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Revelan el verdadero tamaño del megalodón, el mayor tiburón de todos los tiempos

El megalodón, el extinto tiburón gigante que nadaba en los océanos de hace 23 millones de años, se ha convertido en una leyenda Gracias a películas taquilleras, documentales y libros. Casi tan famoso Del mismo modo que el sanguinario tiburón de Spielberg, este monstruo marino no Precisa adornos de ficción ni trucos de cámara para impresionar. Un nuevo estudio confirma que el animal podría haber llegado a los 18 metros de largo, un pez muy grande si se tiene presente que un tiburón blanco mide tres veces menos. El informe Asimismo indica que el animal era un depredador rapidísimo y muy resistente. a su vez, su tono sombreado le permitía pasar desapercibido y ejecutar emboscadas sobre sus incautas presas. Los investigadores de las universidades británicas de Bristol y Swansea advierten en El inicio de su estudio, publicado en «Scientific Reports», que inferir el tamaño de los animales extintos es «peligroso», especialmente «cuando eran mucho más grandes que sus cuñados modernos». El megalodón (Otodus megalodon) se conoce casi exclusivamente por los dientes fosilizados, unas piezas triangulares más grandes que una mano humana. Las estimaciones de su tamaño corporal han sido realizadas Desde esos dientes, utilizando al gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias) Al parecido que único homólogo moderno. Conforme los autores, esto puede ser problemático Puesto que las dos especies probablemente provienen a familias diversos. Por ese motivo, los científicos han realizado las estimaciones corporales del megalodón basándose en medidas anatómicas de cinco especies de tiburones que son ecológica y fisiológicamente similares: el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), el mako (Isurus oxyrinchus), el marrajo negro (Isurus paucus), el tiburón salmón (Lamna ditropis) y el cailón (Lamna nasus). Estilo de crecimiento
Pero había un detalle que tuvieron que resolver. «Antes de que pudiéramos hacer algo, tuvimos que probar si estos cinco tiburones modernos cambiaban de proporciones a medida que crecían. Si es que, por servirnos de un ejemplo, habrían sido De exactamente la misma manera que los humanos, con bebés que poseen cabezas grandes y piernas cortas, habríamos tenido Ciertas dificultades para proyectar las proporciones adultas de un tiburón extinto tan grande», explica Mike Benton, paleontólogo de la Universidad de Bristol. Por suerte, «nos sorprendió y nos alivió detectar que, De hecho, las crías de todos estos tiburones depredadores modernos comienzan De este modo como pequeños adultos y no cambian en proporción a medida que crecen». Esto significaba que solamente podrían tomar las curvas de incremento de las cinco maneras modernas y proyectar la manera general a medida que se están haciendo más y más grandes. En este sentido, los nuevos resultados sugieren que un megalodón superaba los 16 mts de largo. Es posible que tuviera una cabeza de unos 4,65 m, una aleta dorsal de 1,62 m de alto -comparable al de un humano adulto- y una cola de 3,85 m. Los análisis sugieren a su vez que sus aletas dorsal y caudal se adaptaron para «una rápida locomoción depredadora y largos períodos de natación». Recreación del megalodón Conforme los datos de los investigadores en diversos etapas de su vida y comparación de su tamaño con el de un buzo. a) adulto de 16 m con 12 dimensiones corporales estimadas registradas; b) recién nacido de 3 m y c) juvenil de 8 m – Oliver Y De la misma forma. Demuth
Caza por sorpresa
Los estudiosos Creen que la aleta dorsal del megalodón era convexa, lo que le permitía nadar muy veloz Cuando se disponía a abalanzarse sobre una presa y largos períodos de natación más tranquila. Lo que los científicos saben de otros monstruos marinos gigantes, De esta forma como los ictiosaurios, sugiere que los grandes depredadores podían usar la natación más estable para reducir la energía gastada en la locomoción. Por ende, el megalodón También pudo haber usado la recolección Al semejante que estrategia de alimentación, especialmente a medida que envejecía. En otros términos, pudo haberse alimentado de cadáveres de otras criaturas. El estudio Además señala que el cuero cabelludo de este tiburón habría necesitado músculos grandes para ceñir sus enormes mandíbulas, lo cual tal vez habría resultado en un hocico más curvo. Esto concuerda con la idea de que el animal debía una fuerza de mordida impresionante de dos toneladas, tal vez la mayor de cualquier depredador marino que haya existido. Para concluir, los creadores Piensan que el megalodón era sombreado. Esto le habría permitido camuflarse contra el flujo y cazar a sus presas por novedad en emboscadas de las que difícilmente podrían zafarse. Un animal fascinante que seguramente proseguirá dando que platicar tanto en la ciencia Del mismo modo que en el cine.