Ir al contenido

Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2020 a los padres de la imagen comprimida

El Premio Princesa de Asturias en el campo de Investigación Científica y Técnica 2020 ha recaído en los matemáticos Yves Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao y Emmanuel Candès por haber realidazo amplios progresos «relacionados las teorías y técnicas modernas del procesamiento matemático de información y señales», ha dado a conocer este martes la organización. Ellos son los responsables de que a día de La jornada de hoy podamos hacer fotografías con gran Resolución y que ocupan poco espacio en nuestro móvil, que nuestra casa se convierta en un cine toda vez que vemos una película digital o que los médicos puedan saber qué ocurre dentro de nuestro organismo con todo lujo de detalle y mínima exposición. Y, más allá, sus teorías son básicas para que el Telescopio Espacial Hubble haya podido tomar imágenes increíbles que nos permiten conocer algo más nuestro universo o aun ponerle «banda sonora», Gracias a la detección de las ondas gravitacionales. Toda una revolución. En concreto, la Fundación Princesa de Asturias reconoce «sus contribuciones pioneras y trascendentales a las teorías y técnicas modernas del procesamiento matemático de datos y señales son base y soporte de la era digital –al avalar comprimir archivos gráficos sin apenas pérdida de Decisión, de la imagen y el diagnóstico doctores –al avalar reconstruir imágenes precisas Desde un reducido número de datos– y de la ingeniería y la investigación científica –al eliminar interferencias y estruendo de fondo». Los cuatro recibirán a su vez del reconocimiento, una escultura de Joan Miró y un premio económico de 50.000 euros. <blockquote class=”twitter-tweet”><p lang=”en” dir=”ltr”><a href=”https://twitter.com/hashtag/BreakingNews?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw”>#BreakingNews</a>: Yves Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao and Emmanuel Candès, world leaders in the field of mathematics, have been bestowed with the 2020 Princess of Asturias Award for Technical and Scientific Research.<a href=”https://twitter.com/hashtag/PrincessAsturiasAwards?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw”>#PrincessAsturiasAwards</a> <a href=”https://t.co/5kMTQvLeMl”>pic.twitter.com/5kMTQvLeMl</a></p>&mdash; Fundación Princesa de Asturias (@fpa) <a href=”https://twitter.com/fpa/status/1275383138936643591?ref_src=twsrc%5Etfw”>June 23, 2020</a></blockquote> <script async src=”https://platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script> La primera revolución en las imágenes
Detrás de todo está la teoría de las ondículas, que Meyer y Daubechies llevaron a otro nivel. El matemático francés Yves Meyer es maestro emérito de la École Normale Supérieure Paris-Saclay y ex miembro del Comité Científico del Colegio de Ciencias Matemáticas (ICMAT). Él se dirigió el responsable de encontrarla conexión entre los postulados de Grossmann y Morlet, creadores de la teoría de las ondículas, y el trabajo del argentino Alberto Calderón, interconectando las ondículas con la matemática pura. Por esta aportación viajó galardonado con el Premio Abel 2017, considerado el Nobel de las Matemáticas. De forma muy resumida: la teoría de ondículas deja «atomizar» señales complejas en un Solo tipo de partícula matemática denominada ondícula; expresado de otro modo, comprimir las señales hasta hacerlas «manejables» y numéricas. A su vez, Ingrid Daubechies, matemática y física belga, es «madre» de la base del sistema de compresión de imagen JPEG 2000, una revolución a la hora de transferir grandes cantidades de datos visual sin perder calidad. Daubechies ha recibido numerosos Galardones, entre ellos distinguen el Premio Nemmers en Matemáticas y el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ciencias Básicas. Asimismo ha sido la primera mujer en presidir la Unión Matemática Internacional. Trabaja actualmente Al idéntico que profesora en la Universidad de Princeton. Al lado de Daubechies, Meyer reunió trabajos precedentes y los relacionó con las herramientas analíticas utilizadas en el análisis armónico. «Este descubrimiento condujo posteriormente a la demostración, por comunicado de Meyer, de que las ondas pueden formar Grupos mutuamente independientes de objetos matemáticos llamados bases ortogonales. Su trabajo inspiró a Daubechies para construir las ondículas ortogonales con soporte compacto y, luego, las ondículas biortogonales, que revolucionaron el campo de la ingeniería», explican Desde la fundación. Detrás de su aportación encontramos la compresión y el almacenaje de información, la eliminación de explosión, las capturas médicas y el cine digital. Las ondículas Además se usan en el estudio del cosmos, para restaurar imágenes de satélite, en la deconvolución de las imágenes del telescopio espacial Hubble y acudieron clave en la reciente detección por LIGO de ondas gravitacionales. Nuevo avance disruptivo
Si la teoría de Meyer y Daubechies permitía tomar grandes cantidades de data y comprimirlos para que después fueran reproducidos, a inicios del siglo XXI dos nuevos matemáticos, Terence Tao y Emmanuel Candès, consideraron el camino «contrario»: que de pocos datos y con ruido se pudieran recomponer imágenes precisas para diagnosticar, por poner un ejemplo, el estado de un pulmón en un paciente de coronavirus. En 2006, el francés Candès -profesor de matemáticas, estadística e ingeniería eléctrica en la Universidad de Stanford, donde Además es la Cátedra Barnum-Simons de Matemáticas y Estadística, Así De La misma manera que miembro de MacArthur 2017- y el australiano Tao -quien fuese niño prodigio que Desde los 24 años trabaja De esta forma tal y como profesor titular de matemática en la UCLA, había recibido la Medalla Fields en agosto de 2006, y un mes después obtuvo una Beca MacArthur- escribieron un artículo que supuso la segunda revolución del tratamiento de datos y señales con el crecimiento de las teorías de compressed sensing (detección comprimida) o bien compressive sampling (muestreo reducido) y matrix completion (terminación de la matriz), fruto de la colaboración entre Terence Tao y Emmanuel Candès. Esta teoría permite la reconstrucción eficiente de data dispersos basados en muy pocas mediciones. Uno de los problemas primordiales de las imágenes médicas y, Normalmente, en todas las áreas del procesamiento de señales, es cómo reconstruir una señal A partir de mediciones parciales y ruidosas. «Técnicas de reconstrucción avanzadas, De esta manera tal y como el compressed sensing y matrix completion, dejan la reducción del número de muestras necesarias, lo que en imágenes médicas implica una exploración más rápida del paciente», afirman Desde la organización. Un ejemplo: los escáneres de resonancia magnética. Gracias a las aportaciones de Candès y Tao se han acortado considerablemente los tiempos de escaneo y exposición de los pacientes -que puede ser dañina- sin que las pruebas hayan perdido calidad. «Esto se ve traducido en una menor frecuencia de muestreo, menor cantidad de data, menor manipulación de los recursos de almacenaje, menor requerimiento de velocidad de los convertidores analógico-digitales y menor tiempo requerido para la transmisión de los datos», señalan Desde la fundación. En definitiva, este Premio Princesa de Asturias reconoce que «las teorías matemáticas desarrolladas por Yves Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao y Emmanuel Candès ponen de manifiesto el papel unificador y transversal de las matemáticas en diversos disciplinas científicas e ingenierías, con soluciones prácticas aplicables en varias sectores, y forman un ejemplo de la utilidad del trabajo en matemáticas puras». La demostración de que los números no Sólo son teorías.