Muchas veces el cosmos es un incomparable laboratorio donde estudiar de qué manera se comporta la materia y la energía en las condiciones más extremas, A veces con aplicaciones impredecibles. Esta semana, un club de científicos ha detectado un enigmático latido de rayos gamma proveniente de una nube de gas cósmico. En un Solo estudio publicado esta semana en «Nature Astronomy» los investigadores han vinculado esta señal con SS 433, un objeto en el que un agujero negro gira alrededor de una estrella. La conclusión es que, de alguna manera, la energía emitida por el agujero negro alimenta la señal captada en la nube, Pero esté a una distancia de 100 años luz de dicho objeto. Estos eventos se han registrado alrededor de SS 433, un objeto ubicado a 15.000 años luz de la Tierra y catalogado De este modo como micro-cuásar. Éste consiste en una pareja formada por una gigantesca estrella de 30 masas solares y un agujero negro de 10 a 20 masas solares. Conforme los data recabados por los astrónomos, el agujero negro completa una vuelta alrededor de la estrella una vez cada 13 días, y en el sendero engulle ingentes cantidades de material estelar, que acaba «escupiendo» en manera de radiación de alta energía. «Este material se acumula en el disco de acreción —un anillo formado por la materia arrancada de la estrella— Antes de caer en el agujero negro, De exactamente la misma forma que si fuera el agua en el remolino del desagüe de la bañera», ha explicado en un Sólo parte Jian Li, estudioso del Sincrotrón Alemán de Electrones (DESY). Li Además es codirector de la investigación, junto al español Diego F. Torres, del Colegio de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC). «Sin embargo —ha proseguido Jian Li— parte del material no se cuela por el desagüe, Sino más bien es disparada a una gran velocidad en dos chorros estrechos, en direcciones opuestas, por arriba y por debajo del disco de rotación». Una extraña conexión
De hecho, esta clase de fenómeno se puede encontrar en el núcleo de agujeros negros supermasivos, situados en el centro de galaxias, Pero a una escala mucho mayor. Es lo cual se conoce Al idéntico que cuásar, y De ahí que SS 433 haya sido clasificado Al idéntico que micro-cuásar. Segun han destacado, lo más interesante que han observado es que el ritmo de este micro-cuásar es emulado por la nube de gas con extrema precisión, Pese a que Ambos objetos están a una distancia de 100 años luz y de que no se conoce el posible mecanismo que lo explique. «Encontrar esta conexión tan clara (…) aun en el horario no está en la dirección de los chorros —las corrientes expulsadas por el pequeño cuásar— es inesperada y sorprendente», ha dicho Li. «No sabemos cómo el agujero puede alimentar los latidos de la nube de gas». Los chorros de un aspersor
Dentro de este micro-cuásar, el agujero negro emite dos chorros, en dos extremos opuestos y en perpendicular a un disco de acreción, un anillo de materia que le rodea y que es Del mismo modo que un sumidero por el que el agujero negro «se traga» la materia de la estrella. Lo más curioso, es que el plano de este disco de acreción no coincide con el plano en el que la estrella y el agujero negro están orbitando. El resultado es, una compleja danza en la que los chorros cabecean, Del mismo modo que si es que se tratase de un aspersor: «Los dos chorros se extienden en espiral por el espacio de cerquita de, en vez de formar una línea recta», ha expresado Diego F. Torres. El cabeceo de estos chorros completan una vuelta cada 162 días y, Además, la nube de gas emite una señal de rayos gamma, precisamente con una periodicidad de 162 días. El origen: protones rápidos
Según los investigadores, la causa de esta sincronía no puede estar en la iluminación directa, por comunicado de los chorros. En vez de eso, apuestan por la influencia de protones rápidos, núcleos de hidrógeno, que serían producidos en los extremos de los chorros, cerquita del agujero negro, o bien bien en el borde del disco de acreción. Sea De exactamente la misma manera que sea, Creen que estas corrientes podrían inyectar dichos protones en las nubes, donde golpearían con las partículas para generar rayos gamma, produciendo los latidos detectados. Estos descubrimientos han sido posible Gracias a información recogidos A lo largo de más de una década por el telescopio espacial Fermi, de la NASA, y del Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico. En seguida, los investigadores seguirán observando estos objetos y trazarán simulaciones informáticas para tratar de comprender el fenómeno de los latidos de rayos gamma. Conforme Jian Li, ese microcuásar llamado SS 433 «proporcionará un banco de pruebas para poner a demuestra nuestras ideas sobre la producción de rayos cósmicos y su propagación alrededor los microcuásares». En definitiva, este abstracto y lejano conocimiento permitirá entender un tanto mejor el maravilloso laboratorio que es el universo.