¿Es usted capaz de hacer varias cosas simultáneos? La mayoría de las personas respondería afirmativamente a el interrogante, Si bien la realidad es muy distinta: la multitarea no casa bien con la manera de funcionar de nuestro cerebro. Y no Versa de una cuestión de género, Del mismo modo que muchos piensan: tanto los hombres De exactamente la misma manera que las mujeres son igualmente incapaces de desempeñar Varios labores al mismo tiempo, y los que lo intentan se muestran ineficaces en todas ellas. La verdad, explica en la gaceta eNeuro un club de estudiosos de la universidad australiana de Queensland, es que A pesar de la indiscutible flexibilidad del cerebro, y de que cada uno de nosotros posee miles de millones de neuronas, a nuestro órgano pensante le cuesta mucho hacer más de una cosa a la vez, y quienes lo intentan acostumbran a equivocarse con frecuencia, causando incidentes y trastornos de todo tipo tanto en el trabajo Al igual que en su vida personal. «La multitarea -explica la psicóloga Kelly Garner, cantautora principal del estudio- le cuesta a la economía global más o menos 450.000 millones de dólares por pérdida de productividad, y se ha demostrado De la misma forma que la tasa de error se triplica en entornos de alta ocupación, Del mismo modo que sucede con las resoluciones que toman los doctores demasiado atareados». Una nueva pieza en el puzzle
Dicho lo cual, Garner y sus colegas han descubierto, No obstante, una pieza que faltaba en el «puzzle cerebral» En el momento en que Se trata de esforzarse por llevar a cabo más de una labor a la vez. Los estudiosos, en efecto, han demostrado que la práctica puede llegar a mitigar nuestras restricciones naturales. Las redes neuronales implicadas en la multitarea, asegura el estudio, se habían vinculado Hasta ahora con la capa exterior del cerebro, el neocórtex, Sin embargo Garner afirma que Existen muchas razones para pensar que Además están implicadas Algunas estructuras cerebrales más profundas, Tal como el cuerpo estriado. Para demostrarlo, los científicos investigaron cómo la multitarea afecta al «acoplamiento» entre el neocórtex y el cuerpo estriado, y cómo ese acoplamiento puede mejorar con una intensa práctica. «El acoplamiento -explica Garner- se puede juzgar Al idéntico que la forma en que la actividad de una región del cerebro afecta a los cambios en la actividad de su zona cerebral acoplada. Tomamos esto Al parecido que un indicador de la medida en que dos regiones del cerebro podrían compartir datos entre sí». Cien voluntarios a prueba
Garner y su club reclutaron a 100 voluntarios a los que enseñaron varias labores motoras sensoriales computerizadas, que realizaban Entre tanto se les monitorizaba continuamente. Justo antes y una semana ahora de prácticas, con más de 3.000 ensayos, a los voluntarios se les realizó un escáner cerebral para ver los cambios que se habían producido. A la mitad de los participantes se les pidió que utilizaran los dedos índice o bien medio de una mano para presionar un botón Una vez que veían una de dos formas, y que hicieran lo mismo con la otra mano En el momento en que escuchaban uno de dos tonos dados. Los voluntarios debían cumplir estas tareas tanto si se producían de una en una o juntas, lo que requería multitarea. La otra mitad de los voluntarios llevó a cabo una tarea compleja distinto y de la que se esperaba que no necesitara multitarea. Con los información en la mano, los científicos aplicaron diversos modelos para cuantificar cuánto y de qué manera cambiaba el acoplamiento entre el neocórtex y el cuerpo estriado. Y observaron de qué manera la multitarea «tiraba» constantemente de la conectividad entre las zonas cerebrales externas y Asimismo internas. Después de mucha práctica, el esfuerzo adicional que tenía que hacer el cerebro para llevar a cabo la multitarea se redujo de manera notable. Lo que mejoraba el desempeño a la hora de acometer las dos tareas simultáneos. La conclusión es que el escaso desempeño cerebral frente más de una labor simultánea puede atribuirse, por lo menos en parte, a la velocidad con que el neocórtex puede comunicarse con el cuerpo estriado. Garner, No obstante, piensa que esto es Sólo una pieza de un rompecabezas mucho más grande: «Lo que hemos visto es Sólo una instantánea de las consecuencias del aprendizaje a largo plazo, y es probable que se observen muchos más cambios cerebrales a medida que las personas practican una destreza o labor A lo largo de meses o años».