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Los humanos ya empleaban camas hace 200.000 años

(De Agencia SINC). Los humanos prehistóricos asentados en Border Cave, un refugio rocoso situado en la cordillera Lebombo de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), usaron una mezcla de hierbajos y cenizas para crear lechos cómodos y libres de insectos hace 200.000 años, Según un estudio internacional publicado en el último número de la gaceta «Science». Este hallazgo supone el manipulación humano más antiguo de camas de hierba registrado, superando en más de 100.000 años las evidencias conocidas hasta la fecha. Estos «colchones» representan la capacidad de los humanos de la Edad de Piedra de organizar y ordenar el espacio para tareas cotidianas, al usar gramíneas –Panicum maximum, en la ocación de la Border Cave– para fabricar camas, regiones de descanso y de trabajo. A su vez, ilustra el conocimiento que estos habitantes tenían acerca de las cenizas De La misma manera que repelentes de insectos, demostrando un comportamiento complejo en la Decisión de incidentes. Debido a que la materia vegetal suele preservarse en malas condiciones arqueológicas, las evidencias de usar plantas para otra cosa que no sea alimentarse son escasas y difíciles de interpretar. El uso de camas de hierba más viejo del que se debía constancia –antes de las de Border Cave– databa de hace 77.000 años, en el horario los humanos prehistóricos de Sibudu (KwaZulu-Natal, Sudáfrica) usaban capas de juncos intercaladas con plantas medicinales y cenizas para cubrir espacios habitables en rocas. Cerca del origen de nuestra especie Lyn Wadley, investigadora primordial del trabajo en el Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad del Witwatersrand (Sudáfrica), considera que estas prácticas Comenzaron mucho Ya antes de esta evidencia previa: «Hace 200.000 años, cerquita del origen de nuestra especie, los humanos usaban fuego, cenizas y plantas para preservar campamentos limpios y libres de plagas. Esta estrategia fácil que vemos en Border Cave nos ofrecen un vistazo del estilo de vida de nuestros antepasados». La Border Cave contiene un registro bien conservado de ocupación humana intermitente que abarca prácticamente 230.000 años. Escombros de hierba fosilizados, con 200.000 años de antigüedad – L. Wadley
Esteban y Paloma de la Peña, coautoras españolas de este estudio Además en la Universidad de Witwatersrand, explican a SINC que este comportamiento «puede considerarse Del mismo modo que prueba de un razonamiento analógico que implica conocer dos aspectos de la realidad, que son comparados y analizados en conjunto». En la ocasión de los residentes de Border Cave, eran conscientes de un problema: la incomodidad. Para ello buscaron una solución, que era recolectar hierbas en grandes cantidades y crear zonas de descanso. Estas camas prehistóricas fueron usadas tanto para descansar Del mismo modo que para acondicionar espacios del trabajo cotidiano de estos residentes, Porque se han encontrado acerca de los lechos escombros pequeños de talla de herramientas de piedra y escombros de ocre, que podrían emplearse para decoraciones corporales o de objetos. Es posible que las gramíneas, empleadas por los antiguos habitantes de Border Cave y que Aún crecen alrededor esta cueva, estuvieran infestadas por garrapatas portadoras de enfermedades, que picaban a los humanos. Por ello, Esteban y De la Peña indican que estos humanos «se dieron cuenta de que las cenizas paralizan el aparato respirador de las garrapatas» o bien bien «hay una menor incidencia de insectos Cuando emplean las cenizas Del mismo modo que base de sus camas». Fragmento de hierba visto al microscopio electrónico – L. Wadley
Este comportamiento tendría su origen en la quema de lechos antiguos o bien en desuso, De exactamente la misma forma que comunicado del mantenimiento de las áreas de estar, en el que quemarían las hierbas antiguas y dejarían las cenizas en la base para hacer camas nuevas, Conforme las investigadoras. Metodología del hallazgo
Mediante una serie de técnicas microscópicas y espectroscópicas, los estudiosos identificaron rastros efímeros micromorfológicos del antiguo lecho de hierba entre finos estratos de la cueva. Estos hallazgos confirmaron que los residentes prehistóricos de Border Cave usaron gavillas de hierbas para crear lechos sobre capas de cenizas. «La materia vegetal no se conservó en los depósitos más antiguos de la cueva, No obstante sí la materia silícea que contienen una gran mayoría de plantas», detalla Esteban, investigadora de arqueobotánica y especialista en fitolitos, unos escombros microscópicos de sílice (ópalo) que reproducen la estructura teléfono de Algunas plantas. Estos restos, por su composición inorgánica, pueden conservarse en condiciones en las que la materia vegetal no carbonizada no se preserva. Por esta razón, Border Cave tiene «la mayor concentración de fitolitos documentada en el registro arqueológico hasta el momento», termina.