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Científicos reconstruyen el fenómeno volcánico más letal

Cerquita de del 24 de agosto del año 79 el Vesubio entró en erupción en la bahía de Nápoles. La garganta del volcán creó una columna de humo de 30 kms de altura que hizo llover cenizas y rocas, los llamados piroclastos, acerca de las cercanas ciudades de Pompeya y Herculano. La tierra tembló y rugió y las cenizas crearon temibles rayos en las alturas. Sin embargo al anochecer, Varios de las pendientes del Vesubio se desprendieron y crearon el fenómeno volcánico más letal y espantoso: los flujos o bien coladas piroclásticas. Estos flujos o bien coladas pueden poseer características muy diversos, Pero son esencialmente nubes muy densas y calientes de cenizas y gases, que pueden derribar construcciones o bien asfixiar o abrasar al instante a una persona. Son capaces de obtener velocidades de cientos y cientos de kilómetros por hora y temperaturas de hasta 700ºC. En la Universidad Massey, en Inédita Zelanda, hay unas instalaciones diseñadas para emular estos flujos y tratar de entender su comportamiento. Versa del experimento a enorme escala de flujos eruptivos (PELE, por sus siglas en inglés), un artilugio instalado en las viejas instalaciones de las calderas del campus de Manawatū. Varias coladas piroclásticas en el volcán Mayón, en Filipinas, en una erupción ocurrida en 1984 – C.G. Newhall
«Las corrientes piroclásticas densas ocurren en todos y cada uno de los volcanes de Inédita Zelanda», ha expresado en un comunicado Gert Lube, profesor asociado de Vulcanología Física en la Universidad de Massey. «Causan más de la tercera una parte de todas y cada una y cada una de las muertes asociadas a los volcanes y amenazan a 500 millones de personas en todo el mundo, lo que les convierte en el fenómeno volcánico más peligroso». Este año, Lube posteó un artículo en la revista «Nature Reviews Earth & Environment» en el que resumió todo lo cual se ha avanzado esta década en la comprensión de los flujos piroclásticos, Debido a experimentos a enorme escala, observaciones de sector y modelos computacionales y teóricos, y de qué manera ésto influye en modelos para predecir riesgos. Además, comentó cuáles han de ser las direcciones futuras. Flujos piroclásticos controlados
«Estos procesos explosivos, Al idéntico que las avalanchas volcánicas que corren ladera abajo o las plumas volcánicas que descienden de las chimeneas, a velocidades de cientos y cientos de mts por segundo», ha comentado el estudioso. «Hacen cosas increíbles en la atmosfera, simultáneos que interaccionan con el paisaje y las infraestructuras». El cometido de este estudioso, es tratar de entender estos caóticos procesos y «hacer algo útil con ese conocimiento». Por esta razón, Gert Lube creó el simulador PELE. Es una instalación de 13 mts de altura, en cuya parte superior hay una tolva donde se calienta material volcánico. Por ultimo, hay un canal de 12 mts de largo, provisto de cámaras de alta velocidad y de varias sensores, para radiografiar lo que ocurre en el instante se descarga este material. Así, se logran recrear erupciones de 10 a 20 segundos. No obstante cada una requiere hasta un mes para ser preparada. «El simulador de flujos piroclásticos es único en el planeta y el único sitio donde podemos reproducir las condiciones que ocurrirían en una erupción volcánica» «El simulador de flujos piroclásticos es único en el mundo y el único sector donde podemos reproducir las condiciones que ocurrirían en una erupción volcánica», ha comentado Lube. Prevenir tragedias De esta forma como las de Isla Blanca
Por el momento, su elenco trabaja en estudiar los procesos físicos Posteriormente de el poder destructivo de los flujos piroclásticos, De esta forma Al parecido que qué Tuvo lugar exactamente en la Isla Blanca, en Nueva Zelanda, el 9 de diciembre del pasado año, en el horario Varios flujos piroclásticos del volcán Whakaari asesinaron a 21 personas y causaron heridas a otras 26. En opinión de Gert Lube, con el conocimiento actual, no se podía haber predicho la tragedia. Lo único que se sabía es que la isla estaba muy activa. En verdad, experimentó Múltiples erupciones en la última década, la última de las cuales Sucedió en 2016 y viajó muy semejante a la de diciembre, Si bien en aquella situación no había turistas visitando la isla. De ahí que, en opinión del vulcanólogo, no Solo es fundamental que los visitantes no accedan a las proximidades de las chimeneas volcánicas, Sino más bien es de especial importancia que los vulcanólogos informen a los políticos acerca de qué hacer en determinadas situaciones. «Es esencial para la seguridad pública», ha argumentado el científico. Tal como ejemplo muy claro, Gert Lube ha destacado la situación de Indonesia, un país con 120 volcanes activos y cerca de de cinco millones de habitantes dentro de la zona de peligro, muchos de ellos expuestos Además al riesgo de terremotos, inundaciones y tsunamis.