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De qué manera convertir el Sistema Solar en una nave, y viajar en ella por toda la galaxia

En “La Tierra errante”, una de sus novelas más renombradas, el escritor chino Cixin Liu describe de qué manera la Humanidad consigue alejar la Tierra de un Sol moribundo que advertencia con destruirla. En lugar de desamparar el mundo, en la álbum de Liu la raza humana hace sus cálculos y construye 12.000 gigantescos motores de fusión que, juntos, consiguen dar a nuestro planeta el impulso necesario para escapar de la inminente catástrofe y llegar hasta La próxima Próxima Centauri, la estrella más cercana, a “solo” 4,2 años luz de distancia. Sin embargo, ¿y si el peligro no viniera de nuestro propio Sol Sino más bien más bien, por poner un ejemplo, de la inminente detonación de una supernova siguiente? ¿Sería posible en ese caso mover todo el Sistema Solar para evitar la extinción de nuestra especie? La respuesta, por lo menos en teoría, es que sí. En 1987, en efecto, el físico ruso Leonid Shkadov planteó Por primera vez un motor teóricamente capaz de mover una estrella. Para ello usaría un gigantesco espejo para reflejar la propia luz de la estrella nuevamente hacia su superficie, generando En este sentido un empuje lento, No obstante continuo, que permitiría lograr velocidades modestas Durante largos periodos de tiempo. El propulsor de Shkadov podría impulsar al Sistema Solar a unos 100 años luz de distancia en un plazo de 230 millones de años, lo cual dura una órbita galáctica completa. El propulsor de Shkadov se dirigió Sólo el principio. En enero de este mismo año, en efecto, Matthew E. Caplan, físico de la Universidad Estatal de Illinois, proponía en un Sólo artículo publicado en Acta Astronautica un “motor estelar” mucho más veloz y eficiente que el de Shkadov, capaz de movernos hasta 50 años luz en “solo” un millón de años. Para ello, el científico proponía la construcción de un gran propulsor que, colocado cerca del Sol, usaría sus poderosos ámbitos magnéticos para recoger hidrógeno y helio del viento solar y emplear esos elementos Al idéntico que combustible. Por supuesto, la tecnología requerida para realizar cualquiera de Ambos motores es algo que queda, por ahora, completamente fuese de nuestro alcance. En sus respectivos trabajos, en efecto, Shkadov y Caplan se limitaban a mostrar proyectos que eran “científicamente posibles”. Siguiente paso, el “Tirón estelar”
Y ahora, Alexander Svoronos, de la Universidad de Yale, acaba de proponer otro tratamiento completamente distinto de los anteriores para “mover” un sistema estelar completo y alejarlo De esta forma de cualquier posible catástrofe cósmica. Pero no Solo eso. Consciente de que ese proyecto tampoco está al alcance de nuestra tecnología, Svoronos asegura Si bien, en un artículo publicado Además en Acta Astronautica, que sí que podríamos ver de qué forma otros lo están haciendo. En otras palabras, si alguna civilización alienígena ha conseguido el nivel tecnológico preciso y decide mover su estrella, al lado de todos y cada uno de los planetas de su sistema, nosotros podríamos observar el proceso con nuestros telescopios. La idea se llama “Star Tug” (Tirón estelar) y Versa, Conforme explica el propio Svoronos “de una megaestructura que puede usarse para mover un sistema estelar entero. Y si el sistema estelar de alguna civilización avanzada va a acercarse en algún instante a una supernova, podrían tratar de evitarlo”. Suponiendo que la estrella que se pretende mover tenga La misma masa que nuestro Sol, la megaestructura, con un peso de por lo menos la quinta parte que el de la Luna, tendría que colocarse a apenas 10.000 kilómetro de la estrella. De esta forma, el continuo “tirón gravitacional” del objeto, Si bien pequeño, arrastraría la estrella hacia él, produciendo una progresiva aceleración. La enorme estructura, Además, tendría que estar equipada con una batería de propulsores, lo que le permitiría moverse y, al hacerlo, arrastrar la estrella Acto seguido de de sí. Svoronos considera que esa aceleración podría llegar a ser, en “apenas” 5.300 años, equivalente al 0,1 por ciento de la de la luz. Para alcanzar el 10 % de la velocidad de la luz habría que continuar acelerando Durante 38 millones de años más. En todo caso, un millón de veces más rápido que el propulsor de Shkadov. El sistema es ingenioso No obstante tiene, a su vez del hecho de colocar un objeto tan masivo a Solo 10.000 km del Sol, una complicación adicional. Los motores de fusión del Star Tug deberían ser alimentados por material extraído de la propia estrella. Algo que tal vez podría conseguirse con gigantescos elevadores espaciales, Sin embargo por en seguida desconocemos de qué tipo de material Deberían estar sucesos esos ascensores para sobrevivir tan cerquita de una estrella. Con todo, si es que existe en alguna parte “alguien” que haya conseguido resolver estas complejas contrariedades técnicas, una civilización alienígena avanzada podría mover su sistema solar al completo a cualquier comunicado de la galaxia, colonizar otros sistemas favorables que fuese encontrando por el sendero o, aun, viajar hasta una galaxia completamente diferente. “En realidad -asegura Svoronos- podría expandirse a otra galaxia viajando A lo largo de cientos y cientos de millones de años”. Del mismo modo que ya se ha expresado, el proyecto queda fuera de las capacidades actuales de la humanidad. No obstante Svoronos cree que podríamos buscar “Star Tugs alienígenas” que estén en pleno funcionamiento. A mayoría de las estrellas giran cerca de de la galaxia en exactamente la misma dirección, No obstante Algunas lo están haciendo, sospechosamente, en dirección contraria. Pensamos que Asimismo esos movimientos son naturales, Pero ¿y si no lo fueran? Si es que los astrónomos se centraran en buscar las estrellas que viajan a contracorriente, y vieran que son muchas, esa podría ser la pista de que algo raro está sucediendo…