¿Quiénes somos? Una pregunta con apenas dos palabras se torna en realidad difícil de replicar. La comunidad científica aún discrepa, No obstante se cree que nuestro sentido del «yo» está influenciado por nuestras vivencias, De La misma manera que la niñez, y nuestra interacción con los demás. Sin embargo Según un estudio últimamente publicado en «iScience» hay algo más: nuestros cuerpos. De este modo lo prueba un experimento en el que parejas de amigos «intercambiaron» sus cuerpos y se reveló que las percepciones sobre ellos mismos se volvieron más similares a los rasgos de personalidad de su compañero. Incluso sus cuerpos reaccionaron sin saberlo En el momento en que al otro partícipe le amenazaron con un cuchillo. Los hallazgos sugieren que este estrecho vínculo entre nuestro sentido del yo psicológico y el físico También está involucrado en funciones Tal como la memoria: En el momento en que nuestro autoconcepto mental no coincide con nuestro yo físico, nuestra memoria tiene a ser peor. El experimento
«Cuando era niño, Me gustaba imaginar de qué forma sería despertar en el cuerpo de otra persona», asevera Pawel Tacikowski, investigador postdoctoral en el Karolinska Institutet en Suecia y primer intérprete y escritor del estudio. «Es probable que muchos niños tengan esas fantasías. Sin embargo supongo que yo nunca las superé y solamente las transformé en mi trabajo». El elenco del Laboratorio del cerebro, el cuerpo y el yo, comandado por Henrik Ehrsson, equipó a parejas de amigos con gafas que mostraban imágenes en directo del cuerpo de la otra persona Desde una perspectiva en 1era persona. Algo En este sentido Del mismo modo que ponerse en la piel del otro En medio las nuevas tecnologías. Para hacer más vívida esta ilusión, combinaron lo que veían los participantes con toques en distintos partes del cuerpo, a fin de que También pudieran experimentar lo que veían con las gafas. En otros términos, que si es que los participantes veían que algo les tocaba la rodilla, los estudiosos les tocaban en ese justo momento la rodilla, para hacer la sensación más real. Gráfico del experimento – Mattias Karlen
Al principio, tocaron de forma simultánea en Ambos cuerpos. Luego, el experimento avanzó a un grado más: los estudiosos amenazaron el cuerpo del amigo con un cuchillo y localizaron que el participante comenzó a sudar De exactamente la misma forma que si él fuese el amenazado. «El intercambio de cuerpos ya no es dominio exclusivo de la ciencia ficción», asevera Tacikowski. Aunque a los voluntarios se les hizo experimentar Del mismo modo que si se hubieran «despertado en el cuerpo de otra persona» Sólo A lo largo de un breve período de tiempo, se dirigió suficiente para trastocar significativamente su autopercepción. Ya antes de ponerse las gafas y «mudarse de piel», a los candidatos se les preguntó acerca de de qué manera se veían a sí mismos y a sus amigos en rasgos Del mismo modo que la locuacidad, la alegría, la independencia y la confianza. Luego, A lo largo del intercambio, fueron cuestionados sobre de qué manera se veían ellos mismos: sus respuestas tendían a calificarse con afines características a las que habían atribuido a su amigo. Esquema de de qué forma cambió el autoconcepto Ya antes y A lo largo del experimento – Pawel Tacikowski
Consecuencias para la memoria
Y el experimento no se quedó ahí: los investigadores También hallaron que tuvo consecuencias para la memoria de los participantes. «Hay un hallazgo bien establecido de que las personas recuerdan mejor las cosas que están relacionadas con ellas mismas. Por tanto, pensamos que si es que interferíamos con la autorrepresentación En medio la ilusión, eso tendría que disminuir el desempeño de su memoria», afirma Tacikowski. De hecho, eso se dirigió lo cual pasó: los participantes A lo largo de la ilusión En general obtuvieron peores resultados en las pruebas de memoria. Por otra parte, los estudiosos También observaron que los participantes que admitieron más plenamente el cuerpo del otro Al igual que propio y ajustaron de manera más significativa sus calificaciones de personalidad para igualarlas a las que previamente dieron de su amigo se desempeñaron mejor en las pruebas de memoria que los que indicaron que se sentían desconectados de su cuerpo. El elenco cree que esto se puede deber a que estos participantes tenían menos «auto-incoherencia», lo que significa que sus autorrepresentaciones físicas y mentales Aún estaban alineadas. Aplicaciones prácticas
Estos hallazgos pueden ser importantes a la hora de analizar el trastorno de despersonalización, donde las personas sienten una incoherencia entre su estado mental y su cuerpo, y otros trastornos psiquiátricos Al semejante que la depresión. «Demostramos que el autoconcepto tiene el potencial de cambiar muy rápidamente, lo cual nos lleva a Ciertas implicaciones prácticas potencialmente interesantes», afirma Tacikowski. «Las personas que sufren de depresión a menudo tienen creencias muy rígidas y negativas acerca de sí mismas y que pueden ser devastadoras para cada día. Si es que cambia esta ilusión tenuemente, podría hacer que esas creencias sean menos rígidas y menos negativas». Por en seguida, Aunque, quiere formular un marco más general acerca de cómo se construye el sentido del yo en los niveles corporal y psicológico. O sea, cuál es el mecanismo cerebral. «Entonces, podemos utilizar este modelo para aplicaciones clínicas más específicas para quizá desarrollar mejores tratamientos».