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Las sonrisas, incluso forzadas, te están haciendo experimentar mejor

El optimismo está de moda. Abundan los libros de autoayuda que defienden el valor de lo positivo y que abogan por ponerle buena cara al mal tiempo, muy frecuentemente sin recordar la importancia de la tristeza u otras emociones Por lo general vistas Tal y como negativas, pues producen dolor. Dado que estas emociones De la misma forma cumplen una función, para ciertos psicólogos, Como Susan David, esa imposición de lo positivo es una manera estupenda de no lleguemos a sentirnos felices. Ahora, una investigación ha propuesto una inédita manera de llamar al optimismo y ver las cosas de forma positiva: forzar la sonrisa. Un estudio publicado esta semana en la revista «Experimental Psychology» ha demostrado que apoyar un lápiz con los dientes y estirar la cara en una sonrisa lleva a la mente a evaluar de manera más positiva los gestos y los movimientos de otras personas. «Cuando tus músculos dicen que eres feliz —ha dicho en un Solo parte Fernando Marmolejo-Ramos, primer cantautor del trabajo— tienes más propensión a ver el mundo de tu alrededor de una forma positiva». En concreto, los investigadores han concluido que la actividad muscular de la hacia altera la actividad de reconocer expresiones faciales y movimientos corporales en los demás, y lleva a que sean evaluados de manera más positiva. Esquema que muestra de qué manera sostuvieron el lapicero los participantes en el estudio – Daniela Álvarez, 2020 Piensan que eso tiene implicacioens importantes para la salud mental, especialmente ahora, en un Solo instante en que la pandemia y la crisis económica están impulsando los casos de ansiedad y depresión. «Hemos descubierto que Una vez que practicas las sonrisas forzadas estimulas la amígdala —uno de los centros de las emociones en el cerebro— liberando neurotransmisores que potencian un estado emocional positivo», ha añadido Marmolejo-Ramos. Por ese motivo, los científicos han comentado que Piensan que las sonrisas puedan emplearse pra «potenciar la salud mental». Para llegar a estas conclusiones, los autores le pidieron a unos participantes que evaluaran cuán felices eran las imágenes, Mientras mantenían un lapicero entre sus dientes, y apoyado acerca de la comisura de sus labios. De este modo, se les presentaron imágenes que iban de un ceño fruncido a una sonrisa, y de personas caminando de forma abatida o feliz. «En resumen, los sistemas sensoriales y motores están entrelazados a la hora de procesar los estímulos emocionalmente», ha expresado Marmolejo-Ramos. De ahí que, «la aproximación de “fíngelo hasta el momento en que lo consiguas” —un aforismo inglés Según el cual al mostrar confianza, competencia y optimismo se llegan a conseguir esas virtudes— puede ser más cierta de lo que esperábamos».