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Nuestra especie alcanzó a Europa 5.000 años Ya antes de lo que se pensaba

Un Plantel de estudiosos capitaneado por Jonathan Haws, de la Universidad de Louisville, ha llegado a la conclusión de que los humanos modernos (nosotros) llegaron a Portugal, el extremo más occidental de Europa, hace entre 41.000 y 38.000 años. En otros términos, unos 5.000 años Antes de lo cual se pensaba. Los científicos, en efecto, han descubierto en la cueva Lapa do Picareiro, en la costa atlántica central portuguesa, una serie de herramientas de piedra de esa antigüedad del mismo tipo y tecnología que las utilizadas por nuestros antepasados directos. El hallazgo se termina de publicar en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Las herramientas, en efecto, vinculan Claramente el sector con otros yacimientos muy afines en una amplia región entre Eurasia y la llanura rusa, y demuestran una rápida expansión hacia el oeste de los primeros humanos De La misma manera que nosotros. Nuestros antepasados, por el hecho de que, cruzaron y se asentaron en todo el continente en el transcurso de unos pocos miles de años. Hasta ahora se pensaba que la región en la que se han encontrado las herramientas estaba poblada, en ese instante, Sólo por neandertales. El hallazgo ayudará a comprender mejor la interacción entre las dos especies humanas y la desaparición definitivo de una de ellas. Conforme Lukas Friedl, antropólogo de la Universidad de West Bohemia en la república Checa y coautor de la investigación, “la cuestión de si los últimos neandertales supervivientes en Europa fueron reemplazados o asimilados por los humanos modernos entrantes es un problema de larga data y sin resolver en paleoantropología. Las fechas tempranas de las herramientas auriñacienses de Picareiro tal vez descartan la posibilidad de que los humanos llegaran a un lugar ya desprovisto de neandertales A partir de hacía largo tiempo. Y eso es muy emocionante”. Taburetes de piedra
Hasta ahora, la patentiza más antigua de humanos modernos en la Península Ibérica procedía de la cueva de Bajondillo, en Málaga. Sin embargo el hallazgo en Picareiro de objetos Del mismo modo que taburetes de piedra tallados con tecnología auriñaciense, asociada a los primeros humanos modernos de Europa, no permite sitio a dudas. “La evidencia de nuestro estudio -explica Haws- respalda definitivamente los que ya se sugería en Bajondillo respecto a una llegada temprana de humanos modernos, Si es que bien Todavía no está claro de qué forma llegaron a Picareiro. Puede que lo hicieran En medio ríos que fluyen de este a oeste, Sin embargo aún es posible una ruta costera”. Saber cómo y en qué instante exactamente se propagaron los humanos anatómicamente modernos por Europa es de la máxima importancia para comprender de qué forma nos convertimos en una especie global. El hallazgo de Picareiro, a su vez, hace mucho más probable la relación de nuestra especie con los neandertales, Ya que adelanta su partido 5.000 años. La cueva portuguesa lleva excavándose A partir de hace 25 años y ha producido un excelente registro de la ocupación humana de la región A lo largo de los últimos 25.000 años. No obstante en seguida la investigación puede remontarse hasta la llegada de los primeros humanos modernos y en de qué manera éstos se relacionaron con los neandertales. Las fechas que se manejaban hasta en seguida, en efecto, sugerían que nuestros antepasados llegaron a Portugal Tras la desaparición de los neandertales, No obstante los nuevos hallazgos sugieren fuertemente la posibilidad de que Ambos Conjuntos compartieran territorio A lo largo de Varios miles de años. Lo cual favorece no Solo el intercambio de tecnología y herramientas, Sino más bien que Además de compañeros, y eso seguramente podría explicar por qué muchos europeos tienen genes neandertales. “Ahora -dice Friedl- estamos a la espera a que aparezcan nuevos fósiles humanos que nos digan más acerca de la naturaleza de la transición”. Si es que bien, y Pese a la superposición de fechas, los neandertales continuaron usando exactamente las mismas herramientas que tenían Ya antes de la llegada de los humanos modernos, construidas con una técnica totalmente distinta, lo que podría interpretarse De la misma forma que una falta de contacto directo entre ambas especies. Época fría y seca
Los sedimentos de la cueva De la misma forma contienen un rico y muy bien conservado registro paleoclimático que permite reconstruir las condiciones ambientales de la época de los últimos neandertales y los primeros humanos. Para Michael Benedetti, de la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington y tercer directivo de la investigación, “estudiamos los cambios en el tamaño de los clastos de piedra caliza y la química del fino sedimento fangoso que llena la cueva para entender el contexto paleoclimático de la transición. Nuestro análisis muestra que la llegada de los humanos modernos se corresponde con, o es tenuemente anterior a, una fase extremadamente fría y seca. Las duras condiciones ambientales A lo largo de este periodo plantearon desafíos a los cuales tuvieron que enfrentarse tanto los humanos modernos Como las poblaciones neandertales”.