). La instalación tiene un aspecto obsoleto comparada con el último modelo de frigorífico que podemos poseer en casa, Sin embargo es extraordinaria. Puede enfriar átomos en el vacío a temperaturas una diez mil millonésima de grado por arriba del cero absoluto -la mínima temperatura posible (−273,15 °C)-, lo que lo convierte en uno de los lugares más fríos del universo. Ahora, segun anuncian en la revista «Nature», los científicos lo han utilizado para conseguir, Por primera vez, la generación en el espacio de un extraño estado de la materia que no existe en la naturaleza. Versa de un condensado de Bose-Einstein (BEC), conocido Tal como el quinto estado de la materia. Lo forman nubes de gas compuestas por varias átomos que se comportan Asimismo que si fueran uno Sólo, se «sincronizan» en una onda y comparten sus propiedades cuánticas. Estos condensados acudieron predichos por 1era vez por Albert Einstein y Satyendra Nath Bose hace más de 95 años, No obstante los científicos los observaron por 1era vez en laboratorio hace Solo 25 años. A partir de luego, se han convertido en una herramienta clave en el estudio de la física cuántica, y son rutinariamente producidos en cientos y cientos de laboratorios alrededor el planeta. Si embargo, jamás Hasta ahora se habían conseguido en el espacio. Ventajas de la microgravedad
La generación de un BEC de rubidio y potasio a bordo de la estación espacial es un enorme triunfo tecnológico, Pero no Sólo eso. La condición de microgravedad perpetua ofrece nuevos y mejores métodos para sentir esta clase de objetos y medirlos con más precisión que en la Tierra. Los átomos de rubidio y potasio se inyectan en la cámara ultra fría para reducir su velocidad. Luego se crea una trampa magnética que, al lado de otras herramientas, consigue que los átomos formen una nube densa. En este punto, los átomos «se confunden entre sí», explica a MIT Techonology Review David Aveline, físico del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA y autor principal del estudio. En el instante la nube de átomos es liberada en la trampa magnética se expande, lo cual los enfría todavía más. El problema es que si se separan demasiado, ya no se comportan De esta manera como un condensado. La gravedad terrestre puede distorsionarlo o arruinarlo por completo. Pero en microgravedad, los átomos se sostienen unidos Aunque aumente el volumen de la trampa. Eso deja que el condensado dure más tiempo, más allá de un 2do en comparación con las decenas de milisegundos que se pueden conseguir en la Tierra. Esto es fundamental, Puesto que un tiempo de observación más largo se traduce en una mayor precisión alcanzable en las mediciones. Además, en condiciones de microgravedad, los átomos pueden quedar atrapados por fuerzas más débiles, lo cual deja lograr temperaturas más bajas, en las que los efectos cuánticos exóticos se vuelven cada vez más prominentes. Ondas gravitacionales
«La exitosa generación de condensados de Bose-Einstein en órbita revela nuevas ocasiones para la investigación de gases cuánticos, Como para la interferometría atómica, y allana el trayecto para misiones Todavía más ambiciosas», afirma Maike Lachmann, del Colegio de Óptica Cuántica de la Universidad de Leibniz en Hannover (Alemania), en un Solo artículo adjunto al estudio. La observación directa de estos comportamientos atómicos únicos ayudará a responder preguntas acerca de cómo funciona nuestro mundo en las escalas más pequeñas. De la misma forma, el experimento CAL podría algún día permitir que los BEC formen la base de instrumentos ultrasensibles que detectan señales débiles de algunos de los fenómenos más misteriosos del universo, Al parecido que las ondas gravitacionales y la energía oscura. Además podría allanar el sendero para mejores sensores de inercia, Desde acelerómetros y sismómetros hasta giroscopios.